martes, 31 de marzo de 2009

EL SEÑOR PRIMITIVO

Aferrada su mano a la palanca,
sus ojos en las piedras, en los pasos,
el tren de cada día repitiendo
el círculo cerrado.

Como ausente respeta las señales,
de memoria recrea su trabajo
y en la barra comenta, con un vino,
eso que le ha pasado.

Con orgullo refiere sus hazañas,
cada día realiza algún milagro;
Lo sabe. No lo sabe. ¿Quién lo sabe…?
Que se la está jugando.

Un día la partida es a las cartas,
otro día cualquiera, es a los dados,
- vías, tormentas, luces, averías…-,
ave de paso.

Tal vez lo sepa. Cómo no saberlo.
¿Cuántos cayeron ya…? Hay un ribazo.
Mañana puede ser, tal vez mañana.
Mañana no ha llegado.

pbernal
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lunes, 30 de marzo de 2009

Anuncio

Busco voz celestial
para alejar pitidos
de seres retorcidos
en loca urbe industrial.

Solo en traje mendigo
sin coro humanidad
pide suelo de abrigo.

En el paro de cero cliente
falla la intervención urgente.

AJO (5 MICROPOEMAS SUYOS)

1
La poesía es un arma
cargada de futuro.
La micropoesía es un arma
cargada de pasado imperfecto.
(Muy imperfecto).

2
Al amor le pido
más de lo que tiene.
Y a la vida más de lo que da.
Equivocada de par en par.
Siempre creí
que ne me quitte pas
quería decir
“déjame en paz”.

3
Me pongo nerviosa tranquilamente
porque soy transparente
con tanta atención me distraigo
y tan de repente
que sin moverme me desplazo
y sin querer voy deseando
la raquítica suerte
de no buscarte ya nunca
y de querer encontrarte siempre.

4
Siempre siempre siempre siempre siempre
siempre siempre siempre siempre siempre
y aún así me parece poco.

5
Sola soy una mujer desnuda
con una maleta vacía
e ignoro con la certeza de la intuición
si fui hecha para llegar a hoy
o expresamente para olvidarlo.

EL SEÑOR JUAN

Hombre franco, de costumbre
sonriente, colorado,
con la mirada de frente,
-que no descarta lo falso-,
amigo de sus amigos,
conocido en los despachos…
Para algunos decidido,
por otros vilipendiado
y en la taberna de turno,
con infamia calumniado:
que si tiene siete novias
en cada puerto de paso,
que si lo gasta a montones
y nunca va de barato,
que si el dinero le sobra,
que todo le importa un chavo:
de la máquina y del tren
ni Cuatromil ni Mikado…
Y es verdad, qué mala eres
envidia, dice, ¡carajo!,
¿a quién cojones le importa
lo que pienso, digo y hago
mientras no pida dinero
para gastar en mis ratos
libres, y en las otras horas
responda con mi trabajo,
y me vaya de mujeres
que me hubieran conquistado…?
¿A quién le importa si esto
fuera verdad o inventado?


pbernal
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viernes, 27 de marzo de 2009

Fórmula amorosa

Amor (a+i+r)K


Me he despertado con la a apagada

en un estridente despertador,

he puesto mis neuronas al vapor

para olvidar i en sesera infectada.


Mortíferas células de recuerdos

completan la cerrada acotación

en teorema de tonta atracción,

donde el cerebro anda con paso lerdo.


Multiplico k probabilidades,

en la idealizada relación

resulta: cero posibilidades.

EL SEÑOR ANTONIO

Torva mirada.
Hosco semblante.
Su pensamiento agravia.

Fría pupila.
Pálido gesto.
Destruye lo que palpa.

Todo perdido.
Todo podrido,
por su boca proclama.

Mete la pata.
Lo tergiversa.
No admite su ignorancia.

pbernal
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jueves, 26 de marzo de 2009

EL SEÑOR PACO (JEFE)

El ruido del motor se le ha posado
sobre sus canas sienes,
y una sonrisa leve se recrea
en su semblante inerme.

Un asiento del parque, al sol de otoño,
lo acoge con agrado.
Las tablas lo soportan indulgentes.
Tan solo es un anciano.

El viejo maquinista
quema las horas bajas a la sombra.
Parece indiferente
pero en su mundo muchas cosas brotan…

El ruido de motores
le trae palabras, primavera, amigos,
olores y sabores… Y sus ojos
están humedecidos…

pbernal
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miércoles, 25 de marzo de 2009

Batalla diaria

Hay días con sueño y crema
flotando en taza de pega
atacan, café y omega
con disparo de problema.

Estalla la adrenalina
para acelerar traspaso
del mantel de los fracasos
a una mañana de espina.

Te desvives por salir,
lo mas entero posible
de este continuo batir
por azar imprevisible.

En la agitada batalla,
de conocido espadachín
luchas por sobrevivir,
con reducida vitualla.

En la noche de centella,
pides un día mejor
a un hado preso en botella.

EL SEÑOR ALBERTO (Jefe)

A
¿Quién, en constante campaña,
mezclado entre la maraña
de los viajeros de España,
va pregonando con saña
a gente propia y extraña
un nuevo producto nuestro?
— ¡Alberto!

E
Y en enormes sobretones,
¿quién nos envía montones
de pesadas instrucciones,
algunas informaciones
y mil recomendaciones,
en armónico concierto?
— ¡Alberto!

I
Si te pierdes en Madrid,
en Sevilla o en Pekín
paseando a tu gachí,
(ten en cuenta que lo vi
y no es cosa baladí:)
vas a tener un encuentro.
— ¡Alberto!

O
¿Quién es ese hombre ducho,
— sin cincel y sin serrucho —
que mira y se mueve mucho
y examina, como chucho
que sigue el rastro al cartucho,
y apresa la presa presto?
— ¡Alberto!

U
Y ¿quién sin decir ni mu
y tratándote de tú,
en Lisboa o en Moscú,
en la India o el Perú,
sin practicar el vudú
siempre te lleva a su huerto?
— ¡¡Alberto!!

pbernal
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martes, 24 de marzo de 2009

Gonzalo Escarpa

Madrid, 1977. Licenciado en Filología Hispánica. Dirige el colectivo de arte+creación+cultura+acción Redfósforo, el Centro de Difusión Poética de Madrid y el grupo [sic]. Trabajó como coordinador de la Fundación Centro de Poesía José Hierro desde 2003 a 2008. Actualmente es Director Editorial de Ediciones Trashumantes y coordinador general del Festival Poético que organiza anualmente la librería Arrebato, e imparte de forma continuada el Laboratorio de Creación Poética en La Piscifactoría (Madrid) y otros espacios culturales. Ha coordinado y ofrecido recitales y talleres en plataformas como el Mercado de la Poesía de París, el Piccolo Teatro de Milán, el Encuentro de Poesía Digital de Beijing (China) o el Centro Cultural de España en México.

Ha publicado Fatiga de materiales (Trashumantes, Valencia, 2006), No haber nacido (Delirio, Salamanca, 2008), Mass Miedo (Arrebato, Madrid, 2008), la antología Todo es poesía menos la poesía (Eneida, Madrid, 2004) y el poema objetual mcetpm (Trashumantes, Valencia, 2008). En los últimos tiempos su trabajo se centra en el estudio de la poética escénica, las tecnologías de la oralidad, los componentes visuales de lo literario y la experimentación intergenérica.

EL SEÑOR PALOMO (Jefe)

Se sienta en esa mesa de la esquina
tapizada de impresos y carpetas
imaginando trucos y piruetas
para lograr provecho en la oficina.

Ni serio ni tranquilo, su semblante
contradictorio, calvo, lince, austero,
miedo y sonrisa causa, todo entero
cuando provoca con su voz tonante.

Batallador conciso, extravagante,
impredecible, sobrio, rencoroso,
presto a romper acuerdos, inconstante;

es áspero, legal y quisquilloso,
duro, seco, metódico, tajante,
temido, astuto, artero. Peligroso.

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lunes, 23 de marzo de 2009

voces del extremo [Béjar 2009]



Está bitácora ha sido creada para hacer un seguimiento del encuentro de escritores VOCES DEL EXTREMO, que se celebrará en Béjar los días 3, 4 y 5 de julio de 2009
Después de la reunión mantenida ayer en Béjar, a la que asistieron:

• Cipriano González [Alcalde de Béjar]
• Mª Rosa [Concejala de Ciudadanía del Ayuntamiento de Béjar]
• Antonio Orihuela [director de 'Voces del Extremo']
• Celestino Miguel [coordinador para la convocatoria 2009]
• Antonio Gutiérrez Turrión [coordinador para la convocatoria 2009]
• José Luis Morante [asesor para la convocatoria 2009]
• Luis Felipe Comendador [asesor para la convocatoria 2009]

damos cuenta de los siguientes acuerdos tomados:

1. El encuentro de escritores "VOCES DEL EXTREMO 2009" tendrá como tema en esta convocatoria: "POESÍA Y TECNOLOGÍA" y en él se debatirá sobre la influencia de los medios tecnológicos en la creación literaria y en su divulgación.
2. El organizador del encuentro será, por primera vez en las doce convocatorias habidas, el Excelentísimo Ayuntamiento de Béjar, que aportará medios económicos [ya existe una partida presupuestaria aprobada al caso] y físicos.
3. El lugar de celebración de actividades de debate y lecturas será el C. M. C. SAN FRANCISCO, dejando pendiente la utilización para algún acto del Teatro Cervantes.
4. El encuentro se desarrollará durante los días 3, 4 y 5 de julio de 2009.
5. Vista la realidad presupuestaria, la organización se compromete al pago de estancia, manutención y desplazamientos de todos los ponentes, no realizándose pago alguno de otra índole a los creadores participantes.
6. Como en anteriores encuentros, se procurará obtener fondos para la edición de un libro con obra de todos los creadores participantes en el encuentro [Cipriano González se comprometió a solicitar los fondos necesarios para esa edición con alguna institución colaboradora].
7. Las actividades a realizar durante el encuentro serán: debates abiertos, lecturas, una actividad musical diaria y exposiciones.

Durante la reunión, Antonio Orihuela presentó un programa bastante cerrado, con propuesta formal de nombres de ponentes, que fue aceptado por todos. Junto al programa, entregó un listado de direcciones de los escritores propuestos para que se inicien los contactos precisos e ir cerrando así el programa. También entregó un modelo de carta de invitación que haremos llegar a cada invitado a participar.
También se acordó crear un blog específico, éste, en el que ir dejando nota de todos los pasos que vayamos dando, apuntar currículos y algo de obra de los creadores que vayan confirmado su asistencia al encuentro, hacer pública la programación y, por qué no, comenzar un principio de debate y recoger vuestras sugerencias... además de animar a cualquiera que pueda entrar en estas páginas a que participe y se anime a estar presente entre nosotros durante los días del encuentro.

Explicar también que se está trabajando para contar con las colaboraciones –algunas ya están cerradas– de la Junta de Castilla y León, la Diputación de Salamanca, la Universidad de Salamanca, la Fundación Juan Ramón Jiménez, el Instituto Cervantes, la Fundación Autor, la asociación ARFA, la Escuela de escritores de Madrid [representada por los talleres de Fuentetaja], Caja Duero...

Por poner algún documento gráfico para empezar, que este blog no quede excesivamente pobre en sus comienzos, os dejamos documento gráfico de nuestra reunión de ayer.

* OS AGRADECERÍAMOS QUE NOS LINKEARAIS EN VUESTRAS WEBS. MIL GRACIAS.
Luís Felipe Comendador
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EL SEÑOR FELIPE (Jefe)

Modesto, noble, claro, previsor,
cordial, benevolente,
el caldo de gallina entre los dedos,
picadura, ceniza que se mueve,
sentado ante tu mesa, desbordada
de notas y laureles,
y el humeante pito entre tus labios.
Tu saludo solemne
responde cuando bajas a la nave
de las vías, los fosos, los talleres,
entre obreros y máquinas,
respetuoso siempre.
Tantas jornadas áridas
con nubarrones sobre los papeles
cuadrados con paciencia,
con modales, sin gente…
Imperturbable tú, cada problema
su tiempo se merece,
y el calendario gráfico lo llenas
dentro de fecha siempre.
Cortés y cumplidor, en tu despacho
tu alma permanece:
a nadie defraudaste. Tu vacío
llenará los andenes.
Si sobre tus oídos agotados
llegan quejas hirientes,
no las tomes en cuenta: las palabras
a veces no se sienten…
Es tiempo de vivir. Las horas pasan
deprisa y esplendentes,
y ahora son más tuyas. No te rindas
al viento de poniente.

pbernal
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DE LADO

De lado no se debe tener
una relación sexual
y menos después de cada comida
o antes de comulgar
o después de un largo viaje
o antes de mear
antes de explotar
o después de uno morirse
o antes de uno calcular
extensión
erección
y buena puntería.

Apolinar Núñez
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domingo, 22 de marzo de 2009

EL SEÑOR CAMPOS (Jefe)

Indómito huracán de poco nervio,
fatuos fuegos que no queman a nadie.
Jugador pendenciero, de bolsillo,
hombre de aire.

Mira sin ver, y así lo regurgita:
sin entender valora pusilánime,
escupe las palabras como vienen,
vacuas, volátiles…

Su voz parece trueno de tormentas
inexistentes, que se van, retráctiles.
Queda su jefatura en el bolsillo,
sus manos en los naipes.

pbernal
ferroviarios
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Instante

Caminar no es suficiente
el polvo del camino no hace vida
la mirada se aleja
agua sobre el papel
y espuma sobre la palabra.

Eres una grieta en el tiempo, Padre:
nada en ti dura y todo permanece.
Pronunciar la primera palabra
y acudir el desastre fue todo uno,
en aquel instante en que te dibujamos
el rostro de los días.
No pudo ser,
nunca pudo ser,
nunca habría podido ser,
y sin embargo, tenaces son las sombras
en su vocación de carne,
obstinado su aliento
y terca su palabra.

Vivir no tiene nombre.

Guadalupe Grande
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sábado, 21 de marzo de 2009

El boleto



El alba asoma agarrada a los sueños

de una mañana con hilos dorados,

en la almohada de ojos aparcados

abro los brazos, ajustando el ceño.


Trago la tostada y agarro el bono

con reducido equipaje de mano

me preparo para cabreo urbano

de largas horas puntas de abandono.


Llego cansado y con traje deshecho

a un suelo laboral en decadencia,

soñando con boleto de clemencia,

pongo a funcionar mi cuerpo maltrecho.


Deseo a la lejana primitiva

para ser Pancho en playa fugitiva.


EL Señor Chafe (Jefe)

Erecto, tieso, serio
en el andén paraba
solo, como señal
en vía postergada
guardando las vacías
horas hasta la marcha…
Sentaba su derecho
de plomo y acechanza
detrás de una columna.
Cubría su mirada
los metros que sus piernas
del tren lo separaban,
-torva, taimada, altiva,
atormentalizada-.
Sin prueba, sin testigos,
sin citaciones vanas
ni mínima defensa
de apoyo y salvaguarda,
lanzaba su saludo:
"— ¡Qué sucia está la máquina!
Las horas que pasaron
hasta que yo llegara,
conjugarlos pudisteis
al trapo y a la grasa."
Y por redondearlo
sin más mediar palabra,
escupe cortesías
con aire de amenaza:
"— ¡Si os cuesta los dineros
no os extrañéis de nada!"

pbernal
ferroviarios
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La paza tiene una torre

La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero
-¡ quién sabe por qué pasó !-,
y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama
su dama y su blanca flor.
Para tu ventana

un ramo de rosas me dio la mañana.
Por un laberinto, de calle en calleja,
buscando, he corrido, tu casa y tu reja.
Y en un laberinto me encuentro perdido
en esta mañana de mayo florido.

Antonio Machado
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viernes, 20 de marzo de 2009

Viaje astral



Saltan las balas impresas

sobre ojos de café negro

con billete de reintegro

para una tarde de fresa

abandonada en la mesa,

de mantel de confusión

con silueta de neón,

vuelo con aire distraído

por astro desconocido,

alterada mi visión.



EL BUSCAPERSONAS

Yo no quiero un aumento.
Ni el brillo de una joya.
No quiero la bandera
del triunfo. Ni la gorra
para cubrir la calva.
No quiero que me pongan
de ganador del año;
de cresta de la ola…
Quiero pisar la jungla
de la envidia. La copa
-es lo que más ansío-
amarga que convoca:
yo solo quiero un "busca".
Con pito. Que se oiga
en medio de la gente,
y digan los pelotas:
es importante, porque
lleva un "buscapersonas".

pbernal
ferroviarios
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Insultario


Estúpido, pendón, parnitarruco,
torpe, inútil, patán, zarrapastroso,
sucio, necio, cabrón, vago, mierdoso,
imbécil, maloliente, abejarruco.

Cerdo, tocapelotas, terco, absurdo,
inope, charlatán, moscón, amorfo,
piojo, cornudo, penco, pedicorfo,
insolente, pasmón, zote, palurdo.

Hipócrita, engañoso, vil, gusano,
ridículo, rastrero, soplapollas,
marrullero, mamón, chulo, marrano.

Engreído, bastardo, pucotrollas,
obtuso, mal nacido, cruel, villano,
dientes de ornitorrinco, gilipollas.

Cristina Doal
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jueves, 19 de marzo de 2009

haiku



la flor enseña

pétalos con sonrojo

al cuervo viejo.


Canción laboral



La cigarra perezosa

sale en busca de fortuna,

por jornada laboriosa

con serenata oportuna.

Lía a oídos vacíos

de calabaza de mando,

con notas de desvarío

el triunfo, le va robando

a la hormiga que labora

hollada por altas botas

su tarea abrumadora.

Con salario de derrota,

el trabajo es ignorado

en tonta mesa de hormiga,

está más solicitado

papel de mimo e intriga.

Pues, para ganar sustento

la faena con bondad

no casa con reglamento,

de industrial actividad,

el compañero de aliento

voló en productividad

de divisas e incremento.


Ferroviarios

¿Qué vives
en tu mundo sobre ruedas…?

Paisajes majestuosos, inalcanzables;
caprichosas nubes;
nieves lejanas;
personajes amistosos,
que apenas te dan la mano;
vivencias;
personas;
anécdotas sin fin…
y un vacío

que lleno con tu mirada.

pbernal
ferroviaros
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miércoles, 18 de marzo de 2009

Hierro y humo 7 (2 de 2)

LOS PAPELES


Escribí en un papel la referencia
de aquel papel firmado por María
y me puse a buscarlo
por los armarios y la estantería.

Amontonados sin razón, sin norma,
(igual que se amontonan -con las prisas
cuando ya llegas tarde sin remedio-
las promesas de amor con una cita),

estaban apilados en tropeles
y una capa de polvo los cubría.
Ocultaban ajenos su presencia
en aquel anaquel de librería.

Manuales de todos los servicios:
del traje, de las máquinas y vías;
de la regulación de las tarjetas;
circulares de normas y tarifas...;

Avisos NEC, informes, dependencias
de reglamentaciones de la vía;
recortes de la prensa; semanarios
con los comunicados que servían…

Sin otra ocupación interesante
(no esperaba visitas),
fui ordenando con vaga indiferencia
las notas de María

y poco a poco me iba dando cuenta,
al par que lo leía,
que aquella impresionante biblioteca
en ningún sitio lógico cabía:

En la memoria, mínima reseña;
en la cartera menos todavía,
y a duras penas en las polvorientas
baldas de librería.

Sumidos en su siesta,
dormidos desde algún oscuro día,
me pareció cruel poner en orden
a la descomunal papelería

y arrugando el papel, le di la espalda
a ese propósito que me movía,
y abandoné la masa que sestea
en la vieja y cargada estantería.

Anoté en un papel la referencia…

pbernal
hierro y humo
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ME RETRACTO DE TODO LO DICHO


Antes de despedirme
tengo derecho a un último deseo:
generoso lector
quema este libro
no representa lo que quise decir
a pesar de que fue escrito con sangre
no representa lo que quise decir.

Mi situación no puede ser más triste
fui derrotado por mi propia sombra:
las palabras se vengaron de mí.

Perdóname lector
amistoso lector
que no me pueda despedir de ti
con un abrazo fiel:
me despido de ti
con una triste sonrisa forzada.

Puede que yo no sea más que eso
pero oye mi última palabra:
me retracto de todo lo dicho.
Con la mayor amargura del mundo
me retracto de todo lo que he dicho.

Nicanor Parra
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martes, 17 de marzo de 2009

Hierro y humo 7 (1 de 2)

CINCO MINUTOS, CINCO


El dividendo niega disonancia
entre quienes trabajan y lo escrito,
e inclina y predispone la jugada:
cinco minutos, cinco. Sólo cinco.

Sobre su mesa el jefe desparrama
papeles como cartas en garito,
y resume, decide, y lo proclama:
— ¡Cinco minutos, cinco! ¡Sólo cinco!

Tiemblan los cielos, gozan los clientes:
aplauden los temores y algún grito
de la cabina. Sueñan que les pasa:
cinco minutos, cinco. ¿Sólo cinco?

Ha limitado el tiempo de los trenes.
Ha roto los proyectos eruditos
de la marcha económica ensayada.
Cinco minutos; cinco. Sólo cinco.

Silba Julio Martín una balada.
Atrás deja los robles y los pinos.
Una bocina suena, ¿falla algo?
(Cinco minutos, cinco. Sólo cinco.)

Remonta la pendiente de La Sagra.
Siente por sus espaldas el pellizco
de alguna luz de alarma:
cinco minutos, cinco; sólo cinco.

Al máximo de amperios va la Rama
y el voltaje no llega a veinticinco.
Frío sudor, la madrugaba fría,
cinco minutos, cinco; sólo cinco.

Rocío disimula la alborada.
Moja la vía: viene como un pingo,
como una pista donde deslizarse
cinco minutos, cinco; ¿sólo cinco?

Pasean por la vía cinco toros.
Con arte los torea Martinito.
Un bravo mira desde la alambrada…
(Cinco minutos, cinco; sólo cinco.)

Manolito Castaño le convoca
con un sutil aviso:
"— Cambiamos de bloqueo en Calatrava…"
(Cinco minutos, cinco. Sólo cinco.)

El Técnico de turno le concreta:
"— Soy Cano. Cuando llegues a destino,
me cambias a la cuatro cinco Ramas…"
(Cinco minutos, cinco. Sólo cinco.)

De Córdoba a Sevilla vuela el "bala",
tumbos va dando, tumbos y hasta brincos,
y en sus ojos clavados alfileres,
cinco minutos, cinco; sólo cinco.

El asiduo viajero rememora
la vela que le puso al Santo Cristo
de la Vega: sueña que se retrasa
cinco minutos. Cinco, y un poquito.

pbernal
hierro y humo
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lunes, 16 de marzo de 2009

Hierro y humo 6 (2 de 2)

ESPECIALISTAS


De sombras y de grasa salpicados,
el andar reposado, decidido,
mono amarillo, guantes protectores,
parece que desprecian el peligro.

Avanzan los andenes confiados
atentos al reclamo y los sonidos
de la radio -colgada en su cintura-
de los trenes que llegan a destino.

Discuten la estrategia de su arte,
mensajes se transmiten al oído,
patean sin reservas el balasto
y al tope lo tutean como amigo.

Maestros en el quite,
son los topes su más fiero enemigo:
un tren que retrocede
es toro resabiado y resentido.

Su gran virtud es ser desconfiados,
que cada cual responde de su sino.
Hay que vivir alerta. Los planetas
ni mueven ni deciden su destino.

Entonan bajo el sol su duro canto.
Embarra la tormenta su camino.
Disfrutan de la brisa
de la mágica noche en el estío.

Con el sol, las estrellas o las nubes
pasan sábados, fiestas y domingos
indiferentes a los elementos;
viven su singular estoicismo.

Son nobles; responsables; esforzados.
Trabajan con entrega y sacrificio.
Tratan al tren como si fuera suyo.
Rezan al dios del vino.

pbernal
hierro y humo
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domingo, 15 de marzo de 2009

Hierro y humo 6 (1 de 2)

NOCHES DE ANDÉN


Suben y bajan cantando
a la luz de las estrellas,
nueva luna, luna bella;
negra noche; negro canto,
que cantar causa quebranto
al dolor y a la tristeza.

Luces suben, luces gritan
en el tablero de mandos,
dicen, vienen indicando
con insistencia velada,
arena que se derrama,
horas que van atajando.

Bajan, suben, se detienen
y sacuden la pereza,
van encajando las piezas
laberinto del trabajo,
y las horas van pasando
sin gloria, fatiga y pena.

En la línea de poniente
hay estrellas que se marchan
mientras susurran y cantan
sus historias de misterio,
ceniza de cementerio,
porque tarda la alborada.

Viene la nube. Descarga.
Relampaguea en lo alto,
nacen arroyos de barro
al borde de la trinchera,
y del Cerro a la primera
siguen subiendo y bajando.

pbernal
hierro y humo
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sábado, 14 de marzo de 2009

CITA A CIEGAS

Abro la llave a lo desconocido
en una cita de contestador
me envuelvo en atrevidas galas,
una orquídea besa mi chaqueta,
los zapatos y bolso a juego,
completan el disfraz.
Los nervios golpean mis piernas,
te dejo
un último mensaje,
con un si, de acuerdo, nos vemos
gracias por tu llamada,
tiemblo ante cita clandestina,
todo es posible,

Corro a tú lado.

Hierro y humo 5 (19 de 19)

ROMANCE DE LA LOCOMOTORA 4000


Aunque la historia no es vieja,
es un cuento trepidante
el de la máquina verde,
verde, redonda, muy grande.
Impresionaba mirarla.
En las noches de puñales,
rodaba sobre la sombra
con reflejos de diamante.
Dos motores equipaba
silenciosos y triviales.
Su cabina, bajo el techo,
ojos ponía triunfantes
en lo alto, junto al faro
y los amplios ventanales.
Era fría con el frío,
y en el calor, abrasante.

El faro central deprime,
los pilotos, figurantes.
Cadenas en el testero,
topes, gancho… Por delante
brida en el gancho embridada.
La de atrás, al tren: quilates
eran su fuerza y su brío
cuando arrastraba un embarque.
Silbato de doble tono
musical. Un disparate.
Y el SIFA, y el zumbador
para evitar el desmarque
de un maquinista dormido…
Una máquina de empaque.

Para el exprés la trajeron.
Velocidad. Sin ambages,
aunque fallaron el freno:
eran otros tiempos, madre…:
había que pelear
con el vacío y el aire.
Velocidad; toneladas
como plumas al arrastre,
para viajeros. Paradas
pocas, de breves instantes…

Siempre de noche. La noche
eran órdenes, señales,
cruces, túneles y curvas;
rampas; bajadas; rasantes…
Los hierros, cuando crujían,
era cuando el lubricante
de la pestaña faltaba,
y buscaba libertades:
arañaba con deseo,
hierro contra los metales…

Cuantas lunas… Amarillas,
pardas, pálidas… Rosales
de cementerio. La lluvia
encharcando tristes calles
vacías desde la sombra,
negras, oscuras, brillantes,
espejeando fantasmas
de luces de sol y baile…

Y la máquina, despierta.
Esperando. Por el valle.
Responde a todo. Lamenta
su maquinaria ser alguien
cuando, veloz, se concentra
en sus circuitos de aire,
en sus tubos de presión,
en su cerebro de carne;
ese que va regulando
con el reloj su descarte.

La mañana siempre llega
con la luz. Y los pesares
de la noche se prolongan
hasta tarde.
La chimenea descubre
que puede manchar el aire,
y nubes de gas ardiente
vuelca sobre los trigales.
Va por la orilla del río.
Cruza plantíos, frutales,
y emponzoña con el humo
sembrados y melonares…
No es de vapor esta máquina.
Es Diesel; pero ya es tarde.
Gasta como una Montaña
de Fuel o Carbón. Y sale
mucho, mucho más barata.
Hasta que, rota, se pare…
Porque no descansa nunca,
muchos kilómetros hace
sin descansar: la repostan
y a la calle.

Hemos cruzamos el Jalón.
Vamos al Ebro. Ya sale
el sol por el horizonte.
La máquina, infatigable.
Humareda va soltando,
aceite quema, ya sabes,
tantas horas de trabajo
tantos días, tantas tardes…

El destino ya se acerca.
Calanda, desierto. Aves
carroñeras en el cielo.
Y el Ebro sigue adelante.
Túneles. Siete Enanitos.
Simas. Almendros. Ciudades
aparecen a lo lejos,
frescas, lozanas, flagrantes
con sus castillos de piedra
rotos. Con sus estandartes
ondeando a la mañana…
Es Mora de Ebro. Mediante
Dios, una Chispa releva
a esta máquina tan grande.

El puente de hierro. Vamos.
Entramos en los bancales.
En el andén me detengo,
y abandono a mi gigante,
que la potencia del hierro
merma mis fuerzas vitales.
Aquí termina mi cuento,
el de la máquina grande,
que sigue con otro dueño
por otros cañaverales.

pbernal
hierro y humo
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viernes, 13 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (18 de 19)

HISTORIA DE LA LOCOMOTORA ARGANDA


Las traviesas, sufridas, silenciosas,
cubiertas de malezas y de malvas,
soportaban el grave deterioro
de maquinaria y vía abandonadas.

Enamorados del carril y el hierro,
del tirafondo, el humo; de la grasa
soñaban aumentar su compromiso
en la municipal nave de Arganda.

Buscaban por Depósitos despojos,
por minas, por canteras, por quebradas,
y en esa vía muerta
descubrieron, atónitos, la máquina.

— Es cero treinta. No precisa tender.
— Toda la chapa está deteriorada.
— Parece una maqueta, de juguete.
— Debemos intentar recuperarla...

Bajo la lluvia mansa, sobre un trailer,
por carretera fue llevada
desde el olvido de la indiferencia,
a la dedicación emocionada.

Era una tarde azul. El sol fulgía
en el cemento frío, blanda cama
donde depositaron su trofeo
en la nave, a orillas del Jarama.

Manos diestras con fe, con insistencia,
deshilvanaron tubos, bielas, chapas,
y con sudor, fatiga y entusiasmo,
reconstruyéronle su maquinaria.

Cada pieza sufrió la misma suerte:
la desmontaron para analizarla…
Copiaron las que no tenían forma:
las rotas, inservibles y gastadas.

Buscaron con afán escrupuloso
los planos de la máquina oxidada,
y aquellos ya perdidos
los inventaron en una pizarra.

Algún trasplante hicieron, necesario
para que su función desempeñara…
Así lograron con tesón e ingenio
reconstruir la máquina soñada.

Una mañana fría de noviembre,
con la emoción prendida en sus entrañas
y en su mirada el gozo,
corrieron a encenderla y a probarla.

Con agua le llenaron la caldera,
carbón, leña, cariño en cada arca;
prendieron el hogar, y un fuego vivo
nació con emoción en llamaradas.

Se despertó la fiera con dulzura
entre nubes del humo y de la grasa:
Vesta con sus donceles se movía,
milagro del vapor, en la explanada.

Una estela dibuja, cristalina,
en la fría mañana soleada,
velo mezclado con el gas ardiente:
su corazón de hierro palpitaba.

Asciende la presión. El agua hierve.
El hierro despereza telarañas.
La diosa se envanece
por sus admiradores rodeada:

lubrican bielas, rótulas, tirantes,
las mechas verifican, afianzan
aceite a las manguetas, y vigilan
agua, carbón, presiones, leña, grasa...

Han montado la vía
en el asfalto de la carretera,
y azuzan sus corceles
hacia la instalación de la Poveda.

Del Río, con su diestra, toma, gira
la palanca que fija, y balancea,
la biela del sector, para que rueden
hacia delante, o hacia atrás, las ruedas.

Afloja el freno. Con saber prudente
maneja la palanca que lidera
al distribuidor, y deja paso
de vapor al cilindro. Su carrera

empuja su pistón, libera, guía
al vástago, y el vástago a la biela,
y la biela, en su giro descendente,
imprime el movimiento hasta la rueda.

Vertiginosa, corre a quince o veinte,
endiablado vaivén llevan las bielas,
y un tranquilo pulsar de gas caliente
corona sin cesar su chimenea.

Dos vagones arrastra por la vía;
con la galga y el pito suelta y frena.
ARGANDA le pusieron por apodo,
y tiene su "guarida" en La Poveda.

pbernal
hierro y humo
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jueves, 12 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (17 de 19)

LA HORMIGONERA


El caso le tenía deprimido.
Debía resolverlo de un plumazo.
Consideraba un excesivo costo
aquel motor que siempre está parado.

Buscando la expansión aleatoria
que rentabilizara más el caso,
aquel gestor osado, decidía
comprar de la chatarra dos cacharros.

Limpió las telarañas del olvido.
Recuperó papeles; y los planos;
y, para completar su decisión,
ordenó que pintaran los dos trastos.

Pusieron el color corporativo:
mezcla de leche con el de los TALGO,
sobre los viejos tonos verde oliva,
anclados en la sombra del pasado.

Son dos locomotoras aguerridas
los hierros del desguace rescatados;
quiere que se utilicen sus servicios
para la maniobra de los Talgos.

Por su origen le llaman "la francesa".
De lejos es pariente de la Rama.
Se proponen, dicen esos que opinan,
sacarle buen dinero a su chatarra.

"Algo se pierde en calidad de vida.
Hay que reconocer que son dos zarrios.
Lo cierto es que, con estos dos inventos,
diecinueve millones nos ahorramos”.

“Los trenes, todos andan por la vía,
da igual que sea más o menos ancha.
El maquinista viene y va y los lleva
y los conduce por donde ellos vayan…"

Darán, acelerados, los cursillos
en la forma y el tiempo, de manera
que la plantilla quede autorizada
de la vana y grotesca Hormigonera.

Después ofrecerán su maquinaria
al ente Operador que mejor pague.
Buscaba el beneficio; cobrará
en dinero, favores…, ¿quién lo sabe?

pbernal
hierro y humo
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miércoles, 11 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (16 de 19)

HABANERAS DEL CALDERO


Dicen las lenguas de doble filo,
las que murmuran de los demás,
que no tenemos muy buen estilo
cuando volvemos de maniobrar.

Mucho nos miran al desplazarnos
por los andenes de dos en dos,
por la figura que presentamos
cuando bajamos de ese motor.

La sucia grasa de este Caldero
pesada y negra, y espesa es,
brillo y reflejos le da a mi pelo
y osadas alas le da a mi pie.

Cuando pasamos por el pasillo,
cuando pasamos por el motor,
roza la manga, la gabardina,
los pantalones y el chaquetón.

Si remolcamos un tren de piedra,
o si pasamos el Cambiador,
aceleramos con la cautela
que nos exige la situación.

Rugen los frenos, chillan las ruedas,
feroces braman en el motor
dos mil caballos que se cabrean
cuando le das aceleración.

Silencio guardan en la primera,
si tu trabajo ya terminó,
dormidas quedan las fieras fieras
que lleva dentro de su motor.

pbernal
hierro y humo
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martes, 10 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (15 de 19)

EL CALDERO

Es tranquila, cadenciosa.
Gris y blanco son su atuendo.
Es atractiva por fuera,
y farragosa por dentro.
Sus bajos, de negro y grasa.
Su motor, potente, lento.
Torpe, pesada, tranquila
marcha con poco salero.
Si la comparas con otra,
se le adivina un bostezo…
Con sus límites y pegas,
es versátil. Yo la quiero
por su virtud, arrastrando
trenes de trigo o de hierro.
Por su fragor, cuando tira,
todos le llaman CALDERO.

pbernal
hierro y humo
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lunes, 9 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (14 de 19)

LOCOMOTORA 252

De comunión vestida,
con blanca indumentaria
de raso y fina seda,
y la melena gris desmelenada,

surcas altiva,
cuando despunta el alba
sobre la escarcha nueva,
la Serranía de la Alcudia brava.

Escalas la subida,
vadeas la garganta
y bajas la pendiente
a un tren de pasajeros amarrada,

y en servicio suicida,
exploradora aislada,
determinada cruzas
por túneles, las crestas arboladas.

Ofreces a la vida
tu mecánica entraña,
y oscilan de alborozo
tus venas y circuitos de informática.

Con obediencia y mimo
atiendes la demanda
del ser que te domina,
ese con quien compartes filigranas:

hasta Sevilla trenes
y maniobras variadas,
y ayer, por seguidillas,
un TALGO desde Córdoba la llana.

pbernal
hierro y humo
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domingo, 8 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (13 de 19)

CANCIÓN DE CUNA
(para una RAMA)

Duerme la Rama
sobre la vía.
Duerme la vía.

Duerme La Sagra
donde dormía
la Rama mía.

Negra la Rama;
negra la vía
donde dormía.

Duerme en La Sagra
sobre la vía
la Rama mía.
La Rama mía.
La Rama mía.

pbernal
hierro y humo
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sábado, 7 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (12 de 19)

11 MINUTOS

En el kilómetro cero

a moverte empezarás.

Al salir pasa los cambios

a poca velocidad.

Cuando pases bajo el puente,

la pendiente notarás,

siendo al punto necesario

hasta cien acelerar.

Por el primer viaducto

deberás estar alerta:

el hermano LeZetaBe

permite ciento cuarenta.

Para que salgan las cuentas

con el debido rigor,

a más de ciento cincuenta

pasa el cambio de tensión.

Por el túnel de Perales

acelera hasta doscientos.

Por Los Gavilanes, pasa

a dostreinta y manteniendo.

Cruzarás la carretera

y el ancho nacional de ferrovías,

por donde van los coches y los trenes

camino de Madrid y Andalucía...

En el kilómetro veinte

termina el doscientos treinta,

y podrás acelerar

buscando los dos setenta.

Doscientos cincuenta por hora

debe ser por Parla tu velocidad;

y en once minutos, (por el veinticinco),

con el dos setenta, le podrás cerrar.

Atrás habrás dejado

el bosque tropical, mamparas, vías

de la Puerta de Atocha,

esa que antes llamaban Mediodía.

pbernal

hierro y humo

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viernes, 6 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (11 de 19)


EL RAP DE LA RAMA

Subimos, y lo primero
es mirar lo del fichero
por si hubiera novedad.
Y después,
según lo dice el francés,
hay que darle un puntapié
al botón
colorado bermellón
que dice: "anulación
de la alimentación
del convoy".
Luego se conectará
y se desenclavará
la BL del panel:
La bocina sonará
y nos ensordecerá
al mezclarse como un trueno
al aparato del freno,
que al rearme
de inmediato callará.
Seleccionamos paraguas
y que suba se le ordena
observando los efectos
en escalas y verbena.
Comprobamos la tensión;
le damos al disyuntor:
rearmamos con tesón;
miramos si las gemelas
ya se fueron de la escena
y pasamos a crear
la presión para frenar...

A los cinco o diez minutos
de empezada la función,
le pulsamos a la K
y hacemos comprobación.
Y después, a proseguir,
pulsando la C y la I
para ver si se lo sabe
el sistema LeZetaBe.
(Yo no sé si te lo cuento
o quizá, mejor, lo digo:
hay que comprobar que el muerto
actúa bien como vivo.)
Y después a Vigilar
a la vez de Liberar
disponiendo la función
para la circulación:
comprobamos la tracción;
las luces de dentro y fuera;
el teléfono del tren
y el teléfono de tierra;
introducimos los datos
en una caja que cuenta,
del armario de las luces
situado en la trastienda...
Con el libro manual
se completa el escenario
y bajamos para ver
el acceso y numerario
de los viajeros del tren
(y la limpieza también).

Cuando se acerca la hora
hay que irse a la cabina;
mientras la espera,
se ultiman los detalles
hasta que suenan
dos toques de campana
que desde el tren te dicen:
adiós y hasta mañana.
Sin perder un segundo,
con la siniestra aflojas la pestaña,
mientras la diestra gira con esmero
el inversor, el selector
y el mando que libera
los caballos de potencia
que la blanca bestia encierra.

Se mueve el artilugio:
los amperios se suben unas rayas
mientras con el manubrio
con cuidado controlas la batalla…
Silban y rugen, fieras,
sobre el acero duro de la vía,
las mil caballerías y las ruedas.

Y la aguja amarilla
al escondite juega con la roja:
(aunque no pueden verse,
no puede estar la una sin la otra.)
Retumba la bocina caprichosa
en el cambio de fase;
desarmas el rearme de la cosa;
y cuando pasas, vuelves al rearme.
Atrona el hombre muerto;
te llama el súper desde el infinito;
tomas notas, controlas los caballos,
el nivel de tensión…
LeZetaBe te avisa con su pito;
y si no estás despierto
y la roja le gana a la amarilla
en su loca carrera hacia…, otro sitio,
el tren se te detiene
y te pone de inútil con sus gritos.
La curva, la parada;
la súbita escalada del amperio
o la bajada al límite inaudito
del nivel de tensión del voltiperio.
Que si falla el paraguas;
que si la roja y gualda no se apagan
y el aire se te baja, el muy tunante,
de forma acelerada y alarmante…
El cambio de rasante,
(aquí le cierro o abro en un instante)
kilómetros a vela
para que luego una parada intempestiva
te rompa los esquemas.
La niebla espesa;
el sol, que te deslumbra;
el faro, que ilumina,
pero que ni en la oscura noche alumbra…
En el panel siniestro
una luz se ha encendido:
de defecto.
Un bloque se bloquea:
o bien en freno, o en tracción
o en lo que sea.
¡Y la marcha seguimos tan pimpantes!

Con el dorso de la mano
nos limpiamos los sudores
olvidamos las fatigas
las oscuras desazones,
y se busca en la bajada
ese segundo que parece nada
y que permitirá llegar adelantado
al cliente, que viaja confiado,
ignorante, tranquilo, descansado,
sin saber el ladino
lo que hay que hacer para llevarlo a su destino.


pbernal
hierro y humo
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jueves, 5 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (10 de 19)

CAMINANDO

Camino de Sevilla va la Rama
causando sensaciones y sorpresa
al niño y al anciano y a la dama.

De Córdoba camino llevo yo
(con gente, con viajeros, con vagones),
un Talgo con la Doscincuentaidos.

Camino voy, subido en el Caldero,
de Mora, con vagones por la vía,
regándola de piedra con esmero.

Subo y bajo del Cerro a la topera
las máquinas y Ramas. Y trabajo
con una impresentable Hormigonera.

Un sábado, montado en la "francesa",
camino de Aranjuez o de Toledo,
iré con ese tren: el de la Fresa.

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hierro y humo
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miércoles, 4 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (8 y 9 de 19)

AVE ENJAULADA

Ave que vas confinada
por los cables y la vía,
sin alas ni anatomía
para volar descuidada.
Ha quedado ensimismada
por tu vuelo una paloma.
Se ha detenido en la loma
aledaña a la trinchera,
y en la ruta persevera
seducida por tu aroma.

AVE ENAMORADA

Desde la cresta quebrada
que corona la trinchera,
te mira cascabelera.

Súbitamente apareces
por el túnel, con tu marcha
tan fría como la escarcha,

y aletea la paloma,
del estanque a la rivera,
presa de la primavera.

Una mañana florida
que volaba por la era,
se prendó de tu carrera.

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hierro y humo
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martes, 3 de marzo de 2009

ANGELA SEGOVIA V PREMIO FELIX GRANDE



FUNDACION CENTRO DE POESIA JOSE HIERRO

La Fundación Centro de poesía José Hierro tiene el placer de comunicar a todos sus amigos que nuestra alumna Ángela Segovia, ha merecido el V Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande.
Ángela Segovia Soriano, de 21 años, nacida en Las Navas del Marqués (Ávila) y estudiante de Publicidad en la Complutense es la flamante ganadora del V Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande 2009, dotado con 6.000 euros y que incluye la publicación del libro dentro de la colección literaria Universidad Popular, patrocinada por el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes.
El jurado, compuesto por Luis Alberto de Cuenca, Ignacio Elguero, Luz Pichel y Manuel Romero Mancha emitió el fallo por unanimidad y destacó el alto nivel de las obras presentadas al certamen, entre las que destacó ¿Te duele? La ganadora Ángela Segovia considera “demasiado difícil definirse a uno mismo”, pero describe su poesía como “una secuencia de imágenes con potencia, como si fueran la secuencia visual de una poesía surrealista”. Con anterioridad, ha publicado en el taller de Poesía José Hierro de Getafe, y en Cuadernos del matemático. También ha ilustrado el libro Torrijas y balas, de Miguel Ángel Martín.
La autora ya se ha comprometido con la concejala de Cultura Mar Escudero a retirar su premio en el acto que como es tradicional se celebrará próximamente en el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes.
En nombre de todas las personas que hacen posible la Fundación, personal, alumnos, profesores y amigos:

¡FELICIDADES, ÁNGELA!

Hierro y humo 5 (7 de 19)

EL AVE

Volando va por la vía
leve y ligera su marcha,
atravesando la escarcha
en la mañana sombría.

Como el viento se desliza
cuando sube la pendiente,
por la sierra, por el puente,
por el llano y la pedriza…

El ajeno pasajero
alimenta su ilusión,
reposado en su sillón
a la marcha de crucero.

Cuando llegue a su destino
le alcanzará descansado,
perplejo de haber andado
tan corto y largo camino.

pbernal
hierro y humo
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lunes, 2 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (6 de 19)

A RAS DE TIERRA

Avanza, corre que vuela
a ras de tierra. Parada
delante de la señal,
una máquina descansa.
Mercancías encabeza
que quizá lleguen mañana.
Circula por una vía
en la que las ruedas saltan.
La transitan raros trenes.
Hay pereza en transitarla…

En una estación, un banco.
Descansa gente cansada
de esperar al tren . No llega
y pasa el tren que no para.

Hay una fuente y un árbol,
una zona ajardinada
de primavera, con puertas
que siempre tienen cerradas.

Y el tren que pasa volando
y polvareda levanta,
desaparece. La gente
del banco pasa, y se marcha.

Y corre, corre que vuela
el AVE, con alas blancas.

pbernal
hierro y humo
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domingo, 1 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (5 de 19)

REGIONAL

Con rechinar temible
cruza la travesía;
atroz, atormentado
asciende la colina
llevando en el riel
su carga colectiva.
Se para aquí, y arranca
-lo suyo es anarquía-
y en la de más allá,
llevado por la vía
a su tran tran, tran tran,
aparca en una encina;
y bajan los viajeros
y suben con gallinas,
y sigue hasta el final
entre penas y ortigas,
y todo -gente, monte,
arroyo, fantasías…-
el regional reparte
con polvo de la vía.

pbernal
hierro y humo
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