miércoles, 31 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 2(3 de 6)

10.- Octubre, octubre
(año 2003)
En este octubre del tres, con resonancias de lujo,
a pesar de algún revés, se nos abren horizontes
hacia nuevas experiencias, hacia el mundo proceloso
de las obras faraónicas, de los desiertos vacíos,
de las rampas colosales y las pendientes inmensas,
de la función demostrada (a pesar de algún revés),
con flecos aún por cubrir, pero con ese entusiasmo
que distingue nuestra obra cuando enfrentamos la vía
a los retos esperados (a pesar de algún revés),
con la emoción de seguir haciendo la historia nuestra,
y avanzar pausadamente en el deber, y cumplir
lo prometido al futuro (a pesar de algún revés).

La Tribuna manifiesta deseos de su dominio
en su hacer de pioneros que los kilómetros suman
un día tras otro día, semanas, meses… El tiempo
no pasa en balde, y demuestran su valor y su coraje
en las alas del destino, esculpiendo en el balasto
sus nombres, que antes marcaron en la picota del mundo,
y ahora figuran, ufanos, en los anales del AVE.

A pesar de algún revés.

pbernal
desde mi cabina
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martes, 30 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 2(2 de 6)

9.- Lanzadera

Al sol le falta tiempo de dar los buenos días.
La densa niebla llena los tránsitos de Atocha.
Los trenes, encendidos, alumbran las ventanas.
Viajeros despistados recorren los andenes
con caminar aleve mirando atolondrados:
temen subir en otro perdidos en el tiempo,
y miran previsores al tren y a su billete.
En el andén parados, a un lado y otro lado,
convoyes nebulosos esperan su partida.

En el sutil goteo que marcan los clientes,
camina el tripulante*, con puños en los ojos.
Y sube equivocado en uno posterior.

Viajeros que soñaban con un café cargado
mecidos por la brisa y al son de su vaivén,
descubren la persiana de la cafetería
cerrada a cal y canto, y nadie a quien pedir.

Y el mozo tripulante, al ver que se marchaban
las luces enfrentadas a las de su lugar,
dudó por un momento, y casi se desnuca:
-¡maldita sea mi estampa!-. Pensó, cuando se iba,
que el tren retrocedía. ¡Que se iba para atrás!

* Tripulante: persona que atiende la cafetería en el tren, (en este caso, lanzadera).

pbernal
desde mi cabina
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lunes, 29 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 2(1 de 6)

8.- Admonición

Aire, Tierra, Fuego y Agua,
principios de la existencia;
Luna, Sol, Planetas…, Dioses
que desde el cielo gobiernan;
nosotros que roturamos
a tiempo la sementera,
y como el yunque sufrimos
golpes, granizo, molienda…,
¿qué pecado cometimos
para tanta penitencia?

pbernal
desde mi cabina
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domingo, 28 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 y (7.12 de 7)

12 -------

La niebla me acompaña: navego una laguna.
Un bando de palomas acosa la pradera.
Tonalidades ocre resaltan en el pasto.
Palacios y alquerías en algodón pardean.
Del páramo desierto emergen los almendros
vestidos de tristeza.
Una tribu de encinas acampa en un otero.
Pinceladas de olivo se recrean.

Sobre la bruma pálida, una muralla oscura
vacía de colores avanza por la selva.
Pasiva y desdeñosa, afirma el horizonte.
Es la montaña. Quiere, deshilachada y terca,
detenerte en el llano. No te preocupe, Máquina:
conozco una vereda.

pbernal
desde mi cabina
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sábado, 27 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.11 de 7)

11 -------

Hay un espejo reflejando el cielo,
azules de pastel y de acuarela.
Minas abandonadas. Horizonte
donde se alternan túneles, laderas,
valles, cerros y bosques; abanicos
abiertos y cerrados.
Se rebela,
bajo el ciempiés del viaducto, el río
breve, tranquilo, llano…; centellea
en su saber estar hasta el estío,
que se lo ha de beber en una siesta.

pbernal
desde mi cabina
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Diciembre mazapán
Escarcha, luz de azúcar,
Tristeza contenida.
Fechas para los ojos
Que no saben de números.
Somos recién nacidos.
Navidad y un deseo
de empezar. Empezar…

un beso
Tirsa
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viernes, 26 de diciembre de 2008

Salvapantallas



Este jardín secreto, es mi refugio,

en los días de manos frías,

y sonrisas sin manto,

me pierdo en este edén

buscando su cobijo,

me fundo entre sus ramas,

con pétalos de besos,

siento en mi piel, el roce

de su esfera de fuego,

me acarician sus rayos,

izándome con sus reflejos,

las hojas me susurran,

en este ambiente de complicidad

las hierbas dan su alfombra,

a derecho camino,

los escalones, ponen final a un oasis,

lejos, terreno oscuro.

Me niego, a dejar este sitio,

temo perder otra vez el trayecto,

me olvido por unos instantes

de todo,

toco su cama de esperanza,

me he ido,

de la oficina, de sus lazos,

estoy en el salvapantallas.

Milagro en Navidad


(fELIZ NAVIDAD A TODOS).-


El esplendor de la madrugada envuelve al cieno

con señales de piedras preciosas,

la mañana tapa brumas de trabajo

con rayos de estimulo,

lluvia de nácar, en mares de tormenta,

bajel de deseos, con heridas de naufragios

por viajes sin premio,

hazañas entre los humos,

magia de rimas, en un caos de letras.

Aceras de gente secuestrando el aire.

Busco, soplo de oxigeno

en autobús sin trayecto,

por calles de nombre nuevo.

Pido, un ángel de milagro

en esta historia de bolas,

donde los cuentos existen,

narrados en la pantalla

de una programación navideña.

Con un abrir y cerrar de párpados,

mando mi deseo

una estrella, brilla en mi hombro,

ahí tienes tu regalo,

Papa Noel me hace un guiño

apago el televisor.


desde mi cabina, 1 (7.10 de 7)

10 -------

Por debajo va la vía.
Encima, la catenaria;
y a los lados, como rejas,
mil columnas como lanzas.

Como un oso, prisionero,
salta mi tren en su jaula.

pbernal
desde mi cabina
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jueves, 25 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.9 de 7)

9 -------

Cercas de hierro
jalonan el talud de la montaña.

No quieren que se escape por el monte;
no quieren que dialogue con el alba;
no quieren que se junte con la nieve,
ni a la paloma blanca…
No quieren que se suba a las encinas
mi máquina.

pbernal
desde mi cabina
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Villancico romanceado del portalillo en crisis

Llegaron los pajes,
mulas y camellos,
los músicos chunda
tachunda en estéreo.

Y haciendo ese ruido
propio de un estreno
fingiendo tarimas
tres mil carpinteros.

Siempre, que a estos casos
pintan calvo ejemplo
comisiones varias,
gente del gobierno:

Bien representando
corte o parlamento
montados en coches
llegaron a cientos,

De medallas y orlas
generales llenos,
artistas los muchos,
poetas los menos.

Mozas y pastores,
ediles, serenos,
cantantes, mi abuela,
y un señor de Priego.

Y casi cerrando
tal desfile austero
llegaron los reyes
casi para adviento.

La estrella, golosa
sobre el firmamento,
sacaba mil flashes
por tan magno encuentro.

Unos daban palmas,
otros daban miedo,
unos, medio a gritos,
discursos y besos.

Y entre el regocijo
de la plebe inmersos
otros se aliviaban
del vientre los vientos.

Con tanta prosapia
de la curia en pleno
no faltaron faldas
que elevar su vuelo.

Con tanto palabro
saludo y progreso
la banda tocaba
su larailolero.

Desde una ventana
que daba al tercero
de la pensión Gómez
muy próxima al centro

San José miraba
con asombro inmenso
aquel triquitraque
de estulticia en pleno.

La Virgen lavaba
como dice el cuento,
solo que ante el grifo
del lavabo austero.

El Niño en la cuna
jugaba discreto
con un buey de goma,
la mula de yeso.

Y en conserjería
un arcángel de esos
con trompeta al cinto
pensaba en lo bueno

de haber colocado
en el portal, dentro,
aquellas figuras
de cartón y fieltro.

Desde su ventana
San José, perplejo,
como siempre, en crisis
ya no daba crédito.

Urceloy / diciembre de 2008
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miércoles, 24 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.8 de 7)

8 -------

El sol a ras de tierra.
La sombra se adelgaza
y un árbol llega
hasta la redondez de la montaña.

Mi Córdoba de aleja, y un estanque
resume la quietud de la mañana
mostrando por el suelo
trazos de nube cenital. Cabalga
sobre la dura rueda y el carril
mi alma.

pbernal
desde mi cabina
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La Navidad nos recuerda
que no es flor para un momento
ni nieve sobre la tierra;
pues debe ser todo el tiempo
una acción de amor que mueva
corazón y pensamiento.
***
Con mis mejores deseos para el 2009,
y todos los que vengan.

Eladio San Juan Brasero.

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martes, 23 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.7 de 7)

7 -------

Suena la radio. Gritan su consigna
los de la maniobra de mañana*.
— ¡Engancha!, ¡junta!, mira a ver si afloja!
¡Atiende la señal!, ¡despacio…!— Cantan
una canción resumen de sus horas,
de cada turno, de cada jornada,
de cada día y mes, de cada año
entre hierros y topes, entre grasa
pisando légamo, balasto, hielo…;
deshumanización es lo que cantan.

pbernal
desde mi cabina
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lunes, 22 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.6 de 7)

6 -------

Rufo salta cabriolas
y se pone de pie sobre sus patas,
y se sube a mi pecho,
se abalanza
enloquecido porque ha descubierto
alguien con quien jugar — ¡átalo, anda!,
no sea que le dañe sin quererlo
con la máquina…

pbernal
desde mi cabina
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domingo, 21 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.5 de 7)

5 -------

La Luna no ha salido.
Esta noche, la Luna, de parranda.
La Luna no dibuja en el tablero
trazos evanescentes, de esmeralda,
de azules. De destellos
de catenaria.
La Luna no ha salido, y un lucero
acude a mi llamada.

pbernal
desde mi cabina
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sábado, 20 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.4 de 7)

4 -------

Bancos de niebla cubren los caminos.
Bancos de niebla cubren las calzadas:
bancos, bloques, montañas; algodones
para cubrir, pegados de legañas,
heridas en los ojos. Las farolas
despuntan: desdibujan la distancia
situando los pueblos, las aldeas,
marcadores de vidas y de casas
en el silencio. Gimen los raíles
si se besan la curva y la pestaña.

pbernal
desde mi cabina
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viernes, 19 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.3 de 7)

3 -------

En el trescientos, “Churreteles Bajos”,
se me abre la montaña
al valle
diáfano de bordes de naranja.

Estratos desvanecen
los sueños de mi Córdoba la llana
cubierta por el bozo
de la mañana.

¡Qué noche más difícil! -Como todas-.
Aún no se ven los árboles. La nada
oculta con azules
el verde del carrasco y de la jara.

Pero un aura refleja
el horizonte que al nacer estalla.

pbernal
desde mi cabina
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jueves, 18 de diciembre de 2008

LLUVIA

La niebla,
en un día donde las horas
se arrastran sin aliento
por torcidas baldosas,
de un calendario sin sorpresa
en un tiempo sin frutos.
Hay nubes de borrasca
en ojos de comida.
El viento, silba su aire de cupido,
a cafetera sin afrodisiaco,
una sonrisa con hechizo,
envuelve los murmullos,
de unos disparos de azabache
en busca de ente solitario.
Las cuencas sin vida despiertan
ante milagroso colirio,
La magia flota
en este cuento sin final feliz,
La lluvia cae.

desde mi cabina, 1 (7.2 de 7)

2 -------

En el túnel catorce,
-“Piedras Blancas” parece que se llama-,
hay una fuente limpia.
Hay una fuente clara.

Ellos
quieren secarla…

(No es el túnel catorce.)
(No es el de “Piedras Blancas”.)

pbernal
desde mi cabina
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miércoles, 17 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (7.1 de 7)

7. 1 Noche sin luna

1

Rompe la noche el faro. La penetra
por el desfiladero de la vida.
Ella quieta, callada; como muerta.

De pronto la alborada.

pbernal
desde mi cabina
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martes, 16 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1(6 de 7)

6.- La señal

En el mástil, tajante,
cierra el paso una valla.
La ley es inflexible:
aquí todo se para.
El tiempo se detiene.
Es ya noche cerrada.
Hasta el aire se llena
de misterio y de farsa,
y el reloj se acelera
en loca galopada.
Rumor. Silencio roto.
Preguntas. Suspicacias
en el pequeño nicho,
sujeto a la mirada
de luces y botones,
relojes y pantallas
inútiles en medio
de la engañosa calma.

Solo los ojos solos
de quien dice que manda
vigilan el futuro
del mástil y su guardia,
absortos en el rojo
de su testuz sin alma
que cierra los postigos
al pie y a la esperanza
del giro de la rueda
al hierro encadenada.
Silente queda el grito
de bestia encarcelada.
Quebrados los impulsos
del pájaro sin alas…

El tiempo, detenido,
se rebela, reclama,
y desde la consola
replican las campanas
de otro mundo lejano
para el que todo es raya
-continua, diagonal,
paralela, cruzada…-,
y luces que se encienden;
y luces que se apagan.
Sentado en su consola
atiende la llamada
y en un susurro dice:
— Perdona, camarada;
me despistó el arrullo
de una sutil balada;
ya mismo te despejo
esa señal cerrada.

Y en el mástil, la verja
alegre se levanta
con aire de colores,
perdida la jactancia
del rojo que prohibía
al tren seguir su marcha.

pbernal
desde mi cabina
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lunes, 15 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 (5 de 7)

5.- El tren

Rueda la rueda, y rueda.
Rueda y sigue rodando.
El maquinista, al frente;
el mundo hacia otro lado.

Margaritas deshojan hechizos de tarde vencida.
Densas trazas de nubes rojizas reprimen su llanto.
Rumores discretos acechan.
La retama perfuma el ocaso.
Plata y lumbre de hierro, los puentes encienden
resplandores que ceden veloces por sendas, por prados.
Los pueblos y aldeas son puntos brillantes en la lejanía,
mientras el maquinista lleva el tren con pericia y cuidado.
Más de ciento cincuenta traviesas
juguetean a ser balasto.
Los carriles alientos enervan. Profanos retozos
comunican las ruedas al campo,
esas ruedas que ruedan y ruedan y ruedan
y siguen rodando.

Se guiñan
esa estrella lejana y el faro.

Brota luz del reducto colgante que alumbra la vía
-macilenta, menguada, cansina-. Su rastro
amenaza la noche manchega,
cortejada por esa bujía que luce a su paso.

(Una espiga se rinde a la tierra:
es el peso de un viento liviano,
y un gemido de niña vencida reposa en abrazos.)

Y las ruedas, ruedan y ruedan y ruedan
y siguen rodando.

pbernal
desde mi cabina
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domingo, 14 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1(4 de 7)

4.- La Rama

Sube la Rama*. Va para Sevilla.
Equipos de limpieza la maquean
por dentro. Manos blancas y escobón
despejan con afán las porquerías:
la peinan, le cepillan sus arrugas…
Una canción mitiga sus acordes
al ritmo del plumero. La bayeta
enjuga lagrimones ventanales.
Resbalan los pasillos. Los zapatos
manchan la brillantez de la fregona
o esquivan la maraña traicionera
de las aspiradoras. Azafatas
aportan al barullo del momento
luciendo su palmito desolado
en el escombro de los desperdicios.

La desbandada: perlas amarillas
retiran sus albóndigas de plástico,
y un carro las recoge. Y abandonan
cubos, aspiradoras, escobones…:
reluce de limpieza.
Los andenes
acogen al cliente prisionero
de los encantos de la primavera,
y una bella cadena de mohines
saluda cortesías. Orgullosa
la Rama se envanece cuando sale
con su vaivén camino de Sevilla.

* Unidad de tren

pbernal
desde mi cabina
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sábado, 13 de diciembre de 2008

Ambición

Ejecutivos, con hambre de mundo
tragan las relucientes ensaladas,
con grises manecillas de segundo
en apurados sorbos de jornadas.

Limpian, con servilleta de dinero,
los sueños escondidos en la piel,
acallan, su libertad de jilguero,
con una promoción de alto nivel.

Ser primero, en este peculiar duelo
es básico, en la fría sociedad,
donde se hielan, los proyectos de vuelo
con máquinas de productividad.

desde mi cabina, 1(3 de 7)

3.- Ubicuidad

Hoja de parra viste
verde uniforme,
camina por los trenes,
paso conforme;

la vista al frente;
la fregona y el cubo
y el detergente.


Hoja de parra luce
verde amarillo;
y una pena en su mano
de pajarillo;

bajito canta
la fregona y el nudo
de su garganta.

pbernal
desde mi cabina
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viernes, 12 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1(2 de 7)

2.- Chu-cu-chu-cu-chu

Chu-cu-chu-cu-chuuuu
Chu-cu-chu-cu-chu-cu-chu-cu

Existe una raza perdida de ferroviarios.
Sentían correr por sus venas el ferrocarril.
Mamaron la grasa y la noche de los presidiarios.
Murieron quemando su vida en el duro rail.
Podrás descubrir su leyenda de viejos corsarios
buscando su pecho prendido en la luna de abril.
Charlaban en corros, prudentes en vino y cerveza.
Contaban batallas de trenes con gran aspereza.

Cha-ca-cha-ca-chaaaaaa
Chu-cu-chu-cu-chu-cu-chu-cu

Oyendo lo que relataban los hombres del hierro
diría que se desvivían por un recorrido.
Gozaban cuando conducían hacia su destierro.
Su patria: la locomotora. Su marcha: el silbido.
Su meta siempre la fijaban más allá del cerro.
Su noche llenaban de cartas, mujeres y olvido.
Poemas cantaban a dúo con voz temeraria.
El fin de su ruta cumplían sin una plegaria.

Chu-cu-chu-cu-chuuuuuuuuuuuuu
Chu-cu-chu-cu-chu-cu-chu-cu

pbernal
desde mi cabina
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jueves, 11 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1(1 de 7)

1 El dueño del mundo

Cuando mueren las horas tristes, bellas,
y el velo de la noche difumina
la sombra de la luz de las estrellas.

Cuando en el horizonte se ilumina
un rayo de pasión y de esperanza
evocador de voluntad divina.

Cuando suben vapores de bonanza
y las puertas del campo y del paisaje
dejan ver la virtud de la labranza.

Cuando se viste el día con su traje
de luces y de sombras y colores
a medida que avanza en su viaje.

Cuando la tierra siente los dolores
de parto de los montes; y del río;
y el rencor se despierta; y los amores…
¡Entonces sé que todo el mundo es mío!

pbernal
desde mi cabina
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miércoles, 10 de diciembre de 2008

FCPJH

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Fundación Centro de Poesía José Hierro
Estimados amigos: Lamentamos comunicarles que LA INAUGURACIÓN del Centro de Poesía, prevista para este viernes 12 de diciembre de 2008, HA SIDO CANCELADA por motivos ajenos a la Fundación. No obstante, estaremos encantados de atenderles en nuestras instalaciones este y cualquier otro día.
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Las chicas del tren,(epílogo)

30 INVITACIÓN
(para Soledad)

Mi tren varado en la playa,
siempre dispuesto a partir,
espera.

Sus vagones, vencidos por el tiempo,
se clavan en la arena.
Un viento de levante los mece, impetuoso.
No hay papeles, ni botes,
ni restos de comida en los pasillos,
ni bajo los asientos…
Todo está listo, limpio; perfumado
con jabones de olor a caracola.
Hay un asiento libre,
lejos
de donde van las ruedas.

Quiere surcar el mar. Está esperando
a que subas al tren;
a que ocupes tu plaza.

pbernal
de las chicas del tren
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martes, 9 de diciembre de 2008

Las chicas del tren, 5 (5 de 5)

29 LA DAMA
(Pilar Miró)

Camino de la máquina marchaba
contento de sentir esa alegría
del viajero gentil, que se subía
al tren, y allí se acomodaba,

cuando la descubrí. Hosca charlaba,
a punto de saltar algarabía,
con sus enojos puestos en la vía,
con reproches, que no disimulaba.

Atento me ofrecí -soy responsable
de la cortés urbanidad afable-,
y presto me propuse restaurarla;

y al punto retomaba mi camino:
sentada la dejé con su destino,
dichoso por lograr tranquilizarla…

Quién pudiera mirarla
ejercer su función, romper la moda,
cuando filme la escena de la boda…

pbernal
de las chicas del tren
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lunes, 8 de diciembre de 2008

Las chicas del tren, 5 (4 de 5)

28 DIVINA DIVA
(para Rocío)

Mujer estrella,
no sigas tu camino
bajo el laurel
tan orgullosa, altiva e indolente.
Mujer famosa,
tú sabes,
entre los elegantes, - música, vino, flor -
el brillo en tu figura desbordante.
Divino es tu destino:
tu meta es destronar, sin duda, al sol.
Detén tu caminar por un momento.
Derrama una partícula de luz
sobre tu admirador
anónimo, viajero, peregrino.
No sigas sin dejar
una gota
del aroma silvestre de tu seno;
un trocito del fuego de tus ojos;
una ráfaga fresca,
transparente,
viva,
de tu risa graciosa de coral.Cursiva
Para cualquier mortal enamorado
será un caudal que, luego, vuelve a ti.

(Pues ¿cómo su glamour conservaría
sin el aplauso de una mayoría?)

pbernal
de las chicas del tren
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domingo, 7 de diciembre de 2008

Las chicas del tren, 5 (3 de 5)

27 SORPRENDE
(para Gema)

Sorprende la fragancia de su risa.
Y los miedos que luce, y los esconde.
Y esos pudores de quién sabe dónde.
Y el aire transparente de su brisa…

Monotonía quiebra. Poetisa
de musicalidad que corresponde
al eco de su lar. Y quien la ronde
escuchará su voz de hierba luisa.

Un día sonará, cristal y agua,
la melodía tibia de su enagua
en un compás de baile pendenciero,

y veremos que prende la semilla
de un poema de ronda, (seguidilla
de fuegos y de amores), quedo y fiero…

pbernal
de las chicas del tren
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sábado, 6 de diciembre de 2008

Terapia Musical

En la fría mañana de rebajas,
los carteles engatusan mis ojos
con golosas ofertas.
Tres por dos, o mitad de precio,
hasta el fin de las prendas.
La entrada de los almacenes,
es metro, en horas punta,
el tumulto coge la acera,
andar, es ya imposible,
me detengo, para coger el aire,
en este cuello de botella,
un sonido me aturde,
una música de barquillo,
sale de un castizo instrumento,
terapia musical,
entre bolsas de compras.
Sus notas, abren los pulmones,
con vapores medicinales,
las prisas quietas,
no necesito compra
para acelerar mi energía.
La música,pone la gasolina.

Feliz Navidad ( con lotería para el bolsillo)

Los platillos voladores
surcan, bóvedas de crisis
de bolsillos, ya con tisis,
en luces multicolores.

Los carteles seductores,
pintan árbol de los sueños
con precios abrumadores,
para platos navideños.

La lotería,es luz divina
para lograr presupuesto,
en la navidad que trina.

Las chicas del tren, 5 (2 de 5)

26 LA NIÑA Y EL TREN
(Para Eva)

Una niña se encoge en el andén.
El viento la despeina.
El viento, que se mueve con el tren.

Vuela por el azul su mirada inocente,
y el cielo la contempla y le rinde pleitesía.

La niña se rebuja en el andén,
y el aire la despeina.
El aire que se aparta cuando el tren.

Renuevos de rubor le llegan de los campos
—amarillos, rosados, lilas, verdes—,
cargados de optimismo; y de melancolía…,
nacidos siempre con el nuevo sol.

Y la niña camina en el andén
para que la despeine
el aire. Ese, con quien se ríe el tren.

Giran los girasoles.
Refleja el sol mil dulces melodías
cuando se posa, loca, la pulcra mariposa,
en una rosa rosa ya tardía.

Y la niña, bailando en el andén,
juega con su cabello y con el viento.
El viento alegre que corteja el tren.

Doradas hojas caen de la alameda.
Tapizan en el campo horizontes de invierno.

Ya no bandeará por el andén
buscando en su cabello
el torbellino que levanta el tren,

pues, en la primavera,
el tren detiene su sin par carrera
y en él sube la niña, convertida en mujer.

pbernal
de las chicas del tren
---

viernes, 5 de diciembre de 2008

CRUCE DE CAMINOS

El invierno trae recuerdos
y zapatos con días rotos,
la nostalgia gime en el plato
de una mañana que tirita.
Un susurro de voces,
salta de la mesa de al lado,
robando mi atención,
la tarde lanza fuego
a unos ojos, sin llama
deslizándose hacia la puerta.
Las manecillas del reloj, se paran,
lo inesperado, llega.
Ojos que se unen
en la cueva de una sonrisa.
Traje de caramelo,
con corbata de seducción,
en el menú del día
engatusando los sentidos, con sus flechas,
la confusión turba la mente,
este cupido,
con sabor de cerveza,
me transporta en su viaje.
Una voz, pregunta si he terminado
regreso,
te marchas,
en este cruce de caminos,
sin tiempo para hablarte.
La ciudad, se mueve deprisa,
en la apretada agenda,
no hay tiempo para sueños.

Las chicas del tren, 5 (1 de 5)

25 DIME
(Para Matilde)

No me digas, Matilde,
con esas desbordantes fantasías,
que le faltó una tilde
a la loca pasión de aquellos días.

No digas, compañera,
que nunca ya querrás volver a ver
la luna cortijera,
y aquel maravilloso amanecer.

No digas, orgullosa,
que aquel amor que yo te prometía
era tan poca cosa,
cuando tanta atención te merecía.

No digas, embustera,
que te desagradaron tantas rosas
de aquella primavera:
las flores, los regalos… y otras cosas.

No digas, envidiosa,
que nunca te traté como a una dama,
si cuando fuiste diosa
era cuando dormías en mi cama.

No me digas, traidora,
que yo te maldecía y maltrataba,
cuando tú, cada hora,
era quien se perdía y me dejaba.

No me digas infiel.
Pues nunca te engañé con amoríos;
y mis besos de miel
a ti los dediqué, porque eran míos.

Mas, dime soñador.
E iluso. Y complaciente. Y confiado.
Con todo mi dolor,
este penar es todo imaginado.

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jueves, 4 de diciembre de 2008

Las chicas del tren 4; (7 de 7)

24 MI NOMBRE
(para Pilar)

No me llames Pili.
Mi esencia de roca
me duele
cuando así me nombra
tu boca.
Yo soy el granito
pulido,
esbelto y airoso…

¿Acaso no adviertes
mi cara de rosa,
pétalos mis labios
-jugosos-
y tallo mi talle
tallado a cincel?

A la Virgen buena,
morena,
con cara de pena,
mi nombre serrano
sirvió de atalaya.

¿Sabes ya cual es…?

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miércoles, 3 de diciembre de 2008

Las chicas del tren 4; (6 de 7)

23 PAISAJE
(Para Maite)

El uniforme azul. Limpio. Planchado.
La falda, la chaqueta y el pañuelo
se abrazan a tu piel. Un caramelo
con el café. Con nube. Bien cargado…

Azafata perfecta. Tu tablado
es donde bailas al compás del chelo,
vaivén y rudimento de flagelo
cuando trepida el tren por un sembrado.

Hay una barra lisa. De riñones
la forma, hay una isla. Los mirones
encajan su cadera en esa balda

de la cafetería en movimiento.
Y en tu figura fijan, con acento,
sus ojos. Por si llevas minifalda…

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martes, 2 de diciembre de 2008

EL CIRCO (Para Inés)

Acuarela de colores,
fantasía de sonidos,
un trapecio de chillidos
en la carpa de ilusiones.

Un guante de equilibrista,
hace juegos malabares
en elevados altares
de una pelota de pista.

Suena,un zarpazo de miedo,
en los ojos asistentes
de unas caras inocentes
afligidas en el ruedo.

Los sueños, por fin respiran
entre gritos y revuelo,
el circo me alza en su vuelo,
las lágrimas se retiran.

Las chicas del tren 4; (5 de 7)

22 TU NOMBRE
(para Blanca)

La nieve cae del cielo,
-espuma, nube, hoja…-
exhalación que moja
cuando tapiza el suelo.
Tus ojos son consuelo.
Tus pecas, artimaña.
Tu risa, telaraña.
Enciendes las pasiones
con frías emociones…
Eres Blanca. Y extraña.

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lunes, 1 de diciembre de 2008

Las chicas del tren 4; (4 de 7)

21 REBELDES
(Para María-José)

Pequeña María-José
morena como ninguna:
ojos de sol y de luna,
boca de rosa y bebé
(que debe saber glasé).
Enamoras a la gente
que viaja tranquilamente
de Madrid hasta Sevilla:
¡mira tú qué maravilla!
…Y esos pelos por tu frente.

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domingo, 30 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 4; (3 de 7)

20 CONTROL DE ACCESO
(para Emma)

Presides el acceso de la Rama
poniendo tu sonrisa más sincera.
Arropas al señor y a la viajera
y al niño y al anciano y a la dama

que ante ti se detienen. Se derrama
toda tu compostura lisonjera
cuando ayudas, al pie de la escalera,
olvidada de ti y del anagrama

Vigilas cuando suben el peldaño.
Cuidas -como si entraran al engaño
del paño- que respeten la divisa

que marca su billete. Y en el suelo
aguantas sus deseos de consuelo…,
mientras con un mohín velas tu risa.

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sábado, 29 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 4; (2 de 7)

19 MIRADAS
(Para Olga)

Activa, servicial y transparente
detrás de la bandeja, agasajabas
a los clientes. Los reconfortabas
con un vino, o el zumo complaciente.

Una paloma eres: diligente
revoloteas sin temor ni trabas
-mimas al niño, y a la vieja alabas…-
sobre la sala, tierna e inocente.

Hay un viajero que te mira mucho.
Es un habitual en lances ducho,
pero no se decide al abordaje.

La familiaridad con que caminas
por el tren, y tus risas argentinas,
sin duda romperían su andamiaje.

pbernal
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viernes, 28 de noviembre de 2008

HAIKU

La ciudad llena
oigo llanto violín
la gente sola.

CALOR EN LA RED

Bits seductores, me hipnotizan,
la lluvia de imágenes, llena mis pupilas
y altera mis neuronas.
La pantalla, me lanza un guiño
con reclamo informático,
me inscribo en barco
dirigido por un ratón.
navego por mil mares,
con un sinfín de nombres en sus crestas,
atraco en muelles
de blogs desconocidos,
te busco.
Publico letras solitarias,
Times New Roman, en Word Art,
demando calor en la red
en una ciudad llena de hielo.

Las chicas del tren 4; (1 de 7)

18 TEMORES
(Para Marta)

Que callen los murmullos y siseos.
Bajad el eco de vuestras palabras.
Parad con las llamadas y los pasos.
Se asusta Marta.

Esa rosa tardía, y el capullo,
soportan el estío y la solana
en silencio. No quieren que su llanto
asuste a Marta.

Rueda un tractor por el camino seco.
En el carril de hierro va la Rama.
Guardan silencio para que su paso
no asuste a Marta.

Los viajeros moderan su discurso.
Un niño le sonríe. Luego calla.
No quieren provocar un sobresalto,
y que se asuste Marta.

Un caballero, con el gesto agrio,
un refresco en el bar va y le reclama:
ni frío, frío; pero no caliente…
Y Marta se asustaba.

Un paquete denuncian en la puerta.
Es de día, y hay una luz muy clara.
En el quicio no hay nada que amenace,
pero se asusta Marta.

Su corazón palpita si se abren
las cristaleras. Llena está la sala.
Y aunque guardan silencio, si respiran,
se asusta Marta.

Si un día le descubren el camino
del gozo, del amor, de la esperanza,
envuelta en los halagos del arrullo…,
¿tendrá temores Marta?

pbernal
de las chicas del tren
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jueves, 27 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (9 de 9)

17 LIDIA ARTEMISA
(Para Lidia)

Lidias, Lidia, cercada en tu chiquero,
— seria, desenfadada, alegre, buena,
ojos de luz y noche, piel morena, —
al vigilante, al mozo y al viajero.
Te acosa el comerciante y el banquero,
y el guardia. Prisionera en tu vidrial
una virgen pareces: la vestal
entronada detrás de tu ventana,
capeando de tarde o de mañana.
Artemisa te llama el mayoral.

pbernal
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ECOS

El proyecto Naturalmentes, patrocinado por AECID, continúa su andadura y se representará próximamente en México, Miami, Haití y Santo Domingo.
29 de noviembre: México

2 de diciembre: Miami
5 y 6 de diciembre: Haití
10 y 11 de diciembre: Santo Domingo
Dirección artística: Gonzalo EscarpaAcción: Fabio de la Flor y Gonzalo Escarpa

Plataforma multimedia: La Nada Visuales
Producción y coordinación: Marina Mantini
+ info:
www.naturalmentes.com
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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (8 de 9)

16 ENAMORADA
(para Miriam)

Muchacha temerosa.
Distante; precavida; escarmentada…
Te curas las heridas
ausentes en tu piel de porcelana.
Buscas en cada vida
respuesta de pasión arrebatada.
Tu noche revivida
al borde, -y al extremo- de una barra,
bebiendo decidida
un vaso de cerveza, o un cubata,
son horas ya perdidas
de sueños, de vivencias y de cama…
Tú le cargas las tintas
al detalle fútil que te negaran;
deshojas tus mentiras;
tus miedos; tus temores; tus fantasmas.
Y lloras tu desdicha
ansiosa de un amor. Y enamorada.

pbernal
de las chicas del tren
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martes, 25 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (7 de 9)

15 TENTACIÓN
(para Ana Lucas)

Mechas de rubio difuso
con reflejos. En su pelo,
-claro sedal- un anzuelo
se le adivina confuso.

Siempre la verás plantada
con desparpajo y aciertos,
en los andenes abiertos,
ante la puerta de entrada.

Engolosina al pasaje
si miran el abordaje
sus ojos grandes, oscuros,

y recibe, seductores,
requiebros embriagadores,
votos, halagos, conjuros…

pbernal
de las chicas del tren
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lunes, 24 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (6 de 9)

14 FANDANGOS
(para Sonia)

Tú, que naciste en un pueblo,
dices que Sonia te llamas;
tú que naciste en un pueblo
donde las casas son blancas
y tienen rejas de hierro
protegiendo las ventanas.

Pídemelo sonriendo
si quieres una balada:
pídemelo sonriendo
porque con tu risa clara
-como canto de jilguero-,
no puedo negarte nada.

La de los ojos risueños
muchacha morena clara
la de los ojos risueños:
cuando te miro a la cara
me sorprenden dos luceros
enmarcados en pestañas.

Alta y firme yo te veo:
-eres como una montaña-;
alta y firme yo te veo
y yo quisiera escalarla
desde tus pies hasta el pelo.
Del tobillo a tu garganta.

pbernal
de las chicas del tren
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domingo, 23 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (5 de 9)

13 LOLI
(para Loli)

Dolores no le gusta, me confiesa
su voz con resonante melodía,
-esencia de clavel y de agonía-
en sus fruncidos labios de frambuesa.

Su risa es caramelo en una mesa;
la mirada de un niño; celosía
en la noche cerrada; lotería;
de un corazón amante dulce presa…

Ninguna sombra nubla su mirada.
No hay secreto, verdad, mentira; nada,
y, sin embargo, nunca está contenta.

Maravilla su trato distinguido,
su sencillez humilde, su cumplido…,
¿acaso son ardid de cenicienta?

pbernal
de las chicas del tren
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sábado, 22 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (4 de 9)

12 CONCHI
(para Conchi)

El palmito de verbena.
Fruta madura del árbol.
La sonrisa transparente
y suelto el cabello largo.
La mirada sorprendida.
El gesto de desenfado.
El cuello terso, suave,
y ese mohín de tus labios…
Eras tú. Nadie podría
caminar el desparpajo
con que pisabas la hierba
cogida de aquel muchacho.
Del talle te sujetaba.
Tú le cogías del brazo.
Tu cabello relucía
con el brillo de su mano…
Qué te diría tu madre,
que tanto teme tus pasos,
si te viera por el parque
y en sus brazos…

pbernal
de las chicas del tren
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viernes, 21 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (3 de 9)

11 MARTA
(para Marta)

Tu presencia derrocha simpatía.
Eres alta, delgada, firme, bella…
Una nube de fiesta y alborozo
levantas cuando vienes.

Ocurrente y graciosa, salvaguardas
con ansia irreprimible tus quimeras,
que salen impulsivas como música
de juglar callejero.

Tu voz es calidez, y tu mirada
arropa con azul y gallardía:
nadie será insensible a tus mohines
aunque no te conozca.

Sobre celos, rencillas y desplantes,
es amistad aquello que deseas:
nunca van a encontrarte solitaria,
y siempre bromeando.

Hecho para el amor y la nostalgia,
tu cuerpo es proporción donde los ojos
se pierden en las curvas, sueñan valles
y espían cada trazo.

Distante en el amor; desconfiada
en ese precipicio de la vida,
te cuesta soportar el compromiso,
sentirte prisionera.

Yo sé que te desean; te molestan
con insinuaciones maliciosas.
Pero, ¡qué gran artista se ha perdido
el mundo de las tablas!

De tu vida, del sol que te cobija;
de tu palabra, amigos y reuniones…;
de tus anhelos, y de quien tú sabes…
tengo noticia.

pbernal
de las chicas del tren
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jueves, 20 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (2 de 9)

10 PILAR
(para Pilar)

Airosa y dulce roca que sustentas
el monumento hermoso de tu cuerpo,
ajena a los embates, al acoso
de los supervisores y el viajero.

Tu cabello de noche y de cascada
derrama irisaciones en el eco
de los que sueñan con tenerte cerca,
y temen no tocar nunca tu cielo…

Reclinada en la barra de tu puerta,
tus labios sonrosados son el cebo
que atrapa con tus ojos las saetas
lanzadas a la fuente de tus pechos…

Pilar de los andenes y la sala;
Pilar de los amores y los sueños;
duro pilar, con apariencia tierna:
sigue tu vida, y ¡ríete de ellos!

pbernal
de las chicas del tren
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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 3; (1 de 9)

9 LA CARTA
(para Teresa Cuerda)

Golondrina que cantas
por la alameda,
haz que llegue esta carta
para Teresa.
Frío sol de noviembre
azul de fiesta,
haz que llegue esta carta
para Teresa.
Maquinista del AVE,
¿Qué prisa llevas?
- Es que llevo una carta
para Teresa.

(Por el Valle de Alcudia,
-curvas y cuestas-
subo, y sigo pensando
sólo en Teresa.
¿Es joven, linda, dulce,
rubia, morena…?
¿Son sus ojos castaños,
de miel, de menta...?)
Yo sólo sé su nombre:
Teresa Cuerda.

pbernal
de las chicas del tren
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martes, 18 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 2; (5 de 5)

8 ANA-BELÉN
(para Ana-Belén)

Ana,
chiquita, traviesa,
lozana, bonita
cual jarrón,
pone,
con cara de coco,
-la nariz sin moco-
la ración.
Chillan
su padre y su madre,
(será que no saben
que ella es
niña,
sobre todo niña:
todavía niña
sin crecer…)
Seria,
con cara de vieja
(pero no pelleja)
viene y va.
Lleva
la copa y el vino,
cuchara y cuchillo,
sal y pan.
Sale,
su paso ligero,
y con mucho esmero
traerá
lenta,
contando los pasos
y, mirando el plato,
lo pondrá.

pbernal
de las chicas del tren
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lunes, 17 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 2; (4 de 5)

7 DULCES DE ASTORGA
(para Marcela)

Pelirroja de rizos caprichosos,
mirada de cristal,
con un pañuelo al viento
y una cesta apoyada en la cadera.
Desde la aguja, el tren
te busca cuando viene,
reflejando en tus pecas
el impreciso afán de su destino.
Muchacha maragata,
arrastras el canasto, y tu sonrisa
pregona mantecadas
de Astorga en los andenes, y en el tren:
— ¡rebozadas de miel; pasteles, magdalenas…!

Tu paso firme trota los pasillos
repartiendo ilusión y mercancía.
Quien ya te sabe, espera
que llegues a su asiento. Con descaro,
dulces te pide,
mantecadas y, en un guiño,
algo que tú no vas a darle nunca.

pbernal
de las chicas del tren
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domingo, 16 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 2; (3 de 5)

6 NO CUMPLAS AÑOS
(para Isabel)

Tú ya no cumplas años, Isabel.
Tu sol se ha detenido en el espejo:
se fue tu primavera
cantándole a la luna una canción
de amores, de recuerdos;
de tristezas cargadas de añoranza…
No cumplas ya más años.
El fuego del estío
luce en la piel dorada de tu rostro
y labra esas arrugas
tan caras, y tan bellas cuando ríes;
y en las preocupaciones;
y si muestras asombro…
El calor del verano
en el otoño siempre persevera.
Olvida cumplir años.
Acércate a tu cuerpo.
Con la palma desnuda
despierta la semilla del deseo
en la flor de tu piel,
y deja que los años se deslicen
como palomas trémulas.

pbernal
de las chicas del tren
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sábado, 15 de noviembre de 2008

El geranio

Un geranio vigila,

en un balcón de calle urbana,

con porte solitario,

sin nadie cerca.,

continua vivo,

sus amigos, ya han muerto,

él, alcanza nuevo otoño.

Melancolía rosa

en un instante yerto,

sonido de esperanza

en el silbar del aire,

fragancias de deseos

en los gases de asfalto,

tambores de victoria

en el desgaste de los días.

La tarde, con muletas

hacia el tren de la noche,

la jornada que se despide,

con lengua amarga.

En los sueños que elevan

Tú.

Las chicas del tren 2; (2 de 5)

5 MERCHE
(para Merche)

Me dicen que te diga y que te cante
con duende, con calor, con fantasía,
las prendas que te adornan cada día
en comisión de caballero andante.

No soy trapo y escoba que quebrante
el colorido de tu cercanía
cautivadora: una celosía
es tu defensa frente al navegante…

Eso que ocultas, dicen, son canciones
bajo la fronda de los diapasones
y los ensayos. Cuando la mimosa

lance sus flores sobre el escenario
y los aplausos colmen tu salario,
¿despreciarás mis manos, orgullosa?

pbernal
de las chicas del tren
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viernes, 14 de noviembre de 2008

Una sonrisa entre cuervos

Una banda de cuervos impone sus normas,
la lucha, no lleva bandera de tregua,
la tregua murió, en la locura de unos pocos,
unos pocos haciendo heridas en la carne,
la carne que pide algo de sustento.

Una banda de cuervos impone sus normas,
el ruiseñor, calla en el aire de metano,
aire de metano, para no alzar el vuelo,
el vuelo hacia las zonas vírgenes,
zonas vírgenes, con valores de oxigeno.

Una banda de cuervos impone sus normas,
los ojos, derraman su agua en cascada,
cascada de súplica ante la autoridad,
la autoridad le vistió de loco en las sombras,
las sombras, le secuestraron su estrella.

Una banda de cuervos impone sus normas,
quedó desnudo, en existencia con barrotes,
barrotes abatidos por una sonrisa,
una sonrisa, con la fuerza de un recuerdo,
en el color de su pupila.
POR SUPUESTO



Caemos en la inmensa monotonía
esperando sin razón
a que los sucesos no te toquen.
Abrígate, abrígate el impulso
Cámbiate, cámbiame el sentido.
Acércate a esta fantasía
aunque los sucesos no te toquen
aunque los sucesos no me toquen
Pero aunque sea deja que te rocen
Y déjalos que me rocen
Deja que a todos nos rocen, por supuesto


Zepi

Un Día Más Para Contar

Un día más para contar.
Para sumarme a su respiración
acortando distancia, sintiendo en mi piel
su soledad. Soledad que viaja
a contratiempo, rompiendo cadenas,
desacelerando el tiempo, invadiendo
espacios, retando miradas.
Un día más para contar.
Para respirar su piel,
Para viajar con su soledad
para parar el tiempo con una
inmensa oleada de besos interminables,
besos que rompen esas
cadenas que se alejan
del amor.
Desacelerando el tiempo
con intensas miradas furtivas
e invadiendo espacios
retando al aire
para contar su historia
para viajar en su historia
en su tiempo
en su respiración
en su piel.
Zepi.

Las chicas del tren 2 (1 de 5)

4 ROSITA
(para Rosita)

Andando vas ufana y orgullosa
por el andén. Empujas el carrito
-cubos, papeles, bolsas…-, despacito,
rubio pelo pajizo, risa rosa.

Nunca te veo triste o temblorosa.
En tu alegría yo me deposito.
Y, aunque te sobra, sabes, un kilito…,
tu agilidad es bella y armoniosa.

Con furia, con pasión, sin desaliento
le das con el cepillo a la moqueta
y limpias las ventanas de diario.

Sabes que la perdí con sentimiento,
y me ha vuelto, la musa en tu bayeta…
¿Cuándo saldrás, chiquilla, del armario?

pbernal
de las chicas del tren
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jueves, 13 de noviembre de 2008

Julieta Valero, nueva coordinadora del CPJH


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Julieta Valero nació en Madrid, el 27 de Julio de 1971. Poeta, narradora, ensayista y editora. Estudios de Filología Hispánica y Literatura Española Moderna y Contemporánea. Obra poética: Altar de los días parados, 2003; Los Heridos Graves, 2005. Co dirige y presenta en Madrid el programa de radio A ras de verso. Nos dice la autora “Una poética se extiende por diversos ámbitos y toda una vida pero debería comenzar por la razón de la escritura. Escribo porque no hay una proporción directa entre los instrumentos perceptivos (y el ánimo) con los que venimos dotados para realizar el trayecto de la "realidad" cada día y la necesidad de penetración, de comprender, que frecuentemente también traemos de serie. La creación permite intensificar la realidad, trascenderla; alcanzar uno o dotarla a ella (según se sea agnóstico o se piense en el mundo —y en el lenguaje— como algo ya creado) de dimensiones más complejas y profundas. En cualquier caso la poesía es un instrumento para compensar esa VARIEDAD DE AUSENCIAS que sufre el hombre moderno —ausencia de Dios, de espacios para asentar lo que llaman "yo", de voz civil, etc. Será por eso que el creador establece una identificación (probablemente patológica) entre la escritura y la sensación de estar vivo. (El arte parece convertirnos en algo más que nosotros mismos porque es génesis pura, inaugura mundos, además es un entrenamiento perceptivo constante que nos hace mejores y que no sólo produce significados, también placer. De una "certeza" así había que hacer profesión interna. No creo en el conocimiento como categoría absoluta sino como un menor grado de ignorancia. La poesía es uno de sus más eficaces instrumentos. Sí, creo que después de un periplo histórico plagado de servidumbres ha recuperado su función primera, ontológica, espiritual: quiere nombrar lo inefable, dar cuerpo a través del lenguaje a lo que no es pero cuya ausencia se siente de forma lacerante. Esto no determina ninguna estética concreta; toda opción cabe siempre que la poesía sea necesaria; enunciación del hombre ante la vida y su interrupción. Otra cuestión significativa: ¿Cómo se genera? Existe esa percepción intensa (llámese epifanía, impulso musical, inspiración, etc.) que constituye en sí misma un universo, un espacio. El poeta no lo conoce a priori; extraerlo o crearlo (volvemos al tema de la fe) es su tarea y su oportunidad. A partir de aquí la poesía es construcción y ésta debe ser integradora (la virtud cardinal para casi todo) de una serie de elementos cuyo mayor o menor peso depende de cada cual y su circunstancia pero que han de estar presentes: emoción, reflexión, comunicabilidad, inserción en el tiempo (la memoria...) y en su tiempo histórico. En cuanto a su materia, el lenguaje, la relación con él es necesariamente precaria; el deseo de significar y el aluvión que proporciona lo sensorial se confunden. Pero es una relación hermosa, misteriosa, casi física. En cualquier caso hay que continuar haciéndose siempre el recordatorio de que toda práctica trascendente no es más que necesidad. Olvidar esto nos hace más intransigentes y menos libres.”
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Las chicas del tren 1; (3 de 3)

3 A ESE SEÑOR DE ROSA
(para Rosa y Blanco)



Por el patio de coches pasea grata,
cogida de la mano, muy despacito,
a ese señor de Rosa, rubio, bajito,
la señora de Blanco, morena, chata.

La señora de Blanco, muy pizpireta,
sentada tras la mesa de su escritorio,
sueña con dos pasajes, y un territorio,
que guarda con papeles en su carpeta.

La señora de Blanco vive mil vidas
del Oriente prendidas por los viajes;
de una flor, del trabajo… Y de otra cosa:

que, además de sonrisas y despedidas,
la señora de Blanco lleva pasajes
para llevar de viaje al señor de Rosa.

pbernal
de las chicas del tren
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miércoles, 12 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 1; (2 de 3)

2 SECRETARIA
(Para Mila)

— ¿A dónde vas, compañero?,
¿a dónde miras?
— A esas piernas perfectas;
a esa sonrisa…
A ese andar tan garboso
siempre sin prisas;
a esa mesa dorada.
A Monna Lisa
sentada tras la mesa
en blanda silla,
con las piernas cruzadas:
a esas rodillas…
— ¡Que es la sala del jefe...!
— Yo miro a Mila.

pbernal
de las chicas del tren
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martes, 11 de noviembre de 2008

Las chicas del tren 1; (1 de 3)

1 CARTA DE BIENVENIDA
para María

Nada sé yo de ti. Tú de mi nada.
Una sorpresa fue. Lo presentía.
Algo nuevo sucede cada día.
Pero nunca soñé que tu mirada…

Ayer una consigna fue cursada.
No me concierne lo que refería.
Esa repetición de nadería
esperamos que sea eliminada.

Piensa que información exagerada
es tanta la que firmas cada día,
que no nos va a causar melancolía
si la limitas en tu temporada.

Te veo mucho más atareada
desde que llegaste a la bahía;
incómoda pareces; rebeldía
de vivir todo el tiempo comparada.

Preocupa la certeza confirmada
de la maquinación y la falsía.
Te siguen, con intriga y cortesía,
papeles de reproche y emboscada,

pero sigues ahí, reconfortada
por la dedicación de tu cuadrilla
de admiradores. Eres la semilla
de la temeridad firme y osada.

Tu carácter, acero y camarada.
Tus consideraciones sin malicia.
Tu voluntad y tacto; tu justicia
ordenará tu mesa saturada.

Queremos, cuando venga la alborada,
ver claridad de luna, de novicia
en tus dotes de mando, de patricia,
y que nadie te vea manejada.

pbernal
de chicas del tren
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lunes, 10 de noviembre de 2008

Tren de otoño (1 de 1, y FIN)

27.- Tren de otoño

…viajar perdiendo la vida
que ya no se ha de vivir…
(Luis Cernuda)

I
Por el hecho de nacer
emprendemos un viaje,
renovado como un traje
cada tiempo de crecer.
La ruta es un padecer
sin razón hasta morir
con estadios de reír.
Aprovecha la partida:
viajar es perder la vida
que ya no se ha de vivir.

II
De niño, cuando dormía,
soñaba, vana ilusión,
ser un día campeón
en lides de fantasía.
De mayor lo refería
nostálgico del dormir
y ya no poder abrir
cualquier caja de Pandora,
pues, cuando pasa el ahora
ya no se vuelve a vivir.

III
Un camino tortuoso
persigue cualquier viajero,
unas veces, placentero;
otras, las más, escabroso,
pero siempre laborioso
en el intento de urdir
la trama del existir,
de buscar una razón:
de aprovechar la ocasión
que ya no se ha de vivir.

IV
El aroma de la jara
y los perfumes del heno
desdibujan en tu seno
este verso que declara
la certeza de la vara
de pesar y de medir
lo que te quiero decir:
antes de tu despedida,
piensa que dejas la vida
que ya no vas a vivir.

V
Galopa, tren, por la vía,
no dejes de galopar;
el camino que has de andar
síguelo con agonía.
Apura la fantasía
que te brinda el sin vivir
de correr hasta morir.
Aunque pierdas la partida.
Juega quemando la vida
que ya no vas a vivir.

VI
La grama crece en el huerto.
Listo para navegar
hay un barco. Bajamar
impide salir del puerto.
El otoño viene incierto
con el soñar y el decir
de sus hojas al morir,
doradas sobre la vía:
se va terminando el día
que ya no se ha de vivir.

VII
Yacen las vías tapadas,
y la máquina del tren
detenida en el andén,
por hojas tristes, doradas;
las vías, tan oxidadas…
El tren ya no va a salir
ni podrás con él partir
camino de la estación
(oda, poema, canción…
que ya no vas a escribir).

VIII
Convoy a un destino cierto.
Listo el barco en la ensenada
sin motor, sin velas; nada
que lo empuje a ningún puerto.
Yace el otoño despierto
con el manto de cubrir
el año, que va a dormir
soñando la primavera
(florida, y aventurera…)
que ya no se ha de vivir.

IX
Cada vez va más ligera
la caja del equipaje;
con afán busca sombraje
la peripecia viajera:
considera pasajera
esa idea de partir
que nunca le hizo sufrir,
y en el otoño, a la mano,
sueña gozar un verano
que ya no habrá de vivir.

X
Vagar sin destino cierto.
Una vez más intentar
levantarse y soportar
la travesía del desierto;
caminar el campo abierto
sin temor a decidir
entre la vida o morir,
porque al fin todo es huída:
viajar perdiendo la vida
que ya no se ha de vivir.

pbernal
de tren de otoño
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domingo, 9 de noviembre de 2008

Poemas de desencuentro (11 de 11)

26.- Me duele…

1

Si un día ves que lloro;
si descubres la sed de la nostalgia
en mi rostro marchito por el llanto,
no temas ni te alarmes.
El vidrio que refleja mi semblante
labrado de tristezas,
ecos serán de que me duele el alma.
Me duele levantarme
cuando las luces en el cielo brillan,
(hay ocasiones en las que me gusta).
Me duele la apatía;
el sucio andén me duele
cuando suben al tren los pasajeros
captados a través de la excelencia;
me duele la desidia
que nace en las alturas
y baja a ras de tierra,
como las frías nieblas matinales
cuando prometen tardes de paseo,
de calor y de gloria
mientras se te introducen
mil cuchillos de hielo en las entrañas.
Me duele la premura gratuita
con que al cliente se posterga
fascinado por la galantería
de la fiel despedida junto al tren:
apremio habitual son las excusas.
Me duele la anorexia putrefacta
de la verbal promesa
rota por las costuras amañadas,
cosidas con hilachas de mentiras,
que al final, en la guerra
(igual que en el amor),
el fin prima los medios.
Me duele el frío helado que cobija
vacío en el estómago
si tu esfuerzo pide satisfacción
física, y en su lugar
te ponen un ladrillo de apatía,
troquelado de olvido.

2

Me duele el derroche superfluo del poso
de la dedicación, del todo vale,
tan fácil de enredar con “todos valen”,
con el cualquiera vale,
y se rueda a velocidad sin freno
camino de la gloria de otro,
montado en el desajuste de las esencias más íntimas,
justo en el filo que separa la depresión del infarto.
Me duele la pérdida de la paz.
Y la mentira.
Y el desmedido afán por la apariencia.
Me duele el tren cuando gime bajo la noche,
elevado por las prisas que no entienden de amorosos mimos,
ni de amorosos cuidados,
ni de amores.
Me duele el materialismo dominante
enmascarado bajo las atenciones y la dedicación,
pero ebrio de prepotencia,
corruptor de esencias de camaradería en los andenes.
Me duele la dejación voluntaria de mis deberes,
obligado por fuerzas incompetentes…
¡Me duele el AVE!

pbernal
de tren de otoño
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sábado, 8 de noviembre de 2008

Sueño roto

Guantes negros aterrizan en la mesa,
dejan libres los dedos
que vuelan sobre bocadillos de deseos
en el marco del desayuno diario,
sus ojos apenas se levantan
del té verde.
Con el brillo de la excitación,
sus manos sacan del bolsillo de la chaqueta,
un arrugado sobre, con folio dentro,
su mirada presurosa, recorre una y otra vez,
los renglones llenos de letras,
casi no puede creer, que hoy, por fin,
haya encontrado el manjar pedido,
él que se había negado ya el triunfo,
él que había perdido la batalla con la suerte,
por fin puede aspirar tranquilidad y…
dejar las arenas de volcán de su actual trabajo.
Sale de nuevo a la calle, a la entrevista deseada,
lleva un traje de melocotón transparente,
que activa su elegancia,
¡Por fin está en soñada cita!,
un entrevistador frío, le pregunta…
por su experiencia, sus cursos y como no por su recomendación,
su boca se queda muda,
no sabe que decir,
¡Recomendación! Si el no conoce a nadie,en puesto importante,
solamente, su voluntad y su buen hacer.
La voz continúa…
lo sentimos señor este puesto está dado,
inténtelo de nuevo. Quizás otro día. ¡Quién sabe!.
La calle le envuelve con su frío,
el sueño se ha hecho añicos,
El triunfo necesita ayuda adicional.

Pisto manchego

Un traje, verde quilate,
envuelve con su saludo,
de calabacín desnudo,
a bermellón de tomate.

Este, en singular combate,
trae a la cebolla en llanto,
riendo con pelado manto,
ve diente de escaparate.

La sartén, ya sin sosiego,
pide,la sal del armario,
para frito culinario
con aroma de manchego.

Los dedos, van con afán,
por este desliz obsceno,
de mojar con desenfreno
en este casto zaguán.

Poemas de desencuentro (10 de 11)

25.- El perro


Te quiero porque eres tierno,
solitario, desvalido,
necesitado de mimos,
de caricias y desvelos.
Te quiero por esas ansias
de protección y respeto
entre cálidos abrazos,
entre cálices de flores,
entre sueños amorosos,
entre arrullos de palomas,
y de gatos ronroneos.
Te quiero porque tu porte
de sencillez y humildad
te aleja de los peligros
de cruzar por los atajos:
tú, por los pasos de cebra,
por las luces permisivas,
siempre, siempre cuidadoso
y con paso candoroso
para no ofender… (¿a quién?)

A nadie molestarás.
Pasar desapercibido
es tu deseo más firme,
incapaz para enfrentarte
como los perros rabiosos
por defender tus principios…
Por tu inocencia… te quiero.

pbernal
de tren de otoño
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viernes, 7 de noviembre de 2008

Poemas de desencuentro (9 de 11)

24.- Comulgar con ruedas de molino

I

Vuela un AVE por la vía.
Suben gráficas de sierra.
Exportan hacia otra tierra
la excelencia y la valía.
Entre la albañilería,
un franciscano de Aquino
protesta por el camino…:
piedras para el engranaje.
Si quiere seguir viaje
¡trague ruedas de molino!

II

Me decepciona tu carta.
Tantas razones contigo,
conversaciones de amigo…
¡Mal rayo moral te parta!
Son tus letras una sarta
de vagas lucubraciones
que me parecen traiciones
a tu propia dignidad.
No cuestiono tu amistad.
Pero no sin condiciones.

III

Pena me das, conocido,
que amigo no puede ser
el que arroja su saber
en el cajón del olvido,
y en la rutina sumido
enarbola una bandera
cegata, rendida, fiera
contra el noble corazón
que mendiga una razón...
de un cualquiera.

pbernal
de tren de otoño
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jueves, 6 de noviembre de 2008

Poemas de desencuentro (8 de 11)

23.- Pies de barro


embarrados los pies en el estero
sin prevención ni miedo al oleaje,
edificáis castillos artilleros

con soltura, sin miedo y sin bagaje
que curta y atesore vuestro vuelo,
camino aventuráis en el viaje

avasalláis sin penas, y sin duelo
trazáis la raya para que divida
el suelo que pisáis, de nuestro suelo

con amarras atáis la despedida,
voluntades ligáis con desparpajo
controlando el cordón que da la vida

de lejos parecéis el espantajo
donde prospera el ave peregrina
cuyos polluelos claman desde abajo

a vuestro lado nadie se imagina
la brisa madrugada en el trabajo
ni el frágil vuelo de la golondrina

vivís un mundo fácil, de relajo,
sin prisas, sin tensiones ni impaciencia,
pero dispuestos a matar de un tajo

sois la crema del nudo y de la ciencia:
juez y parte en el juego de la vida,
desde el trono rigiendo la excelencia…
y con los pies en tierra diluida.

pbernal
de tren de otoño
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La crisis

La crisis te alcanzó cuando salías
medio dormida. Era una mañana
igual que la anterior y la siguiente,
con reverberación en los tejados,
sonámbulos actores presurosos,
un tráfico de muerte en el asfalto,
sudor en el transporte colectivo
y mil indicaciones
que no quisiste ver. Solo pensabas
en tu preocupación de cada día,
mucho más importante
que las habituales de la gente:
los graves avatares de la bolsa;
los estridentes gritos de la radio;
la multiplicación de los voceros
que pretenden abrir tu entendimiento
hacia la comprensión de lo que pasa…

¿Quién sabe lo que ronda
por tu cabeza cuando, el paso firme,
caminas en el metro a tu destino
mirando sin mirar esas miradas
perdidas en la bruma de las preocupaciones
que embargan al común de los mortales?

Cuando la crisis se encaró contigo,
por eso le dijiste,
sumida en una crisis desde siempre:
¿Crisis? ¿Qué crisis?
¿Cual es la que me toca?


pbernal/2008
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miércoles, 5 de noviembre de 2008

DE GONZALO

LA PISCIFACTORÍA LABORATORIO DE CREACIÓN
Comienzan los cursos en noviembre
La Piscifactoría crece y cambia de sede. Este mes comienzan los nuevos talleres de este espacio de creación y experimentación de Madrid:

- LABORATORIO DE CREACIÓN POÉTICA con Gonzalo Escarpa (martes)

- TALLER DE NARRATIVA CORTA con Javier Siedlecki (miércoles)

- TALLER DE CINE NO NARRATIVO con Fernando Cañero (jueves)

- TALLER DE GUIÓN CINEMATOGRÁFICO con Elisa Puerto (jueves)

- SEMINARIO DE CONSTRUCCIÓN DE POEMARIOS con Ben Clark (5-6 de noviembre de 2008)

Plazas limitadas. Abierto el plazo de inscripción

617 60 33 08 / info@revistafosforo.com



+ info: www.lapiscifactoria08.blogspot.com

C/ Juan Martín el Empecinado, 21
MADRID.-

Poemas de desencuentro (7 de 11)

23.- El malo de la película

No sé porqué razones
frutos de un árbol fértil en canícula,
te miras como el malo.
Ese tan malo de cualquier película.
Pero no el malo, malo.
Quiero decir que no eres ese malo
maníaco-vengativo
al burdo estilo del capitán Garfio
ni al sutil del Padrino…
Eres el perdedor triste y anónimo,
la sombra de la escena,
el indio de Jerónimo
esquinado en la bruma, por condena
sacando bien el pecho,
que penetre la bala por derecho
y caiga del tejado
de muerte herido, pero bien matado.

pbernal
de tren de otoño
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La corona
(borrador de un poema humorístico)


En Getafe reposas. Yo a tu lado
respiro del tabaco tus alarmas.
Tu codo me apuntala las costillas,
y me alejo de ti a Guadalajara.
Tan lejos yo no puedo relajarme,
y sueño en duermevela. La distancia
me lleva a los anhelos que traías
cuando de jovencito festejabas:
esas manos ineptas recorrían
vírgenes campos, sendas, ensenadas
que ahora vírgenes siguen. Qué desastre,
qué desperdicio, majo, qué manazas.
No sé que pinto en Pinto: la tersura
de mi muslamen no te dice nada.
Tú, la cerveza, el fútbol, los amigos…
Yo en equilibrio al borde de la cama.
Una mañana vas a despertarte
y encontrarás tu testa coronada.


pbernal/2008
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martes, 4 de noviembre de 2008

Poemas de desencuentro (6 de 11)

21.- Un hombre se equivoca

Un hombre se equivoca, y aquí no pasa nada.
Lamento de sirenas frente a la mar bravía.
El grito se congela antes de ser lanzado.
Junto a las campanillas le brotan telarañas.
Un hombre se equivoca: en alto las guadañas.
Ya brilla al infinito la sangre de las flores.
Las mieses se acobardan de fruto y sed ahítos.
Y mil gargantas gritan fragores de desquite.
Un hombre se equivoca posado en su poltrona.
Embrollo de papeles su mesa en la atalaya.
Mas todos disimulan bajo la algarabía.
Con gestos de pereza enfrentan su costado.
Un hombre se equivoca. Arena en el desierto.
Sufragan mil proyectos para comprar la lupa.
Indagan con equipos los pelos, las señales.
Ha de pagar su culpa. Y buscan con ahínco.

pbernal
de tren de otoño
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Poema de humor
Ejercicio del taller

Voces de un mudo sonaron,
por las calles de Madrid.
Era cojo y daba saltos,
también montaba en patín.
Preguntaba un ciego a un sordo
que pasaba por allí:
¿Ves lo mismo que mis ojos?
¿No le faltará un ruedín?
Solo sé que lo que escucho
es un canto, y dice así:
yo no maldigo mi suerte
si todo el pelo perdí,
más despejada la frente,
lo que me ahorro en sufrir.
Y el ciego, cara de tonto,
algo quería decir:
- Saca el teléfono, sordo,
y pregunta al CSI.
Llegó al lugar de los hechos
un señor Guardia Civil
a esclarecer los misterios
con tricornio de marfil.
No me hagáis perder el tiempo,
no lo puedo consentir,
no existe nadie tan recto,
¿no sabéis mi pedigrí?
Una joroba yo veo,
-dijo el sordo sin mentir-.
Pedigrí tiene mi perro,
-dijo el ciego su sentir-.
El Guardia, que no tolera
tanta arrogancia viril,
esposados se los lleva
a rendir cuenta al edil.
Mientras los dos caminando
de llorar no tenian fin,
el mudo estaba cantando
coplas que dicen así:
Es mejor ser mudo y ciego...
que tener que ver y oír:
que por meterte en lo ajeno,
al cuartelillo has de ir.

José Antonio García. /2008
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lunes, 3 de noviembre de 2008

Tanka

Nace el otoño
las plantas se marchitan
el cuervo llega
volando a la terraza
el geranio florece.

Poemas de desencuentro (5 de 11)

20.- Poema triste

Mientras duró fue brillante. Nada nubló nuestro cielo.
Hubo amaneceres grises y tardes plomizas, pero
la promesa del mañana presidía nuestro hoy.
Y lejos de guarecernos, nos empapamos de lluvia,
y danzamos, y danzamos jaleados por el viento;
caminamos por el barro henchidos de sueños limpios,
tirando de las conciencias, ofertando nuestros brazos,
señalándoles la herida y su remedio, llorando
a los muertos y animando a los vivos, adelante,
siempre adelante: suplimos ignorancia con pasión
capitaneamos conquistas, desenterramos cadáveres,
blanqueamos las promesas y callamos las traiciones…
pero lo nuestro no puede seguir. Es miedo y pereza.
Te echas atrás, y renuncias; dudas en la encrucijada,
parece duro el ascenso, te asusta el blanco en la cima,
tiemblas al frío del hielo, y… renuncias a la altura,
a la montaña, y al vuelo del pájaro, y a la nieve,
al vértigo del descenso, y al aire puro (¿o soy yo…?)
Tanto temes el ridículo, a ponerte en evidencia,
a sentarte sobre el mundo, encima de sus ideas
trasnochadas, uniformes, encorsetadas y dóciles.
Y renace la desidia: que inventen ellos. No sabes
que fabricamos abismos con nuestras manos cerradas.
¿Porqué salir de la cárcel? Dentro nos dan de comer,
nos abrigan y nos cubren, y la lluvia no nos moja…
Dejemos para los tontos la libertad, me repites,
(¿o soy yo quien se retira…?). Al atardecer cedemos
al sol, al romanticismo, a las nubes encarnadas,
a la reverberación moribunda del ocaso,
al fuego sobrevenido de la noche acogedora…
Si se nos rompe el abrazo, no te culpes, tal vez soy
yo, que miro demasiado; o el destino. Nada es
para siempre y todo acaba. Y entre seguir a la inercia
y esto, mejor esto. Duele. Todas las heridas duelen,
pero se curan, y queda la esperanza. Sucesión
de aventuras repetidas es la historia. Roto está
el encanto en la tiniebla de tu noche, nadie duda
que volverá la bandera a hondear, y se alzará
sobre la fuerza de brazos diferentes; logrará
ilusionar, despertar, mantener viva la llama
solidaria, siempre habrá quien a voces manifieste
el grito desde la tribuna abierta

pbernal
de tren de otoño
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Haiku

por la ventana
escondida en la sombra
la noche mira

pbernal/2008
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domingo, 2 de noviembre de 2008

Poemas de desencuentro (4 de 11)

19.- Hastío

Una triste maraña
envuelve los caminos de la vía
como una telaraña
de hierros y porfía,
cárcel en donde pena el alma mía.

El espíritu vuela
con el viento. Trepa sobre una nube
de blanca duermevela
y sube, sube y sube
hasta donde subir quiere la nube.

El alma se consuela
desde la soledad de un bello canto
en la tarde de vela,
de ruidos y de llanto,
de recuerdos amargos y de espanto.

Las nubes de colores
revolotean en el mar celeste
como si fueran flores
al viento del oeste
sobre la broza y el olivo agreste.

El horizonte viene
cegado por el monte y por la grama.
El tiempo se detiene
y el tren prende la llama
y aligera la ruta de mi dama.

Un pájaro perdido
evoluciona de la nube en calma.
Su vuelo busca el nido
dibujado en mi palma,
…y siento que a mi cuerpo vuelve el alma.

pbernal
de tren de otoño
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Haiku

en el silencio
de las horas de clase
solo tú hablas

pbernal/2008
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sábado, 1 de noviembre de 2008

CAFÉ

En el gemido que rompe el silencio,
Las niñas de mis ojos juegan
con los vestidos de las flores
y la combustión del verano.
Mi mente, salta por las ramas,
buscando el escondite de tu risa
y la medicina de tu presencia.
En el desayuno de la jornada,
el café, arde en la boca
con el olor de tu recuerdo.
Un río de lágrimas
pide tu vuelta.

haiku

El disco en verde
la mariposa vuela
cruzo la calle

Poemas de desencuentro (3 de 11)

18.- Invisible

hay ocasiones en las que me hago invisible
sí invisible
no sé si a otros les sucede creo que sí
pero yo me he dado cuenta
lo que no aseguro es
si seré convincente al explicarlo

pensad que hablo… de una puerta
la de la “VÍA 1” todos la vemos la
abrimos y cerramos
y nos aísla y protege
o nos fastidia esperar (que abran pasen
suban o bajen …)

creo que es comprensible
que está claro hay puerta y
nos afecta en nuestra vida diaria
pero no percibimos su existencia
la empujamos la abrimos la cerramos
(a veces de una patada) damos con los nudillos
discretamente o con la palma de la mano
para ser oídos del otro lado
pero de hecho la ignoramos

imaginad ahora el quicio diáfano
sin barreras ni estorbos transparente
cristalina como el aire cálido o
frío del ambiente
no está pero todos diríamos oye
que no está
qué ha pasado
¿se la han llevado? ¿se ha roto?
¿la han quitado? ¿porqué? ¿quién…?

y de ahí un paso a protestar afligidos
pobrecita con lo alegre que era
toda ella de gris perla y
marcas de herradura en sus bajos
y su picaporte quebrado
y su chirrido al abrirla…
¡y lo que protegía del andén!

tal vez no os hayáis dado cuenta pero
cuando estaba en su quicio
era invisible
es ahora que no está
cuando la vemos tal cual
con sus gracias y penas
y la estimamos en su función
y lamentamos su falta
su extraña pérdida
y nos interesamos por su deterioro
por su sustracción
por su fuga melancólica de nuestra incomprensión
del sentimiento de sentirse ignorada
solo ahora advertimos su presencia

no sé si convencí en lo de mi invisibilidad
(y la vuestra)
lo que sí sé es que nunca en ese caso
llegaremos a ser echados tanto en falta
como la puerta
como cualquier puerta

pbernal
de tren de otoño
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Tanka

En el camino
donde cruzan las luces,
pétalos secos.
El amor que perdura
se recrea en la lágrima.

pbernal 2008
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viernes, 31 de octubre de 2008

Poemas de desencuentro (2 de 11)

17.- El manómetro


El manómetro a cero.
Tamborileé sobre el cristal
y saltó la aguja.

El picaporte se atascó.
Di un empellón
y cedió la puerta.

La pantalla no iba.
Le di con los nudillos,
y se encendió.

(No sé porqué me contuve
cuando me desdeñaste.)


pbernal
de tren de otoño
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Tanka

La pluma vuela
sobre los cazadores.
La herida nace.
El llanto del otoño
lamenta tu desdicha.


pbernal 2008
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NOTICIA: nace Redfósforo
Tras varios años remitiendo información sobre diferentes eventos a través de los boletines de Fósforo Acción Cultural, cambiamos de formato y de nombre. Redfósforo será a partir de ahora el organismo encargado de enviar puntualmente toda la información sobre las actividades culturales que generen los colectivos que integran esta red virtual, coordinada por Gonzalo Escarpa. Te ofrecemos un avance de la programación del último trimestre del año, y esperamos seguir acompañándote durante mucho tiempo.
Gonzalo Escarpa publicará durante el último trimestre de 2008 el poemario 'Mass Miedo' (Arrebato Libros, Madrid), 'No haber nacido' (Editorial Delirio, Salamanca) y la segunda edición de 'Fatiga de Materiales', en formato bolsillo (Ediciones Trashumantes, Valencia).
La Escalera de Jacob, un espacio cultural polivalente que despunta en el barrio de Lavapiés en Madrid, acogerá distintas actividades coordinadas por personas y colectivos vinculadas con Redfósforo.
Vuelve La Piscifactoría_Laboratorio de creación, con nueva sede y una mayor oferta de cursos. Además, a partir de ahora existe la posibilidad de cursar los talleres on line, gracias a la alianza con Escueladeescritura.com.
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jueves, 30 de octubre de 2008

Poemas de desencuentro (1 de 11)

con la misma moneda me pagaste
con la misma moneda te pagué:
te ignoro como a mí tú me ignoraste.

Pbernal
de tren de otoño
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Necrológica

Pedro Bernal, in honorem so petrus yacentem


Este que yace aquí, muerto de amores
bajo peña encriptada y refulgente
es Don Pedro Bernal y fue indulgente
la musa con su causa y sus ardores.

Dicen que a Escarpa le mandaba flores
y al Romero lavaba a detergente,
y que a un tal Urceloy, el más valiente,
en décimas pintó con mil colores.

No se sabe si en dardos de Cupido
o en otros dardos de simpar materia
hasta estas lindes persiguió su fama.

Solo que si hubo musa en el envido
supo cumplir cabal y sin histeria
su verso libre convertido en llama.

Abdul Celoy, bachiller.

Jesús Urceloy, 2008
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