Cielo y Tierra
Nayagua y su cielo: coto de palabras.
Aquí germinaron poemas
de hierro,
concebidos en la tierra para ser
sublime abono,
protegidos por tejas de mansa luna.
Ahora, cual plantas crasas,
calman la sed suprema de soñar
en verso. Hoy dejamos prendidos
de invisibles aperos,
con ámbar y alfileres de retama,
tiernos brotes de poeta.
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