lunes, 29 de mayo de 2017

corta es la larga escalera



---

corta es la larga escalera
que me lleva a salamanca.
la cultura, en bicicleta,
y las nubes en volandas.
la política se espesa
y se expresa la palabra.

©Gonzalo escarpa

---

Mis plantas se han ahogado por exceso de riego,
tocar su tierra seca me producía ansiedad.
He ido a la cocina,
me he encontrado en el frutero que todos los pomelos
están medio podridos,
y en la despensa apenas queda una galleta
que se ha reblandecido.
En la calle mi coche no circula,
le hace falta un motor.
No me gusta y aún así vivo con todo esto,
me rodea materia que está muerta.
Los relojes sin pila perdiendo sus agujas
no marcan ningún tiempo
como si este presente y no digamos futuro
me hubiesen abandonado.
Esta casa alquilada
en la que tengo que pedir permiso
para colgar un cuadro, se me cae por los hombros.
Me he sentido olvidada como una yerba sola
no puedo con el mundo, si es que hay mundo fuera
porque dentro se me ha deshabitado.
Escucho en el silencio de todo lo que ha muerto
llegar la noche entera con su falta de luz
con más quietud si acaso
Y me repito a solas que volverá el sol,
lo veo entrar por la ventana y me oriento,
vuelve el sol a cubrirme, lo digo de verdad;
aunque como todo lo anteriormente dicho,
cada día se muera unos instantes.


© Carmen Castejón Cabeceira
---

Una mano dibuja



Una mano dibuja la caricia
y el pómulo se tensa
a la lágrima seca de la vieja.

Cargados de tristeza
en la profundidad de un sueño que se pierde,
los ojos agradecen la ternura
y miran con recelo las palabras:

— ¡Qué guapa te han vestido esta mañana!

Juegan los pies en un paso de baile,
insinuado apenas; parpadea
la cara en el escorzo
de joven picardía; y las pestañas,
- abanico de lamas deslucidas, -
aletean sonrisas olvidadas.

En el camino largo
de la cansada ruta centenaria
mi vieja se ha dejado los recuerdos.


de “espejos rotos”, 2005

martes, 23 de mayo de 2017

intimidades


una cueva en el valle

---

entre dos rocas
la penumbra protege
intimidades

---

CUANDO EL HOMBRE SE EXTINGA


Cuando el hombre se extinga,
cuando la estirpe humana al fin se acabe,
todo lo que ha creado
comenzará a agitarse,
a ser de nuevo,
a comportarse libremente
como
los niños que se quedan
solos en casa
cuando sus padres salen por la noche.

Héctor conseguirá humillar a Aquiles,
Luzbel volverá a ser lo que era antes,
fornicará Susana con los viejos,
avanzará un gran monte hacia Mahoma.

Cuando el hombre se acabe
cualquier día,
un crepitar de polvo y de papeles
proclamará al silencio
la frágil realidad de sus mentiras.


©Ángel González.
---

EL HOMBRE DE LA SILLA


El hombre de la silla – los ojos como lanzas –
aviva desvaríos prendido de la puerta:
cristales oxidados cerrados a la calle
por donde se desangra la soledad más yerta.

La pulcra galería de tonos agradables
se puebla de fantasmas de blanca vestimenta;
abrigos y bufandas ocultan desolados
deshechos de persona; ceniza macilenta.

La sala resplandece, y una voz sin historia
se apodera del aire: llama con un suspiro
a cruzar a otra sala; a enfrentar una mesa;
a descubrir un brazo y entregarlo al vampiro.

El hombre de la silla clava sus esperanzas
en el sol de la calle; en el tráfico–río
que lo devuelva pronto a su tierra de nadie,
a rondar el paseo con su silla y su frío.



de “espejos rotos”, 2005

martes, 16 de mayo de 2017

EL FALSO LLANO


pradera en el valle
---

desde la fronda
el silencio respira
ojos del valle

---

EL FALSO LLANO


En 1492
descubrí los barcos, abandonaban el horizonte para
rozar los dedos de nuestra isla. Lucía era dueña de sus
silencios aunque sus silencios no tuviesen dueño,
ningún periódico huraño previno a los niños de
ninguna tormenta, ningún teniente coronel anunció
nubarrones, el mar era azul azul, ahí no nos
perdíamos nada, volvía a ser tarde aunque llegamos a
punto de que el sol desvirgara nuestro presente.

En 1942
el día en que mi madre me regaló una corona de
pinchos para recompensarme por el esfuerzo, como si
todavía le doliera la sensación de que mi cabecita
saliera de su vientre, como si el barco hundido con la
proa todavía hincada entre sus muslos no dejara de
naufragar, Lucía abandonaba el silencio y hablaba con
los tripulantes, quería que su silencio solo fuera
nuestro y contaba en idiomas extraños a los
desconocidos que nuestra isla requería ser un secreto.

El 1942
los barcos encallaron en nuestra isla y Lucía y yo todas
las noches aflojábamos tornillos como delfines
desesperados, los barcos se hundieron y mi madre
aguantó los embates como una fiera.
Todo fue a peor, los tripulantes aún están aquí y yo
intento averiguar si Lucía está entre ellos.


©Óscar Aguado
de “El falso llano”
(Editorial Gato Encerrado)

---

EL VIEJO



El viejo la miró mientras cruzaba,
súbitamente roto su sosiego.
Supo de las barreras de su ego
prendido al aire que su paso daba.

Sorbió el encanto de su pie: trenzaba
bailes de bailarina, de pasiego,
con un meneo de caderas; fuego
de luz sus ojos cuando la miraba.

Una punzada fue la sacudida
del aire en sus pulmones, suspendido
al ver la maravilla sin clemencia

de la muchacha firme, decidida
perturbando su pulso, sorprendido
cuando ya no ocultaba su impotencia.


de “Espejos rotos”, 2005

martes, 9 de mayo de 2017

alguna lluvia


flor en el valle

---

alguna lluvia
y el milagro sucede
prímula blanca

---

LOS SÍNTOMAS PRIMERO


Vieja sabia he de evocarte
por las tardes del campo en tu regreso
los cabellos y el manto desceñidos
con pétalos de flores salpicada.

¿Cómo despiertas Primavera Loca
la algarabía de ese viento rojo
de esa carne tan seca en vivos brotes
que palpitan cuajados de mil verdes...?

¿Qué excitante mudanza gravitando
como las huellas que embellecen mudas
la tersura desierta de una playa
cerniste lente sobre el campo yerto...?

¡Oh trasfondo total! ¡Oh vigorosa
ley oculta rectora de la sangre!
¡No va contigo el tiempo sí la vida!


©Ezequías Blanco
---

LA AUSENCIA


A veces pasan cosas. Amanece.
El sol engaña tras de la ventana.
Suena la radio. Se repite vana
la lluvia de la ducha, que se crece

repicando al puchero (cuece-cuece
de la espuma volátil y liviana).
Molestan el vecino tarambana,
y el rezongar de un viejo que padece.

A veces en la tarde pasan cosas.
Las luces tamizadas por el árbol
coloreando la penumbra inerte…

…y a veces nada pasa, y entre rosas
de la noche marchita bajo el mármol,
solo queda esperar la nueva muerte.



De “espejos rotos”, 2005

martes, 2 de mayo de 2017

oscuro pensamiento


Cría de buitre negro en el nido (2016, julio)
---

bruma en el valle
oscuro pensamiento
desde su patria

---

LA SITUACIÓN


En todo pensamiento se esconde una tiniebla,
como en toda emoción una sombra de duda.
En todas las verdades hay un mármol que tiembla
y en todas las mentiras un fuego de penumbra.

De lo poco que somos, gran parte es de un fantasma.
Nuestro deseo gobierna su industria de espejismos.
La memoria más nuestra también es de la nada.
La conciencia, en secreto, blande un puñal en vilo.

El pasado divaga entre estatuas de humo.
El presente parece una ilusión en fuga.
Allá en el porvenir hay siempre algún reducto
en que ensoñar la trama de estos sueños a oscuras.

La noche está callada como el eco del miedo.
Las sílabas se juntan en busca de un sentido.
Nuestra historia la escribe con su cálamo el viento.
Y este huir de nosotros, del tiempo y del destino...

©Felipe Benítez Reyes
---

LA VIDA


Es un libro la vida de páginas en blanco.
Sin sentir lo escribimos a golpe de experiencia.
Deja huella la pluma de penas y alegrías,
caminos que se rompen, semillas que verdean…

Y el libro cobra vida. Y la vida es un árbol
de raíces profundas y de ramas etéreas
recorridas de savia y embriagadas de viento
en los amaneceres de eterna primavera.

Y en un instante ciego por nadie diseñado,
como una golondrina perdida en la tormenta,
una ráfaga fría de tiempo desparrama
esas hojas doradas de la frágil vereda,

y el libro se desarma. Se derrama la pluma
con su tinta salada de lágrimas y seda,
y en el viento prendidos aventamos fantasmas,
esos que nos visitan un otoño cualquiera.


De “espejos rotos”, 2005