martes, 4 de febrero de 2014
DESDE LA PENUMBRA
Félix Grande
EL INFIERNO
El bien irreparable que me hizo tu belleza
y la felicidad que se llevó tu piel
son como dos avispas que tengo en la cabeza
poniendo azufre donde conservaba tu miel.
¡Cambió tanto la cena! Botijas de tristeza
en vez de vasos de alba tiene hoy este mantel
y aquel fervor, espero esta noche a que cueza
para servirme un plato de lo que queda: yel.
Rara la mesa está: La miro con asombro,
como y bebo extrañeza y horror y absurdo y pena.
Se acabó todo aquel milagro alimenticio
tras un postre espantoso me levanto y te nombro
que es el último trago de dolor de esta cena,
y voy solo a la cama como quien va al suplicio.
©Félix Grande
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DESDE LA PENUMBRA
10
Ayer te lo pedí. Desatendiste
con esa decidida indiferencia
mi súplica. Tenía que probarlo.
Una vez más cobré mi decepción.
Ayer te lo pedí de pensamiento
cuando tú me mirabas. Esas cosas
revolotean entre los cristales
frontera de tus ojos y los míos.
Ayer te lo pedí como otras veces,
y mi poema se rompió en pedazos
antes de que nacieran los intentos
de dar el primer paso en ese baile
de gozo y media luz, en la penumbra
en donde amar se llama fantasía.
©pbaediciones
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