martes, 7 de abril de 2015
CARTAS
UN SONETO PARA JODER A UNOS CUANTOS
Un soneto me manda hacer Roberta
parecido al que Lope hizo a Violante,
y en el primer cuarteto este ignorante
que suscribe se larga por la puerta
de atrás. Bueno. El segundo es una oferta
que puedo rechazar más adelante
si resulta ripioso, o bien pedante,
o si la lengua ya me sale muerta.
Si en algo son mejores los tercetos
es que son cortos, y la rima incluso
la puedes colocar a tu manera.
Nadie sabe hoy de ritmos, y estos retos
Jesús, van decayendo y en desuso:
Muerta la rabia se acabó la fiera.
17 de noviembre de 2009
© Jesús Urceloy, 2009
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CARTAS
Lunes, 13
No te veo, muchacho enamorado,
en la espesura de tus girasoles,
oculto por la trama del olivo,
tu sombra presentida en el ocaso
sobre surcos de tierra y algodones.
No te imagino desde mi butaca
a contraluz de un sol de medianoche
cargado de ponzoñas y venenos
midiendo la sonrisa de un insecto
saltamontes en tierra de secano.
Apenas te distingo en la distancia
entre los azahares del naranjo
y el verde de patata y zanahoria,
calibrando contrastes y texturas,
crecimiento, subida; sublevado
en el trajín de lunas olorosas.
No quiero contemplarte seducido
en este trance luminoso y dulce,
los lazos deslizando por la espalda,
puntillita de blonda por tus dedos,
el tacto de la seda…; la nostalgia
dolorosa de un sueño que renace;
esos preciosos ojos que se apagan
en un suspiro largo, sofocado
por el fuego que calma y apresura
la sed de tantas noches misteriosas,
y la luna rendida en tu ventana.
©pbaediciones
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