El castañar del Tiemblo
UN CUENTO DE NAVIDAD
Margarita, a sus casi diez años, ha vivido muchas experiencias y, a través de las ventanitas de sus bonitos ojos azules, observa y mira minuciosamente cómo pasan los días; y en cada instante hay algo nuevo, diferente; no se puede perder nada; todo le llama la atención; le gustaría participar en tantas y tantas cosas… está como distraída, pero no pierde de vista nada de lo que sucede a su alrededor.
Isabel se acerca, y le dice:
—Margarita, preciosa, ha llegado la horita, —mientras, con
una gran sonrisa, acaricia su pálida carita— Oye, Margarita, tienes nombre de
flor, pero tú eres más bonita.
Margarita sonríe; en sus cristalinos pómulos aparece un leve rubor
sonrosado, y de sus delicados labios sale un débil: “gracias”.
Isabel, para animarla, le pregunta:
—¿Has escrito la carta a los Reyes Magos?
—Sí…
—Y, ¿Qué les has pedido?
—Solo una cosa…
—¿Y qué es?, si se puede saber…
—Que, cuando me salga el pelo, sea como el tuyo, Isabel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario