ropa tendida: ESTELA DE UNA DAMA
- qué historias más extrañas no vivimos…
- no sé si fue la suerte o el azar…
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11 ROPA TENDIDA
Ella lo repetía
en cada Navidad; en cualquier fiesta;
en noches de apagón; en la vela del luto
para llenar las horas de bostezo,
de cansancio, de lágrimas.
A veces retoñaba por la siesta,
quitando y añadiendo, y ascendía
en el estío como fina lluvia.
Otras, a cualquier hora, renacía
por un detalle que colmaba el vaso
e infundía en los labios un temblor…
Llenaría papeles con los hechos
que salpicaban sus lamentaciones.
Evoco la pregunta,
y ver, oír, callar, como respuesta;
y, más lejos aún, -tal vez no tanto-,
calla la boca, que hay ropa tendida.
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- no sé si dejaremos de ser nadie…
©pbaediciones
martes, 30 de abril de 2013
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