martes, 29 de octubre de 2013

Ropa tendida



ropa tendida: ESTELA DE UNA DAMA

- ...es como regresar...

36 ROPA TENDIDA


“Subieron las alubias, el tocino,
los garbanzos, el pan: una telera
ha puesto en la picota la bandera.
!Cómo vadearemos el destino¡

Cuidado con la gente. Y el vecino.
Ayer crucé con él en la escalera.
No puedo más, ¿qué lance nos espera…?
Olvida el pensamiento peregrino.

Calla que no nos oigan. Dilo luego
cuando solos estemos en el juego.
Esta existencia ¿cuándo será vida?”

Qué tiempos tan sencillos, tan extraños,
de peso en la conciencia, de los años
del ¡cállate!, pues hay ropa tendida.



©pbaediciones

martes, 22 de octubre de 2013

ropa tendida



ropa tendida: ESTELA DE UNA DAMA

35 ROPA TENDIDA


Un ventarrón del norte
ha sugerido duplicar las pinzas.

Con las manos heladas
vas escogiéndolas y sujetándolas.

Banderas en un mástil, la colada
declama su discurso: huyen y no se van
anclada cada prenda en la rutina.
Tal vez intentan maridarse al viento.

Con el frío de agosto sobre el alma
elevarte quisieras
buscando más allá del horizonte;
pero, también distante, permaneces.

Será por algo más que la costumbre.



©pbaediciones

martes, 15 de octubre de 2013



ropa tendida: ESTELA DE UNA DAMA

34 ROPA TENDIDA


Nada es indiferente. Cada paso
es la repetición del mismo hecho,
y el cobertor sobre la decadencia
no solucionará la podredumbre.

El nudo en la garganta
crece al atardecer de la derrota,
y oprime hasta el ahogo
cuando los años hurgan en la herida.

Ir a la cama sin hacer promesas
de un olvido imposible.

Lavar luego las sábanas. Tenderlas,
y que la luz se lleve las manchas de memoria.



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martes, 8 de octubre de 2013

ropa tendida, nº 33

gotas de libertad

ropa tendida: ESTELA DE UNA DAMA

33 ROPA TENDIDA


Todo está negro… Brillan los neones,
sol falso en las entrañas de la sala.

La hora se ha parado.
La sombra se ha cebado en la ventana.

En el sosiego lúgubre
retumban por el suelo unas pisadas.

Los cuerpos en letargo se contraen,
se yerguen con recelo. Se levantan
las miradas perdidas en el linóleo gris,
hasta que pasan
dejando atrás crecido en el silencio
voces que se derraman.

Mientras se aleja el ruido del tormento
en esta noche trágica,
pugna por aflorar y deshacerse
el nudo de una lágrima.

Todo es ropa tendida.
Todos callan.



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