martes, 25 de febrero de 2014

DESDE LA PENUMBRA



MENTIRA

Miente el demonio en la soledad
mientras se escarba el oído con palo santo
y mientes tú y mienten las rocas que le sustentan,
y ese barco que espera llegar a puerto un día.
Mienten como sastres el soberano y el Papa,
el hotelero y el mozo de sliping.

Pero hay días de suprema mentira,
en que los puentes guiñan y el soborno sonríe,
tiemblan las calles de risa satánica
y se ve que todos los ojos humanos quisieran diez párpados.
Hay días de búho salmantino,
en que la mentira lleva cola de emperatriz,
en que las nodrizas se ordeñan cerveza
y los filósofos descubren el rubor.

Días de cieno amasado con gloria, mantequilla y cemento.
Días, en fin, en que dormir es tan difícil como calcular,
Y que los cálculos resultan fox-trotes de negros.
Días inversos, en que congela el viento sur.
Días de un amarillo como ni el Asia conoce,
días en que las insignias de los jerarcas
se salen al bar en busca de whisky
con ánimo de no regresar al estuche.
Días, en fin, de suprema verdad.
Porque la mentira es el sustento de la existencia.


©José Moreno Villa, 1936
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DESDE LA PENUMBRA

13

hay una luz penumbra la ventana
promete discreción es otro mundo
oculto a las miradas nadie sabe
nada de ti de mí nadie sospecha
has cerrado la puerta tapizaste
baldosas con mis prendas acaricio
tu espalda con mis uñas lumbre y hielo
tu piel junto a mi piel bailan un tango
el tiempo se detiene ignoramos
los números de luz ve más despacio
descúbreme otra vez deja que mire
una vez más repítelo al oído
yo ya no soy ni tú ya nada existe
tan solo la penumbra


©pbaediciones


miércoles, 19 de febrero de 2014

DESDE LA PENUMBRA


popocatépetl

LA HORA DEL PASEO

Un hombre que ha salido con su perro,
un hombre que ha salido muy temprano,
que pasa por delante de la mar
sintiéndose distinto a la mañana
anterior, repitiendo sin embargo
cada paso de ayer, como una máquina.
Se ignora si es la bestia quien lo lleva,
o si en cambio conduce el ser humano;
o si se necesitan mutuamente
como se necesitan con urgencia
los amantes los sábados.
Amanece despacio y alguien grita
sin que nadie pregunte ni responda.
Y es que sólo hay un hombre paseando,
no arrastra tras de sí ningún dolor,
no representa nada, no es un símbolo
de ningún tipo, no es una metáfora
del dolor y la angustia de vivir,
hay poemas mejores para aquello.
Aquí solo hay un hombre que ha sacado
a su perro a la calle unos minutos.
Que pretende volver en cuanto pueda
a la cama a seguir imaginando
que el perro se le muere, que de pronto
se le destina a un sitio donde nadie
entienda una palabra en castellano.
Un sitio sin correas. Eso piensa
el hombre que pasea con su perro,
el hombre que ha salido tan temprano
porque le aterroriza que otros hombres
puedan interrogarle con preguntas
sobre la raza y sobre las costumbres
del animal que tiene amordazado,
mientras sale a la calle con su perro
aburrido del mundo, junto al mar,
y piensa que ha vivido muchos años
y que ha sido feliz, muy pocas veces,
y que ha tenido varios perros buenos
pero sólo un amor, y ese fue malo.

©Ben Clark
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COMUNICADO

"queridas, queridos:
llevo unos días fuera de esta esfera social, y de las otras. ahora, por fin, os cuento.

hace algunas semanas me ofrecieron un puesto de trabajo en la ciudad de puebla, en méxico. unos días después lo acepté. y otros días más tarde viajé a la cuatro veces heroica ciudad de puebla de zaragoza, a la que llegué el pasado jueves 13 de febrero y desde la que os escribo.
me trae de nuevo a la latinoamérica impetuosa el cargo de coordinador de promoción cultural, dependiente de la subdirección de desarrollo artístico y cultural, dentro del instituto municipal de arte y cultura de puebla (http://www.todopuebla.com/directorio/imacp; la página oficial está ahora mismo en obras).

llevo sólo tres días aquí, adaptándome al cambio absoluto y aprendiendo a ser un neoemigrante.

es muy difícil abandonar tu país. el físico y el geoemocional, que está formado por todos esos a los que amamos por uno u otro motivo.
pero méxico es un motor que siempre está en funcionamiento, y últimamente españa, creo, se ha vuelto estática, pausada.

sería demasiado sencillo, sin embargo, escudarme en la situación nacional para explicar mi viaje.
asumiré mi responsabilidad. creo que yo también estaba empezando a caminar despacio. a dudar. a temer.
tal vez ésa sea la clave: que en españa nos están consiguiendo volver temerosos.

tememos no tener. no entender. tememos que tras una fugaz indignación todo vuelva a su sitio. tememos una degradación del otro, y de uno mismo, que llegue a ser irrevocable.
tememos la quietud y el enfriamiento de la voluntad.

y cuando estaba empezando a dudar de mi propia composición de lugar, llegó la oferta de trabajo en méxico.
podría haber seguido haciendo lo que sé. podría haber seguido escribiendo, leyendo, tratando de desarrollar proyectos de gestión cultural no convencional que lograran revitalizar el espacio que habito.
pero prefiero hacer lo que no sé. decir lo que no sé decir, como recomendaba ory.

dejo españa porque es una oportunidad para enfrentar el miedo y dejar de temer. para ser más. para seguir creyendo en mí, al fin y al cabo.
lo hago apoyado por vosotros, a los que tengo tanto que agradecer, y acompañado por rv, que es para mí, entre otras muchas cosas, un sinónimo de futuro y un ejemplo absoluto de valentía.
no viajo por amor. viajo hacia el amor.

firmo un contrato de cuatro años y ocho meses de duración.
espero que mi fe y mi valor se extiendan mucho más allá.
espero no temer.
lo espero todo.
desde méxico, amigos, os acompaño, os necesito, os quiero.
ya os contaré.
un abrazo,
como mi vecino el popocatépetl,
en erupción."



©Gonzalo Escarpa, 17/02/2014
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DESDE LA PENUMBRA

12


En el eco lejano rompimos la rutina.

Por el resquicio lento de la tarde
nacían, incipientes, albores de la noche.

Al sol, que se apagaba, la luna sonreía.

Fue un arrebato mutuo.

El tiempo se detuvo, y en la sombra
lo hicimos como siempre: ¡como nunca!

Luego
volviste a la cocina…


©pbaediciones


martes, 11 de febrero de 2014

DESDE LA PENUMBRA



VECINDAD DE CULTURAS

Es la alianza: este aire
montaraz, con tensión de compañía.

Y saber qué distancia
hay de hombre a hombre, de una vida a otra,
qué planetaria dimensión separa
dos latidos, qué inmensa lejanía
hay entre dos miradas
o de la boca al beso.

¿Para qué tantos planos
sórdidos, de ciudades bien trazadas
junto a ríos, fundadas
en la separación, en el orgullo
roquero?

Jamás casas: barracas,
jamás calles: trincheras,
jamás jornal: soldada.

¿De qué ha servido tanta
plaza fuerte, hondo foso, recia almena,
amurallado cerco?

El temor, la defensa,
el interés y la venganza, el odio,
la soledad: he aquí lo que nos hizo
vivir en vecindad, no en compañía.

Tal es la cruel escena
que nos dejaron por herencia. Entonces,
¿cómo fortificar aquí la vida
si ella es solo alianza?



©Claudio Rodríguez

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DESDE LA PENUMBRA

11


La tarde cae, y en la quietud del parque,
fundida en el aliento del ayer,
permanece olvidada la quimera
que creía vivir sin nunca ser.

Dispersan, del invierno frías ráfagas,
vestigios de un incierto amanecer
bajo el árbol, deshecho en aserrín.
Qué fácil era entonces prometer…


©pbaediciones

martes, 4 de febrero de 2014

DESDE LA PENUMBRA


Félix Grande

EL INFIERNO

El bien irreparable que me hizo tu belleza
y la felicidad que se llevó tu piel
son como dos avispas que tengo en la cabeza
poniendo azufre donde conservaba tu miel.

¡Cambió tanto la cena! Botijas de tristeza
en vez de vasos de alba tiene hoy este mantel
y aquel fervor, espero esta noche a que cueza
para servirme un plato de lo que queda: yel.

Rara la mesa está: La miro con asombro,
como y bebo extrañeza y horror y absurdo y pena.
Se acabó todo aquel milagro alimenticio

tras un postre espantoso me levanto y te nombro
que es el último trago de dolor de esta cena,
y voy solo a la cama como quien va al suplicio.


©Félix Grande

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DESDE LA PENUMBRA

10


Ayer te lo pedí. Desatendiste
con esa decidida indiferencia
mi súplica. Tenía que probarlo.
Una vez más cobré mi decepción.

Ayer te lo pedí de pensamiento
cuando tú me mirabas. Esas cosas
revolotean entre los cristales
frontera de tus ojos y los míos.

Ayer te lo pedí como otras veces,
y mi poema se rompió en pedazos
antes de que nacieran los intentos

de dar el primer paso en ese baile
de gozo y media luz, en la penumbra
en donde amar se llama fantasía.


©pbaediciones