martes, 4 de marzo de 2014

DESDE LA PENUMBRA




UN DÍA EN LA VIDA DEL CONDE
SABINO CELAZQUE


No está mal esa manera
de consumir la vida:
No levantarse nunca de la cama
con algún músculo dormido.
El cafetito dentro con tostadas
mientras comenta las noticias
irónico indignado -ma non troppo-
solidario estupefacto alegre...
Bata de raso sobre el cuerpo
y qué alivio la primera micción.
Una ojeada a la calle aspirando
el humo del cigarro
-dos volutas al gato
y tres a la vecina-. Saludo
a las tortugas perezosas
-todo un símbolo-.
Regar las plantas suavemente
dulcemente lentamente halagarlas
y empezar a pensar en los placeres
de tres cañas de vino.
Con los colegas de la barra
irónico indignado -ma non troppo-
solidario estupefacto alegre...
Comer ligero para no llegar
tarde a la partida de mus
-qué gozo el farol de estas mentiras-.
La metafísica de la merienda
luego viene detrás del buen jamón
y del buen queso. Paseíto de ocio
por el parque algarábico.
A ratitos dejarse seducir
por las niñas más monas
y buscarlas más tarde
en las putas burguesas mercenarias.
Volver silbando a casa. ¡Cuidado
sortear bien las cacas de los perros!
En el sillón arrellanarse
con un vídeo de tetas y de culos
y esperar a Morfeo un autodefinido
que se acabe la luz y hasta mañana.


©Ezequías Blanco

---


DESDE LA PENUMBRA

14


Rastreo la tibieza de tu nido
como mirlo que lanza su poema,
preludio de alborada.

Mi grito de silencio te corteja
desesperadamente inaccesible,
porque tus ojos callan,

y pesa más el canto del abismo
que la tenacidad
cuando porfía temeraria.

Desdeñas la promesa,
y en la sombra dilatas el sendero
entre mis desazones y tu espalda.


©pbaediciones

No hay comentarios: