martes, 25 de abril de 2017

dejarse ir


el buitre negro

---

en el azul
mecido por la brisa
dejarse ir

---
LOS PRIMEROS CRISTALES


unos peldaños corriendo tras mis pies
me duelen los zapatos
de charol
y la costumbre
de aplastar mi nariz en tu cristal.
Escuchar la nocturna rutina de cenar
vivir dentro del aro que me abraza
lanzar al cielo el diábolo y lograr
que patine en mis brazos.
No querer que la noche me sorprenda
y sin embargo
amar el artilugio nocturno
de los programas de la radio.
¿No se levanta la niña?
No, le toca tomar el calcio.
Cómo huele a pepino y caramelo en el verano de tu rostro.


©María Torvisco
---

LA NOCHE DE SAN JUAN





Nacidos de la nada en una tarde cálida
barajaron la sombra y la quimera,
y quemaron tristeza, y apagaron nostalgia;
llamaron a la magia y ahogaron los temores
en pócimas de miel y de hechicera.

Desvanecieron en el abandono
sus lazos invisibles sellados con un beso;
cayeron de una sima en otra sima;
rompieron la distancia del secreto
entrando sin entrar en el misterio…

Ignoraron el tiempo reprimiendo deseos
apurados en copas de alabastro,
y, en el límite puestos, navegaron mareas
con el rumbo perdido y las velas trizadas,
empapados de fuego (una boca en la boca),
resumidos en uno.
Y a la nada volvieron.

De “espejos rotos”, 2005

No hay comentarios: