martes, 26 de agosto de 2008

aire












Te busco ansiosa en el Google,

oigo el roce de tus palabras

dulce algodón en mis oídos.

Leo tu último e-mail,

te recuerdo…

aún sigo volando por las nubes.

No quiero este suelo seguro

que guarda lágrimas,

quiero seguir jugando

con este fantástico ovillo

que enrolla mis sentidos,

y ríe con mis notas.

Como Teseo, venzo al minotauro

de un almanaque descontento,

con puñal imprudente,

mato todos mis miedos.

La puerta está ya cerca

respiro.


1 comentario:

pedro bernal dijo...

bienvenida a casa, conchi; muy bien traido tu poema, para el tiempo que vivimos.