martes, 26 de agosto de 2008

Prisionera del beso




Surca la luna llena su vacío
vestido de tiniebla. Resplandece
la verde madreselva plateada
de túnica fantasma. Y en la esquina

donde se junta la ilusión del alba
con el aroma del jazmín y el celo
de los rosales, canta desolado,
(a la luna de plata de la noche,

-y a la calle, teñida de farola-),
un mirlo, que pasea su secreto,
de una rama sutil hasta otra rama…

La seda de mis dedos se resiste
al olvido en la noche, prisionera
del beso que ha cerrado tu ventana…


pbernal
de cartas...

No hay comentarios: