domingo, 28 de diciembre de 2008

desde mi cabina, 1 y (7.12 de 7)

12 -------

La niebla me acompaña: navego una laguna.
Un bando de palomas acosa la pradera.
Tonalidades ocre resaltan en el pasto.
Palacios y alquerías en algodón pardean.
Del páramo desierto emergen los almendros
vestidos de tristeza.
Una tribu de encinas acampa en un otero.
Pinceladas de olivo se recrean.

Sobre la bruma pálida, una muralla oscura
vacía de colores avanza por la selva.
Pasiva y desdeñosa, afirma el horizonte.
Es la montaña. Quiere, deshilachada y terca,
detenerte en el llano. No te preocupe, Máquina:
conozco una vereda.

pbernal
desde mi cabina
---

No hay comentarios: