miércoles, 28 de abril de 2010

POEMAS SOLIDARIOS

LA BIBLIOTECA AMADA


para Marisol

A veces, al buscarte entre los libros
que pueblan esta casa, no te encuentro:
miro entre los estantes una vez
y otra más. Un millón. Hasta me aburro

de mi torpe memoria. Desde el lado
misterioso y sensual de aquel espejo
que hay junto a la entrada, veo a un tipo
igual que yo, que se sonríe. Él guarda

el secreto rincón donde te esconde
de mi búsqueda loca y sin objeto.
Sin embargo sucede que unos días
después llegas a casa, y cuando busco

ya estás aquí. Rebosa cada cuarto
con tu sonrisa abierta, y el sujeto
ese que vive al otro lado pone
cara de circunstancias si le miro.

(Pero es buena persona, me recuerda
alguien que ya conozco vagamente.
Tendré que investigarlo). Tú me llamas
desde un estante, y en silencio indago

el lugar de tu voz. Te veo. Caminan
mis manos por tu piel, abro tus páginas
y me sumerjo en ti. Y cada lunes
finjo que te has marchado y no te encuentro.


urceloy / febrero de 2010 / inédito en libro.
en blog URCELOCO
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QUE NO ME DUELA MORIR


Que no me duela morir es lo que quiero...

y rimar perros con árboles
o hacerme un harakiri en el pulgar cuando atardece...

bailar como un poseso
al ritmo del ‘Dough roller blues’ de Garfield Akers
y decidir si me muerdo una uña
o me fumo el próximo cigarro
como un suicida...

pero que no me duela morir,
porque no merece la pena que me vaya de aquí
con un recuerdo amargo...

que no me duela morir...
y rimar las costuras de tu falda con los muslos
o poner mantequilla en las galletas,
y caminar toda una noche entera
mientras llueve
o simplemente dejarme caer en la cama
como un fardo...

Y que me canse de usar solo la mano derecha
o que me olvide de que tengo un omóplato
mientras miro tus senos de glicina a contraluz
y con el filtro verde de mis ojos...
y que siga deseando acariciar los meses
como a tu vientre hecho de cutis fino y blondas suaves...
y no sentirme indiferente
como las reses en el paisaje,
estancadas en los pastos con nada que hacer...

Que no me duela morir...

o que me duela poco...

que no sienta dejaros
y todo sea rimar la madera de pino con mi cuerpo
o rimar estos ojos con el negro total de algún abismo...

y que de pronto vea tu boca viniendo
y mar picada...

y que eso sea todo.


Luis Felipe Comendador, abril de 2010. Inédito.
En blog “diario de un savonarola”
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