martes, 15 de septiembre de 2015

CARTAS


rosal


CANCIÓN DE INFANCIA

Para que sepas lo que fui de niño
voy a decirte toda la verdad.
Para que sepas cómo fui, aún guardo
mi retrato de entonces junto al mar.

Playa de arena, corazón de arena
hubiera yo querido en tu ciudad.
Que te faltase como me faltaba
-le llamaron post-guerra al hambre- el pan.

Tú con tu casa de muñecas vivas
llenando los rincones de piedad.
Yo, capitán con mi espada de palo,
matando de mentira a los demás.

Si hubieras sido niña rodeada
por todas partes, ay, de soledad,
yo te habría buscado hasta encontrarnos,
hasta ponernos los dos a llorar.

Juntos los dos. Que tu madre nos diga
aquel cuento que no tiene final.
Despertar de la infancia no quisimos
y no sé quién nos hizo despertar.

Pero hoy, que hemos crecido tanto, vamos,
dame la mano y todo volverá.
Somos dos niños que a la vida echaron.
Muchacha -niña-, empieza a caminar.

© Carlos Sahagún
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CARTAS

Viernes, 24


un tema cuestionó firme preciso
debía responder aunque temía
entrar en un jardín de vaguedades
o herir las conveniencias la consulta
una carga llevaba de prejuicio
a veces arrojamos las palabras
sin advertir su justo contenido
y la contemplación de la propuesta
una porción soporta de metralla
miradas de soslayo al diferente
discriminan con ojos de reproche
su súbita presencia en las ciudades
y la certeza de su vista franca
induce a ver peligro en el viaje
que nos separa de sus sentimientos
sin caer en la cuenta disertaba
de las afinidades que nos unen
abunda y nos confunde la ignorancia
propia del ser humano el peregrino
que se presenta triste por la esquina
inaccesible de su propio mundo
serio motivo tiene para hacerlo
mira la casa donde habito dijo
con aplomo habitamos la Tierra
inmensa generosa despiadada
regada y seca virginal y esclava
incómoda y alegre rencorosa
paciente madre para cada hombre
que puebla sus caminos no presumas
de ser su propietario dominante
lastima ver la torpe percepción
de propiedad que algunos atesoran
sobre costumbres nunca defendidas
si no para lanzarlas contra extraños
los Fanatismos son estupideces
donde las emociones nos atrapan
con redes fervorosas y sectarias…
nadie reniega de su propia Casa
por ella y para ella desnudamos
el alma en el principio y el ocaso
una Mujer y un Hombre son Persona
vengan de donde vengan
gratifica llevar juntos la pena
de no tener y compartir el gozo
de una sonrisa puesta en el semblante…
no sé si he contestado a la pregunta
concluyó sosteniendo su mirada
sobre tu precisión de nuestra Patria


©pbaediciones

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