miércoles, 14 de enero de 2015

CARTAS

NUEVE

No juegas ya conmigo, tan orgulloso estás
que más allá de ti no necesitas nada.
Te observas incesante, sin embargo
te olvidas de que yo te soy tan parecida
que te describiría con la fidelidad
de un espejo: tan semejante a ti
que hasta podrías amarme sin temor a excederte.
Pero, si en desdeñarme persistes obstinado,
no importa, esperaré.
Mientras enhebro cintas de dulce terciopelo
en el blanco entredós de una tirabordada
o anchas randas de encaje infatigable labro,
atisbando estaré el menor de tus gestos.
Tan preciso lo retendré en mi rostro,
tan exacto, que pasado algún tiempo,
cuando la edad viril, arrastrándote
tras derruir la seda delicada
exija tus mejillas para sus arrayanes,
tu pecho como un muro para enredar su hiedra,
no tendrás más remedio que mirarme.
Y te verás en mí, adolescente, inmóvil
durante muchos años todavía.

(de “Dióscuros”)

©Ana Rossetti


---
CARTAS

Jueves, 2


Pasos que no se ven. Pasos de sombra
perdidos en el eco y en el aura.
Quietud serena; pasos transparentes
en la noche cerrada.
Pasos que no se ven y se diluyen
en la profundidad de la mañana
entre cubos y batas y fregonas
y carritos de lana.
Pasos cargados con las baratijas:
compresas, píldoras, jeringas, gasas;
sobres, mohines; flores y misterio
de ninfa y elegancia.
Pasos que no se ven en el bullicio
de tardes habitadas
por visitas, ruidosas,
erráticas, descoloridas, lánguidas.
Pasos que no se ven. Larga la hora
bajo revuelta y leve sábana.
Insomnio, agotamiento, fantasías
en quicios inasibles de nirvana.
Pasos que no se ven; pasos furtivos
en el atajo grave de la guardia,
donde palpita el tedio y el espectro
de pisadas vacías, embozadas.


©pbaediciones

No hay comentarios: