A veces escribes bien, o mal, o regular o una mezcla, a veces se atiende a la métrica, se limpia el poema, para que tenga brillo, paquesemueva, otras veces las dudas te molestan y no caben todas y además quieres embadurnar la lógica hacer un poema feo porque fea es la imagen que te lo ha provocado, si fea, porque feo es el silencio cuando lo que hay que hacer es hablar, hablar mucho, explicar, explicar mucho.
Solo de niños construimos torres y las derrumbamos de una patada, para jugar, para volver a levantarlas. De mayores, si se nos cae una gran torre que nos acompaña, tenemos que explicar y hablar mucho si no queda muy feo.
…y por la callejuela ya viene el lunes,
blanco de escarcha,
de tiempo.
tejer urdimbre, ataviar tela,
ovillos de colores, el tiempo vuela,
los lunes.
y sus letras ¡con alas mariposas!
solo los lunes.
y si la vida acude al dique seco
y la nada interrumpe lo vivido,
rotas sus alas, aparece el hueco,
todos los días.
torvisco
3 comentarios:
No hay poema feo, María, al menos eso pienso yo, lo que sí hay son poemas que te hieren, sobretodo cuando no comprendes por qué esa torre que nos acompaña cae y nadie nos explica nada, ni siquiera unas palabras, un reconocimiento, algo que haga que ese hueco no quede tan vacío. Día a día, con nuestras palabras, con nuestras ganas, con nuestras letras, podemos hacer que esa torre vuelva a estar levantada y recupere intactas sus alas.
Cuando estás "en horas bajas" casi todo se pone cuesta arriba..., pero no ha cambiado casi nada, salvo tu percepción de la realidad. Si se afloja el amor, o el trabajo, o las aspiraciones, o las ganas de quererse a uno mismo, lo mejor es defenderse. Los orientales, que creo saben más de esto que nosotros (por lo menos lo han verbalizado más) tienen sus mantras y otros recursos para visualizar lo bueno de lo que buscan. Yo escribí el mío hace muchos años. Y muchos amigos míos lo conocen y les vale. Lo escribo aquí para otra amiga y para el resto de los amigos que puedan leerme. Un beso.
El amor de los míos me protege:
El amor es el hilo que me cose en esta vida,
es la risa y el calor de los que quiero.
No busco ser para nadie indispensable:
tan solo restañar con propia mano
las lágrimas que me lloren,
los ojos que se duelan de mi ausencia.
El amor de los míos me protege.
Muchos besos.
Yo estoy contigo María...además cuando duele -tanto si es a ti como si es a un amigo- hay que chillar para que se sepa. Cante jondo, puro y duro.
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