martes, 2 de junio de 2020

ROMA


LENGUAJE

Cuántas veces hay

que asesinar a una verdad

para por fin averiguar

que siempre estuvo muerta.

 

Andrea Aguirre (Buenos Aires, 1980)

---

 

ROMA

Con la epidemia gobernando Italia,

Roma se ha vaciado de turistas.

Te has quedado sin nadie, Roma.

Paseo en sueños por Campo de Fiore,

por Piazza Quercia, por via Pettinari,
y no hay hombres ni mujeres ni gatos,
todos se han marchado.

Te estoy viendo como te vieron los antiguos.

Como fuiste en el mil trescientos.

Como si regresara la Edad Media.

Como te vio Stendhal,

como te vieron los viajeros del siglo diecinueve.

Ahora estás tan sola como yo.

Qué más quisieras tú, Roma.

Jamás, nunca jamás estarás

tan sola como yo.

Esa jerarquía es solo mía.

 

Tuyos el arte, Dios, los ángeles,
la belleza, la espada,
el misterio de la historia.

Mía la soledad suprema.

 

de Manuel Vilas (inédito, mayo, 2020)

---

 LADRA UN PERRO...

 

Ladra un perro. Viene tormenta.
Solos en la estancia buscando
huellas de un tránsito, un signo
de que aquí hubo un hombre.
Solo hay un pétalo caído
sobre un ojo cerrado, algo
de oscuridad. Un ruido ínfimo.
Como saliva entre palabras,
nada más. Decimos que es él.

 

de Jacques Ancet (Francia, 1942)

---

 LA PRIMAVERA Y EL OTOÑO

 La estepa ha transcurrido su vida en soledad.

Y aún nos limitamos tan sólo a sorprendernos.
¿Cómo comprenderíamos a la naturaleza
sin llegar a entender primavera y otoño?

La primavera afirma: “Soy adorno de vida”.
El otoño contesta: “Vejez es la existencia”.
La primavera asiente: “Las hojas son tan verdes…”.
Y el otoño responde: “Es ocre la belleza”.

Amanecer de paz. De nuevo resurgiste
para que nunca pare la canción de la dicha.
Primavera y otoño seguirán discutiendo,
y llegará el invierno. Y callarán los dos.

 

de Onaigul Turzhan (Kazajistán, 1955)

---

 LA CARICIA ADORMECE...

 La caricia adormece,

y a una región conduce
más cercana a la tierra,
a su silencio y sueño,
bien tendidos, dichosos.

 Y tu cuerpo está ahí, remoto y mío,

inmóvil, invisible, descuidado,
y mientras me abandono a su nostalgia,
la oscuridad absorbe en su sosiego
de gran remanso nuestro amor flotante.

 de Jorge Guillén

---

EL VIAJE

 

Nacer hombre es fácil,

fácil como brotar de cualquier tierra

tras las lluvias de abril,

aunque nunca se sepa

si vamos a ser roble o amapola.

Sin ningún peso de recuerdos,

sin testigos, ni huellas,

todo comienzo es la partida

de un viaje de paloma empeñada

en revelar del mundo

las palabras de amor y los golpes;

allí donde se aprende

el oscuro ajedrez de la existencia.

Así, al ritmo de los años

o, tal vez de las olas

que nos confieren alma líquida

y carne de papiro,

vamos forjando un nombre de raíces

y crecemos sin pausa

hasta formar un bosque silencioso,

en lugar de ir “desnudos”

como cuando llegamos.

Morir es conveniente,

tan conveniente como revivir

el árbol del pasado y atracar después

en el último puerto de la vida.

 

De Raúl Calvo Varela.

---

 EL SEXO MASCULINO NO ESTÁ BIEN DISEÑADO

 Pude conocerle en el atardecer de un banco orientado al poniente o, quizá, en la cola del autobús que me llevaba a ninguna parte. Tal vez coincidimos juntos en los asientos del autobús, o contemplando el ocaso. Dijo llamarse Randolph M. Nesse, había nacido en Toledo (Ohio), en 1948. y que participó en el simposio sobre trastornos afectivos organizado por Esteve... Sostenía el doctor Nesse que nuestro cuerpo no está hecho para el siglo XXI.

      -La evolución anda más lenta que la revolución tecnológica, -murmuró-. Y eso se paga con enfermedades como el cáncer, la arteriosclerosis o la obesidad.

      El precursor de la medicina darwinista, profesor de psiquiatría de la Universidad de Michigan, sostiene que el sexo masculino lo tiene peor.

      -Darwin dijo que sobreviven los fuertes. Y la cosa no va así... -le dije.

      -Hay razones para que no sea así. En primer lugar, el entorno cambia más deprisa de lo que podemos evolucionar. Y las bacterias, también. Pero es que, además, todo en el cuerpo es una compensación.

      -No sé si le sigo.

      -Cuando mejoramos algo, otra cosa empeora. Por otra parte, el cuerpo no se ha preparado para la salud, sino para la reproducción máxima.

      -¿De veras?

      -Sí. Y hay muchas cosas que parecen enfermedades pero que no lo son, como la tos, la fiebre, el vómito, la diarrea. Son mecanismos de protección contra la enfermedad.

      -O sea, en caso de gripe, ¿ni una aspirina?

      -No tiene por qué ser bueno bloquear un mecanismo de defensa. Se ha demostrado que, en el caso de la varicela, si tomas medicación estás enfermo un día más.

      -¿Hay forma de esquivar tanto peligro?

      -La mayoría de enfermedades crónicas están provocadas por un entorno moderno para el que no estamos preparados.

      “Nuestros cuerpos están diseñados para gente que caminaba 30 kilómetros diarios en busca de agua y alimento. Entonces, nadie tenía sobrepeso ni arterioesclerosis...

      -¿Volvemos a la caverna?

      -(Soltó una risita.) ¡No hace falta! Basta con hacer ejercicio a diario, exigir ventanas en los puestos de trabajo, consumir mucha verdura, eliminar las máquinas de refrescos de los colegios...

      -Eso no evita los grandes males.

      -La medicina darwiniana considera que hay buenas razones evolutivas que explican las imperfecciones del cuerpo. Quizá el Alzheimer ha surgido porque los genes que lo causan nos protegen de otras dolencias en la juventud. Y en algunos tipos de cáncer... Si nos hacemos un corte, la piel vuelve a crecer, ¿verdad? Pero eso también significa que puede crecer demasiado. Resistir más y mejor tiene un precio.

      -El cáncer siempre existió, ¿no?

      -Sí. Pero la incidencia ha aumentado porque vivimos más tiempo.

      -¿Vivir más no es más saludable...?

      -¿Sabe cuánto viviríamos si eliminásemos las infecciones, las cardiopatías, el cáncer...?

      -¿Unos 150 años? –aventuré…

      -¡Unos 84! La duración de la vida no ha cambiado durante miles de años. Lo que ha cambiado es la mortalidad precoz.

      -¡Uf! Y dice usted que las mujeres somos más... ¿perfectas?

      -Hay un sexo débil, que no está bien diseñado y es más vulnerable a la enfermedad: el sexo masculino. Mueren tres hombres por cada mujer.

      -¿Y eso?

      -De las 14 causas más importantes de mortalidad, 13 son superiores para los hombres. En gran parte debido al consumo de drogas, a accidentes, asesinatos y suicidios. Pero también mueren más por enfermedades de riñón, hepatopatías, neumonías... La testosterona hace el cuerpo más vulnerable a la enfermedad.

      - Oiga y… ¿descartamos la inmortalidad?

      -Sí. Y es decepcionante. Mire, cuando tenía 20 años empecé a preguntarme por qué la selección natural no había eliminado el envejecimiento. Diez años después, leí un artículo de George Williams. Decía que si un gen hace que tus huesos se suelden mejor de niño, es posible que aporte un exceso de calcio en las arterias y el corazón de mayor. ¿Comprende?

      -¿Es como desvestir a un santo para vestir a otro?

      -(Otra risa) Los beneficios durante la infancia son mayores que el precio a pagar a los 120 años. Ésta es la teoría pleiotrópica del envejecimiento.

      -El estrés no mata, pero arruga...

      -La gente que nace sin la capacidad de experimentar el dolor muere antes. Algunos, a los 30 años. La ansiedad y el estrés, como el vómito o la fiebre, son útiles. Ahora bien, un ataque de pánico es bueno ante un tigre hambriento, no en un colmado...

      -Oiga, ¿y qué enfermedades veremos en este siglo?

      -Las provocadas por los avances en los viajes y por el bioterrorismo. Las infecciones, siento decirlo, seguirán siendo la gran amenaza.

      -Acabe con una buena noticia, se lo ruego.

      -Algún laboratorio inventará un fármaco para comer menos. Eso podría resolver la diabetes y el sobrepeso. Pero creará un nuevo mal...

      Vino el autobús, o se fue el sol, y yo desperté de esos instantes en los que nunca sabré si estuve…

 De Núria Navarro

---


No hay comentarios: