sábado, 11 de abril de 2009

Antonio, Rafael

Con el sabor amargo, desagradable y dulce,
de quien trabaja un día tras otro, como ayer,
con los sentidos puestos en el oscuro túnel,
os veo, compañeros, Antonio, Rafael.

Que fuera Nochebuena ningún sentido tiene
para quien nunca tuvo la fiesta de guardar:
ni santos, ni bautizos, ni bodas, ni festejos
de familiar sentido; como la Navidad.

A la cadena atados, rodando por las horas,
historias de la vida, del mundo, del amor,
habréis soñado juntos dentro de la cabina,
del pueblo, de la novia, del hijo, del mayor…

Congojas, alegrías, venturas y pesares,
marcaron el destino, la estela sobre el mar,
y en esa noche triste, tras el último susto,
en el Salto del Fraile llegasteis al final.

Unidos en la noche más larga de la vida,
la túnica sagrada del ángel vestiréis
al lado del Nacido, tierno, amoroso, justo…;
tal vez nuestro camino con mimo velaréis.


pbernal
ferroviarios
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