Amigo en la distancia, compañero,
en las duras labores de los días,
fuiste, tal vez, aquello que querías
aunque no culminaras tu sendero.
Era tu gesto grave, muy severo,
distante, reservado parecías.
Algunas paradojas escondías,
pues te desenvolvías con esmero.
Erudito, formal, emprendedor
de firme y cimentada trayectoria,
tenías un futuro seductor.
Un golpe seco te tomó: la noria
del tren te lleva en brazos del honor.
Cuánto saber perdemos con tu gloria.
pbernal
ferroviarios
---
domingo, 12 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario