martes, 2 de abril de 2019
VOLAR MIRANDO A LA LUNA
Cabeza de Hierro Menor
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amor al riesgo
volar sobre la nieve
escalofrío
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Es primavera y nada a la vez,
y un candor me persigue desde el sueño
de ese eterno estío
que busco como un ave
que migra... y necesito
su risa para respirarla...
y no solo verla...
no solo imaginarla...
Hoy es domingo y algo se ha quebrado adentro,
pero quedan latidos por gastar
y habré de hacerlo
con hambre
e incluso
con toda la lujuria que me quede
en las manos,
en los ojos,
en la boca...
pues la vida es una mujer, como la muerte,
y solo queda amarla hasta el desastre
o el vuelo...
Me apetece un poema...
LA VIDA ES UNA MUJER... COMO LA MUERTE
Tenerte es la pasión;
buscarte...
es ese nervio pánico
que corre entre la frente
y los despojos
como un guepardo inquieto
y hecho al hambre;
saberte es la verdad
de una fe incierta
que busca combustión
en ser un tacto...
y ser para que seas
es lo que hago
justo cada mañana al levantarme.
¿Por qué si eres huida sigo preso?
La vida es una mujer...
como la muerte,
con pechos y caderas poderosas,
con brazos de abrazar,
con ojos vivos
capaces de comer de una mirada,
con muslos infinitos
que saben apretar si la penetras
y un sexo siempre en flor para libarlo...
Yo la adoro, sin más,
y cada día
quiero hacerle el amor...
pero no puedo.
Díme... ¿por qué si eres huida sigo preso?
luis felipe comendador
abril de 2011
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ROCÍO
—¿Que no sabeh de Rosío? ¿Cómo no vaha sentí
ese tranquilo latí que rebosa señorío?
¿De qué vaha presumí si no sabeh de Rosío?
Morena de nervio y brío y de sonrisa pintá,
es alegre, servisiá, mu cariñosa y cumplía:
la que máh.
Tú le diseh: bueno días, y ella te vaha preguntá
po la salú de tu mare, po tu primo y tu compare,
po tu pare y po tu tía… ¡lo qu´haya que preguntá!
¿No sabeh lo der chavá que viajaba resentío?
(es que dejaba a su novia en el andén de Sevilla
abandoná entre er gentío).
—Mushasho, corasón mío, —lo camelaba Rosío
Recortándole´l billete—: que te veo percudío
de pena y de soleá; alegra esa cara ya
y alevanta tu sentío, que ya mismo vorveráh.
Y er mushasho, dibujhando sonrisas de nardo y vino,
se adentró por su camino llorando felisidáh.
¿Cómo no vaha sentí ese tranquilo latir
que rebosa er señorío
de Rosio?
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VOLAR MIRANDO A LA LUNA
…mi hermana dice que cuando sea grande tendré que trabajar la viña porque lo dice ella que tiene quince años tres más que yo y tendré que escuchar a alguien que me mande y tendré que hacerle caso dice mi hermana que soy cabezón que yo querré hacer otras cosas. -¡Pirrón!, -me llama por mi nombre de una manera que asusta dice que me gusta volar y es que cuando cojo la bicicleta recorro la aldea volando mirando al suelo para no caerme y el trasportín está lleno de jabones que he comprado en la aldea de al lado cruzando el puente de piedra mi hermana dice que de eso no podré comer siempre que tengo que trabajar la viña y que para mí no hay escuela que valga la verdad es que el maestro no se entera de lo que hablo y mis manos se vuelven locas y él me las sujeta y yo le miro la boca y le vuelvo a mirar y nada solo veo su labio con bigote negro repite algo y me cuesta porque el maestro pone los ojos fijos en mi cara todo el rato pero mi hermana dice que es como picar en una piedra de esas que mi bicicleta brinca por las calles de la aldea de al lado me paro de vez en cuando allí en los puestos de la plaza y voy eligiendo los jabones que vende el artesano. -¡Pirrón!, -me llama cuando suena la puerta de casa llego con el trasportín y la cesta vacía de jabones después de haber tocado a la manilla de cada puerta dice que me habré bajado y subido a la bicicleta trescientas veces para dos reales dice que me engaña el artesano que de eso no podré vivir que tendré que trabajar la viña ya veremos le digo eso sí me pide los reales que he ganado vendiendo los jabones y me mira y yo me fijo en su boca se mueve con genio y sus ojos hablan otra vez de la escuela pero su mano está boca arriba me estoy cansando porque cuando sea un poco más grande dice el maestro que aprenderé el lenguaje de las manos mis padres han muerto y dos reales a dos reales harán una bolsa yo mientras vendo jabones del artesano y no me engaña y me fijo porque las pastillas cada vez sueltan otro olor y las vende por algo será cada vez leo mejor los labios de mi hermana ella no tiene bigote y los reales que traigo me los guarda cuando sea grande pondré un puesto de jabones en nuestra aldea y sin prisas me haré con otra bicicleta con la que volar mirando la luna…
Ángeles Martín Ramírez
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