jueves, 28 de febrero de 2008

Mujer

(en memoria de las mujeres maltratadas)


El amor dominaba su vida
y por él su existencia entregaba
apoyando para su provecho
pensamiento y alma.

Para él dedicaba, contenta,
un trabajo que no compensaba.
Para él ofrecía su fruto
a costa de nada.

Pero no le importaba entregarle
su miseria, su risa, su calma,
esperando su gesto conforme,
que nunca llegaba.

Y, si un día de cama y de fútbol
agradable, cumplía besarla,
un ronquido de satisfacciones
es lo que lograba.

Una tarde sintió su reproche
como pájaro rota su ala,
y ganó al rebelarse, vencida,
una bofetada.

Como el agua golpea la roca.
Como el mar cuando baña la playa,
al final vio que no merecía
ser tan maltratada.

Se le fueron abriendo sus ojos
poco a poco; pero perdonaba
sus modales y brusco carácter,
que justificaba.

En la puerta sentía respeto
cuando entraba rendido en la casa,
sorteando pedir el antojo
de ser respetada.

Y a pesar de sufrir su desprecio;
de las broncas y las bofetadas,
abatida en un charco de sangre
aún lo disculpaba...


pbernal

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