25.- El perro
Te quiero porque eres tierno,
solitario, desvalido,
necesitado de mimos,
de caricias y desvelos.
Te quiero por esas ansias
de protección y respeto
entre cálidos abrazos,
entre cálices de flores,
entre sueños amorosos,
entre arrullos de palomas,
y de gatos ronroneos.
Te quiero porque tu porte
de sencillez y humildad
te aleja de los peligros
de cruzar por los atajos:
tú, por los pasos de cebra,
por las luces permisivas,
siempre, siempre cuidadoso
y con paso candoroso
para no ofender… (¿a quién?)
A nadie molestarás.
Pasar desapercibido
es tu deseo más firme,
incapaz para enfrentarte
como los perros rabiosos
por defender tus principios…
Por tu inocencia… te quiero.
pbernal
de tren de otoño
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sábado, 8 de noviembre de 2008
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