19.- Hastío
Una triste maraña
envuelve los caminos de la vía
como una telaraña
de hierros y porfía,
cárcel en donde pena el alma mía.
El espíritu vuela
con el viento. Trepa sobre una nube
de blanca duermevela
y sube, sube y sube
hasta donde subir quiere la nube.
El alma se consuela
desde la soledad de un bello canto
en la tarde de vela,
de ruidos y de llanto,
de recuerdos amargos y de espanto.
Las nubes de colores
revolotean en el mar celeste
como si fueran flores
al viento del oeste
sobre la broza y el olivo agreste.
El horizonte viene
cegado por el monte y por la grama.
El tiempo se detiene
y el tren prende la llama
y aligera la ruta de mi dama.
Un pájaro perdido
evoluciona de la nube en calma.
Su vuelo busca el nido
dibujado en mi palma,
…y siento que a mi cuerpo vuelve el alma.
pbernal
de tren de otoño
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Haiku
en el silencio
de las horas de clase
solo tú hablas
pbernal/2008
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domingo, 2 de noviembre de 2008
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