(fELIZ NAVIDAD A TODOS).-
El esplendor de la madrugada envuelve al cieno
con señales de piedras preciosas,
la mañana tapa brumas de trabajo
con rayos de estimulo,
lluvia de nácar, en mares de tormenta,
bajel de deseos, con heridas de naufragios
por viajes sin premio,
hazañas entre los humos,
magia de rimas, en un caos de letras.
Aceras de gente secuestrando el aire.
Busco, soplo de oxigeno
en autobús sin trayecto,
por calles de nombre nuevo.
Pido, un ángel de milagro
en esta historia de bolas,
donde los cuentos existen,
narrados en la pantalla
de una programación navideña.
Con un abrir y cerrar de párpados,
mando mi deseo
una estrella, brilla en mi hombro,
ahí tienes tu regalo,
Papa Noel me hace un guiño
apago el televisor.
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