jueves, 28 de febrero de 2008

Mujer

(en memoria de las mujeres maltratadas)


El amor dominaba su vida
y por él su existencia entregaba
apoyando para su provecho
pensamiento y alma.

Para él dedicaba, contenta,
un trabajo que no compensaba.
Para él ofrecía su fruto
a costa de nada.

Pero no le importaba entregarle
su miseria, su risa, su calma,
esperando su gesto conforme,
que nunca llegaba.

Y, si un día de cama y de fútbol
agradable, cumplía besarla,
un ronquido de satisfacciones
es lo que lograba.

Una tarde sintió su reproche
como pájaro rota su ala,
y ganó al rebelarse, vencida,
una bofetada.

Como el agua golpea la roca.
Como el mar cuando baña la playa,
al final vio que no merecía
ser tan maltratada.

Se le fueron abriendo sus ojos
poco a poco; pero perdonaba
sus modales y brusco carácter,
que justificaba.

En la puerta sentía respeto
cuando entraba rendido en la casa,
sorteando pedir el antojo
de ser respetada.

Y a pesar de sufrir su desprecio;
de las broncas y las bofetadas,
abatida en un charco de sangre
aún lo disculpaba...


pbernal

martes, 26 de febrero de 2008

Perplejidad y tristeza

Hoy sí que voy a escribir. Hoy sí, porque ayer fue un mal día. Uno de los peores episodios que podían escribirse en la biografía del Centro de Poesía José Hierro se escribió ayer de seis a ocho de la tarde. En mi opinión, sólo podría ser igual de malo que otra bomba cayera en mitad de las aulas y rematara la masacre. Porque ayer cayó un proyectil enorme con la marcha de Gonzalo. No creo que pueda alcanzar a describir mi perplejidad ni tampoco mi tristeza. Como dije ayer, yo no conocía el Centro de Poesía antes. Yo vine al taller por Gonzalo: Escarpa es para mí el Centro. Los demás son buena gente -no hay duda de ello-, pero sin Gonzalo no puede ni debe ser lo mismo. No puede ni debe ser sustituido, porque lo que ha ocurrido no podía ni debía ocurrir. Pero así es la vida, saltamos de una perplejidad a otra, de una incongruencia a otra mayor y nos encontramos en el centro del ojo de un huracán que arrasa la ilusión y destroza el corazón de las personas.

Fue un tanto injusta esa fantasmagoría de “luz y taquígrafos” llena de medias verdades y tácitas heridas todavía sangrantes. Quizá se ajustara más a la realidad la calificación de “careo”. Pero no podía utilizarse munición pesada porque había ropa tendida y -estoy seguro- porque ya se había utilizado con resultado de muerte. La de Gonzalo. Fue duro para Tacha, no lo discuto, pero lo fue más, inconmensurablemente más, para Escarpa, que perdía el respeto y la confianza de su Directora –quedó meridianamente claro que habían llegado a un punto de imposible retorno-, la capacidad de intervenir en el desarrollo de un proyecto que también había salido de sus manos –ahora que por fin parecían avecinarse tiempos mejores- y la posiblidad de rematar la faena de un experimento bellísimo, un triple y medio sin red desde el trapecio de la poesía y con muchísima ilusión compartida por todos nosotros. Y eso duele, duele con un dolor que horada muy minucioso.

Por la parte de responsabilidad que le corresponda, es imposible que Gonzalo no piense que nos deja colgados. Y es verdad, pero a mí no me importa. Lo que sí que me importa es cómo se va de malherido. No puedo estar de acuerdo con la idea de que se le sustituya y basta. Las penas con pan no son menos. Las penas son siempre penas si lo son de verdad, y sé que su autoestima no podía continuar en las condiciones que la Dirección le brindaba. Cuando se despidió como Coordinador en Navidades no pasó nada. Nosotros nos íbamos de vacaciones y él a rumiar su desasosiego. A la vuelta todo siguió igual, salvo por un detalle: ya no era Gestor de Recursos Culturales del Centro. Ni se dio explicación alguna ni nosotros la pedimos, no nos engañemos. Y eso ya fue muy elocuente. Porque no se puede pretender que alquien que está implicado hasta las trancas en un proyecto poético de colosal envergadura, que ha demostrado con creces su capacidad en la gestión de todos esos recursos, se aparte de repente y no sufra arrinconado en un taller de 120 minutos lunáticos a la semana. Eso es muy poco arroz para tanto Escarpa. No olvidemos que Escarpa es ESCARPA, para mí nada más y nada menos que eso. No es un profesor que se sustituye (por cierto, ¿quién le va a sustituir?). Es una oportunidad inestimable que perdemos de aprender lo que nadie más puede enseñarnos, y no hay derecho. No hay derecho porque sé que podía haberse evitado hablando a calzón quitado en su momento y dejando a un lado los compadreos de coleguitas. Un proyecto de gestión cultural es una cosa muy seria y tiene que ser considerada y retribuida como tal. Si no, es mejor dejarlo para no dañar la autoestima del que se aplica a ello con todas sus fuerzas, pero también para no malbaratar el prestigio de los otros que también lo hacen y lo harán en el futuro en éste y en otros centros. El listón no puede bajarse impunemente, porque con esos barros ya sabemos los lodos que nos arramblarán. Para que quede claro. Hay una serie de requisitos que deben de cumplirse, preparación, capacidad, dedicación, entre otros, que otorgan el prestigio y la consideración profesional. Pero también hay que reconocerlos retribuyéndolos con unos emolumentos adecuados, no nos confundamos.

Pero el caso es que ahora vamos a estar sin Gonzalo. Y Gonzalo sin el Centro. Y no. No tenía ningún otro proyecto fuera de aquí. Ni quería crecer como poeta, ni dedicarse a escribir un libro o a dar recitales fuera del Centro. Lo sé porque él me lo dice y yo me lo creo. Porque confío en él. Y ahí creo que es donde ha estado el problema. En que los que debían confiar en él no lo han hecho, porque no han podido, porque no han creído en su talento (recordad aquello de inteligencia, genio, talento, maña: ¿qué no tenía Gonzalo?) , o porque tenían miedo de gestionar un futuro desbordado por su hiperactividad. Que conste que esto es una opinión personal.

Soy nuevo en el taller, pero en la vida ya tengo un poco de oficio. Por lo que he respirado en el Centro cada lunes y algún que otro día fuera del aula, por cómo todo él está impregnado de Escarpa en cada rincón, prescindir de su presencia es casi tanto como pretender retirar la clave de un arco y que no se derrumbe. Yo casi no creo en milagros, pero pudieran ocurrir. Ojalá.

En todo caso, aprovecho para despedirme de un maestro en el más hondo y respetuoso sentido del término, dedicándole estos versos de Lope:

“¿Qué pedís, que no escriba o que no viva?
Haced vos con mi pecho que no sienta,
que yo haré con mi pluma que no escriba.”

Y como siento escribo… ¡Y mira que lo siento! Que no nos quiten el Parnaso…

Hasta siempre Gonzalo Escarpa.

viernes, 22 de febrero de 2008

Para tí Cristina. Un avión de papel en seguidilla, como los que lanzaba David Moreno

Avión de bajo vuelo,

Poema en él.

Rescátalo del suelo,

gratis se lee.

dobla el papel,

arrójalo de nuevo,

poesía express.

HOLA A TODOS

Hola chicos y chicas,

Soy Cristina. Por fin estoy con vosotros en el blog!.

No tengo ni idea de cómo funciona, pero me entusiasma poder ser testigo y parte de esta movida.

Veo que el blog se está c0nvirtiendo en una gran manifestación virtual contra la partida de Gonzalo. Me gusta.

¿Alguien quiere decirme hola, porfi?



Cristina Doal

miércoles, 20 de febrero de 2008

A GONZALO

Perdón, no sé qué es lo que he hecho, por lo tanto comienzo de nuevo el poema.

Nos gustas cuando hablas porque no estás ausente,
y nos oyes de cerca y nuestra voz te provoca.
Parece que los ojos se te hubieran posado
y parece que un verso te cerrara la boca.

Como todas las cosas parecen poesía,
emerges de las cosas, océano de calma.
Creador incansable, llenas de poesía,
y llenas de belleza nuestra silente alma.

Nos gustas cuando hablas y estás como radiante.
Y estás como alegrándote, creador. Nos arrullas
y nos oyes de cerca, y nuestra voz te alcanza:
déjanos que te hablemos con las palabras tuyas.

Déjanos que callemos también con tu palabra
suave como un aliento, fuerte como un cuchillo.
Eres como la aurora, alegre y luminoso.
Tu mensaje es rocío, tan cercano y sencillo.

Nos gustas cuando hablas porque no estás ausente.
Dolido y solitario nos dejas un desierto.
Una palabra entonces, una partida bastan.
Y estamos tristes, tristes de que ello sea cierto.


Mercedes Amodeo

A GONZALO

Hola, compis, he tenido el atrevimiento de crear este poema en nombre de todos. Espero que os parezca bien, y si no es así acataré vuestra inconformidad de forma humilde.

(Este poema es un homenaje tanto a Gonzalo Escarpa como a Pablo Neruda)

Nos gusta cuando hablas porque no estás ausente,
y nos oyes de cerca y nuestra voz te provoca.

martes, 19 de febrero de 2008

APOYO A GONZALO

Éste proyecto cultural, de laboratorio de creacción poética, que tú has puesto en marcha, no se puede quedar cojeando. La travesía tan maravillosa que realizamos todos los lunes y lo que tú nos enseñas, no sería lo mismo sin ti. Mi apoyo a tu labor de coordinador y profesor.

Zar-pa-zo

Las dudas también me asaltan. Me siento arañado internamente por esta falta de sensibilidad, con las personas y con sus proyectos. ¿Hacía donde va la cultura en este País? Quienes han dedicado su tiempo e ilusión a poner en marcha esta Fundación, deben ser recompensados con cierta estabilidad y autonomía, para poder trabajar con libertad.

lunes, 18 de febrero de 2008

de parte de Cristina

Compis, os adjunto un poema de Cristina, ella no puede entrar en el blog y me ha pedido que lo haga yo.

A Gonzalo Escarpa

No tengo qué decir. No tengo nada,
ni labios, ni agujero en las axilas,
ni muelles para acortar las distancias,
ni riesgo de perderte. ¿Tú qué miras?.

No tengo ni pan duro, ni pamplinas,
ni un triste para ti, ni un par de rastas,
ni cuello al que le apriete la camisa,
ni ganas de callarme. Tú te callas!.

No tengo un tú, ni un vuelve, ni un te quiero,
ni ases que esconder bajo la manga,
ni mangas, ni solapa, ni sombreros.

Estoy cerca de ti. ¿Por qué te callas?.
Arriba suena el mar, abajo el cielo,
me voy quedando sola y sin palabras.

Cristina

parole, parole, parole.. escarcha

.......pero pasa que cuando no hay rostros ni nombres, los actos parecen globos de helio, aunque no nos guste la altura ni la trayectoria que llevan, no podemos amarrarles y conversar.

A nosotras nos gustaría que todos quisiéramos saber por qué la Dirección del Centro no ha podido resolver la dignidad de unas condiciones laborales para su equipo, sobre todo cuando el resultado de eso es que se nos va el coordinador. Esto sería un simple movimiento, dentro de un organigrama, si no fuera porque el coordinador que teniamos tiene rostro y voz, y además ha generado corrientes oceánicas que no vamos a detallar pero todos hemos participado y disfrutado de ellas, nos han nutrido y, con ellas hemos crecido.

La pérdida de Escarpa sólo es asimilable como parte de una derrota, una digna derrota después de una dura batalla. Dicha batalla tenía como objetivo defender el proyecto cultural llamado “Centro de Poesía José Hierro”, un equipo de personas con nombres y apellidos que lo tienen que llevar a cabo y unas condiciones laborales dignas para reconocer el potencial de esas personas. Y deberíamos conocer los detalles pues nos afecta directamente, no sólo porque creíamos que éramos parte importante de ese proyecto, si no porque no se pueden generar dinámicas colectivas de creación, ética y estética y congelarlas de repente,

Esta vez, el silencio no es bello, ha cerrado la puerta del templo de la palabra, llenando el paisaje de ausencia.

Marisa Amador y Torvisco

domingo, 17 de febrero de 2008

tu seno

¿Qué quieres alcanzar?, ¿qué ves que nadie vemos?
Tus manos se levantan, amagos de las sombras
de la china. Rezuman un gesto inofensivo
de niña indiferente mirando al infinito;
las palmas, en escorzo, buscando asir el aire,
se cierran con torsiones en puños apretados
blandamente; los dedos, trabados y desnudos,
temblores apuntalan como cuando mis manos
tiraban de tu cara ceñido a tu regazo,
cuando me alimentabas…

sábado, 16 de febrero de 2008

VACÍO

Granos dorados,
dan gloria
a la oscura derrota.
destellos cálidos de miel,
me levantan de nuevo.

sábado, 9 de febrero de 2008

Gael

Porque me llamo Manuel,
a mí me llaman Manolo,
¿te dirán a ti Gaolo
porque te llamas Gael?
Tu nombre de cascabel
suena a risa y caramelo.
Ya está esperando tu abuelo
que corras, pájaro pillo,
a gatas por el pasillo
sacándole brillo al suelo.

Manolo Romero

reescritura de un poema publicado

Gael
(a Tacha)


Son de piano. Fluye la palabra
cabalgando los cerros
del acorde sentido de un antojo;

y, mientras, una mano
puja por descubrir qué lo separa
del mundo que lo abriga...

viernes, 8 de febrero de 2008

Os envío nueva página en la que estoy

http://artepoetica.net/Maria_Angeles_Asensio.htm

Y página "chuli" de un trabajo mío publicado en La Red Andaluza:

http://www.andalucia.cc/viva/mujer/antologia/index.html

o esta maravillosa donde se escuchan los poemas de consagrados he iluminados:

http://www.desdelalma.net/

Y un abrazo muy fuerte.
¡¡Adiós!!
M ª Ángeles Asensio

jueves, 7 de febrero de 2008

música de fondo

(a Tacha)

La música de fondo. La palabra
cabalga por los cerros
del acorde sentido de un piano;
y una mano
puja por descubrir qué lo separa
del mundo que lo abriga...

martes, 5 de febrero de 2008

Hablar de voz en cuando

Hablar de voz en cuando.
Hablar con ida y vuelta
lanzando los vocablos
por pistas de bolera
que tiren los muñecos...
y que vuelvan.

lunes, 4 de febrero de 2008

POEMA PARA EL PROFE DE LOS SIETE

Tus clases, Gonzalo traen regalo,

A la semana que estrena pereza,

El lunes es detonador de mano,

Que accionan la poesía traviesa.

LOS GATOS DE BARCELONA

Entre, sobre, dentro de un río desechable
y de locura, mirando
el veloz tren que pasa indiferente.

Entre desolaciones, sobre las secuelas
de inciertos futuros.

Dentro, fuera
de los ojos rotos de las ventanas,
nadando sobre un río de muerte,
sobreviviendo a las bocas de acero,
ellos los inocentes,
calentándose al sol,
maullándole a las lunas,
los gatos de Barcelona
nos piden cordura
desde sus ojos girasoles.

domingo, 3 de febrero de 2008

Oposición de Venus y Saturno

Avatares del mundo traicionan
los secretos más puros del alma,
y en el fondo su poso reposa
sin fin de semana:
en el tiempo, los tempos se pierden
como bello cantar en la rama
de aquel ave de trino menudo
y paz envidiada.
Nadie sabe ni quiere saberlo
(aunque sueñe saber el mañana),
qué le va a deparar en su vida
la nueva alborada.
Pero tú, que sin ser quien quisieras
y queriendo ser ese que habla
frente al monte que, cuando no viene,
a él vas por las malas,
sí pudiste saber de las cosas
que interrumpen la dura jornada,
y, cansado de lindas promesas
embusteras, vanas,
destruiste con un gesto el tiempo
(que no debes a nadie ni a nada);
lo arrojaste en el agua, y bogaste
a puerto de naja.
Puede ser que colmase la copa
y rebosara; puede que por nada;
puede ser que una noche no buena
rompieras la raya.
Puede ser que los años pesasen
y movieran el fiel de balanza
hacia el árido sol de una noche
desnuda de brasa.
Pero no. No te creas tan listo.
Nadie sabe (lo digo en tu cara)
lo que va a suceder con tu vida
el día de mañana.
Es, amigo, por eso que cuento
este cuento que abruma, que cansa
como vórtice fiero de sueños
en la noche blanca
habitando las mudas paredes
que dialogan y gritan y hablan
revividos en fuegos absurdos
cual perlas amargas
entre fiebres de gripe y sosiego.
Y por eso rompiste la amarra
(tal vez ya lo supieras entonces),
que te unía a la barca,
a esa barca de ideas de prosa
y de orgullo, que balanceaba
(quizá fuese Venus…) tersuras
de un hilo de plata.
Era el astro de luz; era Venus,
su desnudo subido de sayas,
recreando el azul del crepúsculo
obscena y callada.
Se oponía tenaz a la noche:
te marcaba con fiestas y farras
el exacto momento en que habías
de romper amarras.


Pbernal
4 de febrero de 2008

acuestas con un poema diario

Ejercicio cotidiano

Mirar desde el nocturno balcón
y no saber que ciudad se aproxima,
sin embargo, acostarte pensando
que mañana será un buen día.

acuestas con un poema diario

Ejercicio mineral

No es el origen quien nos justifica,
ni los hechos grabados en silicio,
son las tardes acunadas con desgana
de pasado,
y ese deseo antiguo de recorrer su rostro.

acuestas con un poema diario

Ejercicio vegetal

Apoyé mi frente en la tierra negra de la ladera
y aprendí a contar los latidos del miedo,
después,
descubrí que el sol había salido por el oeste,
Extravagante, le dije.

viernes, 1 de febrero de 2008

Circo de pulgas

El circo de pulgas no pregona sus funciones ni anuncia su existencia en cartel alguno. Así que me cuesta encontrarlo: a la segunda lo tropiezo disfrazado en el número veintiuno, según se sube a Tirso desde Lavapiés. Donde me habían dicho, pero mimetizado. Las pulgas son gigantes muy discretos. La luz amarilla me acompaña con las risas de la gente que no teme. El suelo, recamado de pisadas, late en su babel de terciopelo y sabe de latines y de hogueras. Todavía se atisban rescoldos humeantes entreverados en el ADN de sus adoquines. En frente, habemus librería libertaria. Recupero el oremus. Esto promete. La puerta se me atranca y entro en ristra con una joven manada que ventea la magia y la anticipa, ese polvo de magnesia imprescindible que acredita mano firme en el trapecio siempre en vuelo del cerebro. La sala es un caótico local que cohabitan cables y abalorios, decorados jubilados, hileras de butacas de teatro desdentadas y otros muchos trampantojos veniales para el pecador que observe. En medio de todo, el hierro se yergue noble y repentino en dos pilares con pendientes de garrucha y la luz se encarama sin miedo en lo alto de su altura: “Pasen y vean” dice la chistera esgrimida por el bardo, y la contumaz partenaire bebe su risa y despliega su milagro, allí mismito, sin red y a pie de pista. Comienza el espectáculo. Y se argumenta y establecen bien las lindes: Se hará esto así y esto otro así no, y a partir de ahora el programa y su tramoya no se negocian. El circo es convención, circunloquio pactado que rebasa su círculo. Y el círculo que ahora nos ocupa es de tiza malabar y etnia caucasiana. El texto que escenifican es extraordinario: desbordado, febril, gritón, descarnado, bello…, en fin, poético. Rematan su número presentando a Julieta. Media reverencia y más aplausos. Se hace el silencio…
Se hace un silencio que es de todos. Y es de ella tanto que no acierta a comenzar. Y nos habla en su descargo del desgaste de la vida. Y se nos va desvaneciendo ante los ojos marchitada de palabras. ¡Cuánto ha sufrido silenciosa esta muchacha! Julieta ya sin fuerzas, sin dicha casi, aliquebrada por lo ajeno cuando duele. Y es que le duele siempre. Pero qué bella su queja cuando reverbera en la sala. Las paredes desconchadas acompañan. En su discurso desgrana el afecto y su tectónica, la infancia desvaída y ya casi olvidada, las ilusiones rotas, la soledad del amor extraviado, la sevicia de los que saquean la vida ajena y se enriquecen. Las bajantes dan fe de lo que escuchan con su sinfonía desaforada. La necesidad hace al órgano. Evacuar es humano. ¡Quién evacuara a esos parásitos nocivos para que su sol pudiera brillar! Pero es superior a ella. Sólo un destello feliz transita su voz cuando aparece el hermano y su hijo se hace carne de poema. Menos mal: Esta Julieta que se desmaya entre los versos, que desfallece destilada en un triste desamor, sabe lo que es la alegría…
Yo me deshilacho discretamente también. Me despido de la chistera y estrecho la mano del bardo. Corroboramos ambos que Julieta es “la alegría de la huerta”. Pero me llevo un paisaje imbricado de palabras en la retina de mi seso. Como escamas brillantes del pez oceánico y gigantesco que habita la magia de nuestro pecho y que navega en todos los poemas que en el mundo han sido, son y serán.

acuestas con un poema diario

Venga compis, animaros que, si yo puedo, está claro que todos podeis, os dejo 3 poemas de los siete que nos ha propuesto Escarpa.

Sabina
me clavé en la nieve de aquel día,
solo quería grabar el inicio de tu rostro,
y sin querer,
me convertí,
en una larga noche que protege tu sueño.


ejercicio medular
logré atrapar el estruendo de lo que no había ocurrido,
no fue posible demorar,
solo correr, hasta el lugar exacto de la vida.

ejercicio circular
había terminado todo,
y sin embargo,
esa manía circular del tiempo,
me lo ofreció como un comienzo