miércoles, 28 de marzo de 2007

APUNTES PARA UNA POÉTICA

1.- Anteceder el CÓMO al QUÉ. Ser diferente, a pesar de que tú, poeta cualquiera, escribes siempre el mismo poema que los otros. Más haz tu verso tuyo. Hazle temblar contigo. Dale tu impronta, tu factura, tu sello personal.

2.- Prestar oídos de mercader al coro ajeno. Tú eres auténtico y veraz. Qué importa cómo seas: colorista o sombrío, barroco o conceptista, alto o delgado, de piel morena o clara. Vienes del Sur -éste es tu caso- y vas no sabes dónde. Nadie sabe jamás dónde camina: "Si mi tiempo me contradice, yo lo dejo pasar tranquilamente; yo vengo de otro mundo, y voy a otro."

3.- Buscar en la belleza; pero salvando, a todo trance, la ética del riesgo. Si éste se produce, porque el mayor bien es, siempre lo más bello.

4.- Aléjate de todo lo excesivo, del gratuito gorjeo esteticista, del cebo de la cáscara. No obstante, prosigue dando forma a lo hermoso evidente. Tu verso es tu ventana.

5.- No despreciar, en modo alguno, los metros ni las rimas. Ser poeta con rigor artesano. Mas sin esclavitud. Si el respirar te duele, sálvate. Sé entonces libre, libérrimo, gran río; pues prosa se hizo el verso, y habitó entre nosotros.

6.- Ser realista y un punto de idealista -"La poesía debe tener por fin la verdad práctica", dijo, en un título, Paul Éluard- que te permita transformar la realidad. Deja constancia de un suceso, interviniendo en él. Tú eres el arquitecto de su propio destino.

7.- Partir del mundo, de esto que estás pisando ahora, con el breve, brevísimo, equipaje que da la observación y la experiencia. No hablar nunca de oídas. Convéncete del todo: en poesía lírica lo que no es autobiografía es sólo plagio.

8.- Pensar que el hombre encierra la medida de las totales cosas: de las que son, en tanto son: de las que no son, en tanto que no son. Así avisó Protágoras.

9.- Que lo exterior repercuta en el poeta y, una vez decantado "en la interior bodega", se configure en el poema. Graduar con mesura tantos microcosmos, tantos ingredientes.

10.- No ser hermético ni, menos, transparente. Creer -sólo lo justo- que el poeta, cuanto más oscuro, más llega a lo divino. Guarda siempre el secreto bajo un tul ligerísimo. Déjalo que ilumine y cueste su captura. Que jamás la manzana de una vez sea mordida.

11.- Jamás filosofar en el poema. Delimita tu campo: ni metafísico ni lógico. Tu verso es anticipo, puerta de entrada y nunca de salida.

12.- Dejar solo constancia de esa visión fugaz de la poesía –Emily Dickinson: "Si siento físicamente como si me saltasen la tapa de los sesos, sé que eso es poesía"-. Muévete entre intuiciones y, escasamente, un grado, entre los raciocinios.

13.- Ah, la poesía, esa forma diversa del gran conocimiento.

14.- Ser lento. No tener nunca un poema fácil en la pluma. Si fácil, te has mentido: "máquina de trovar". Poseer amplias dudas y cautelas, pues a pesar de dones innegables -hiperestesia y miedo- eres falible.

15.- Ser reverente y férvido. No creer en eso que alguien llama inspiración. Domar cada palabra. Sacar agua del pozo con trabajo y cansancio. Hombre eres, y el oráculo ha muerto. Que en tu mesa se quede el papel blanco innumerables veces. Hasta que ganes, con sudor, el prodigio.

16. Escribir con el deseo de ser leído por los más; pero no esforzarse jamás por conseguirlo. No bajar la acera en ningún modo, hacer que el otro suba. Eh, vosotros: tomad y comed, éste es mi verso.

17 Creer con libertad. Crear la independencia. Defenderla de todos. Abrir fosos enormes que impidan la conquista. Y allí tú, Prometeo, el robador del fuego de los dioses. Y tú, Poesía, arma de Zeus, castigo deseado que emocione y aturda.

18.- Ir solo en el viaje, como el águila. Dejar para los otros el grupo y el rebaño. Nuevo Ulises, ser sordo a las sirenas. Las modas son caducas, los modos permanecen. Apártate de todo movimiento, renovador o no, que te rodee, Tú eres, solitario, la gran renovación, la voz distinta.

19.- Marchar a la Polar de la BELLEZA - Stéfane Mallarmé: "No hay más que la belleza; y ésta no tiene más que una expresión perfecta: la Poesía."-; pero sin traicionar a la verdad. No deformes, transforma. Belleza-verdad-hombre, todo unido. Belleza, don posible, que niega y se rehuye y, al fin, frágil, se entrega.

20.- Participar, conscientemente, en esta religión de lenguaje. Amar palabras vivas. La magia que nunca es revelada y, tan sólo, entrevista en densidad de humos. Palabras que edifiquen, con la lluvia y el sol, un arco iris. Palabras que nos puedan cegar de asombro o luz. Oh maravilla.

Ángel García López

1 comentario:

chico dijo...

Gracias Pedro, por hacernos llegar estas palabras de Angel García, que hacen reflexionar sobre nuestro trabajo poético.