domingo, 25 de marzo de 2007

A José Hierro

Cielo y Tierra

Nayagua y su cielo: coto de palabras.

Aquí germinaron poemas

de hierro,

concebidos en la tierra para ser

sublime abono,

protegidos por tejas de mansa luna.

Ahora, cual plantas crasas,

calman la sed suprema de soñar

en verso. Hoy dejamos prendidos

de invisibles aperos,

con ámbar y alfileres de retama,

tiernos brotes de poeta.

No hay comentarios: