jueves, 31 de mayo de 2007

más vocales

Hola, sigo con la saga de las vocales, no desesperéis, la u pretende ser un poema. Hoy os regalo la i y la o. Besitos.

I mayúscula
Estaba en bañador, nervioso. Me examinaba para conseguir el título de socorrista. La monitora llegó sonriente, nos explicó que sacaría una letra y comenzaría a examinar a partir de ahí. Metió la mano en un saquito y enseñó sonriente una I mayúscula. Quizá fue su sonrisa o la casualidad de esa I mayúscula partiendo su escote, no sé... pero cuando dijo Ignacio Iniesta no pude dar ni un paso.
Mi instrumento invertebrado invadió mi bañador. Irrumpió inexorable, inesperado, indómito, incisivo... Intenté disimular mi inflamación inquebrantable. Interpuse imágenes, ideas inofensivas. Inútil...
Irreductible, irrefrenable, ingrávido e inoportuno. Inclinado, indecente, inconmensurable. Mi irritación insistía inextinguible, infalible, incontrolable...
Imaginé iglesias, iguanas, infiernos... Inútil. Sin igual mi instrumento imperaba incauto, insurrecto, inmenso, imponente...
- ¿Ignacio Iniesta? - insistió.
- Sí - dije impotente....


o minúscula.
Oscar me regaló un anillo sin envolver en el bar de su calle. Pidió dos cañas, se lo sacó del bolsillo y me lo dio. Era como una o minúscula en mi mano.
Una o odiosa que me prometía orillas con lodo, orgías ordenadas, oleajes oprimidos, orgasmos oscuros, otoños con ojeras, ochocientos obstáculos, olvidar otros ojos, no otear océanos locos, todos los ocasos organizados, ocultar opiniones opuestas, oliendo ortigas no orquídeas. Ofrecía obligaciones...
Yo cogí oxígeno, le devolví su anillo sin odio, sin amor. Miré la o en su mano y puse delante una N con tres palillos. Salí a la calle, miré a la luna y grité:
- No, coño, no.

1 comentario:

pedro bernal dijo...

Muy buenos. A ver cómo resuelves la U.