EL ABURRIMIENTO


Pasan las horas despacio.
Se han detenido en el tiempo.
No hay horas para medir
el aburrimiento.
Escuchas. Hay una puerta.
El aire mueve los cielos.
Vas de un lugar para otro
en religioso silencio.
Escribes unas palabras.
Las tachas. Tiemblan. Un lento
caminar del otro lado
esperas. Hay un incierto
cercano, cálido y leve
llanto lastimero…

pbernal
algo de ti
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Perversificaciones

23

A ti, que ya has dejado de alegrarme
como lo hicieras en aquel verano,
te vengo a ver las tardes de este invierno
huidizo hasta tu casa de la nieve.
Porque ya no te quiero. Así que, cuando
solícita me obligas a aceptarte
y accedo a lo que pides por el frío,
no pienses que es mi amor el que a ti acude.

Ángel García López
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