viernes, 19 de junio de 2009

NOCHE DE BODAS



En el suelo; por el pasillo;
en la puerta y en la ventana,
arrugadas; casi perdidas
para otras galas,
las vestiduras de este día,
esas con que tanto soñabas,
que te pusiste hace unas horas,
cuando venía la mañana,
(dudas y miedos; nervios; risas…),
ahora se ven desperdigadas.
Ese castillo que lucías
en tu cabeza, tan labrada
orfebrería que te hace
única, bella, virgen, alta,
con las horquillas sujetando
el arquitrabe. La solapa
sobre tus hombros transparentes
bajo la túnica de gasa,
todo se ve desmadejado
por unas manos como brasas…
Ya te han quitado los zapatos.
Ya no pareces ser tan alta.
Y hasta el conjunto que lucías
para esa noche, bella, blanca,
tan colocado y sugerente,
yace caído en la ventana.
Pero tu risa sigue siendo
viva, caliente, bella, clara…,
cuando sus manos aun te beben,
y ya la luna se marcha.


pbernal
algo de ti
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Perversificaciones

36

Has hecho bien en olvidarme. Hubiera
apagado ese fuego aquella noche
sólo dos veces más, y sólo a ratos,
y tú pides el mar en cada instante.
Así que has hecho bien. Mas compadezco
a aquel que tendrá sitio ya en tu hoguera,
pues no sabe el traidor qué incendio el tuyo
cuando imagines que conmigo yaces.

Ángel García López
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