miércoles, 17 de junio de 2009

EL PASTOR


La tarde guarda silencio.
Camino de la cabaña,
con el rebaño seguro
de zorros y de alimañas,
se arrebuja entre los pliegues
de la manta zamorana.
Viene vagando los campos
una sombra de nostalgia.
Oye su voz y su risa
en un canto de labranza,
y sigue por la penumbra
la luz que enciende su cara.
El aroma de su pelo
trae el calor de su casa.
Así le alcanzan los sueños.
Y la advierte arrebujada
contra su pecho y su brazo,
contra su piel y su espalda.
Por eso le agrada tanto,
olvidado en la montaña,
soñarla bajo su brazo
en los pliegues de su manta.


pbernal
algo de ti
---

Perversificaciones

26

Tardará más o menos, pero un día,
sin que nos demos cuenta, habrás caído
en redes del amor. Y, cuando quieras
huir de lo que amas, no habrá mano
que te libre de mí. Ni yo tampoco
desasirme podré. Pues ese juego,
que sólo procurara complacerme
con la demanda de tu carne joven,
convertido se habrá ya en lo que nadie
deshacerlo podrá, ni tú no amándome.

Ángel García López
---

No hay comentarios: