LA NOVIA DEL PASTOR
Entre los montes
a la sombra del pino,
mi amor se esconde.
Dame la mano,
que quiero ver de cerca
tu verde prado.
Llévame lejos
con tus cabras y ovejas,
y con tus besos.
Entre las hierbas
nos haremos un nido
de miel y menta.
Por las mañanas
trotaremos alegres
junto a las cabras.
Desde las rocas
miraremos el día
cuando se esconda,
y con la luna
el amor nos haremos;
una por una.
En esta sierra
no hay verano ni invierno:
sí primavera.
Toma mi mano.
Quiero estar en el monte
siempre a tu lado.
pbernal
algo de ti
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Perversificaciones
28
Cuando nos fuimos a acostar, en ese
momento confidente de quitarnos
las ropas y de hablar de inanidades,
me sorprendió que una mujer hermosa
como eras tú, tuviese a media noche,
tan corta luz con que alumbrar la escena.
Cuenta me di que tu caligrafía
no era lo grácil que pensé al cazarte
y tu sintaxis resultaba oscura.
Bien visto, qué más daba. Estabas buena
como un durazno, tu caliente hogaza
no era igual ni común -torpe y lentísima-
y te gustaba compartir mi cuerpo...
Lo demás un exceso hubiera sido.
Ángel García López
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jueves, 18 de junio de 2009
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