Todo llega, muchacha. Todo pasa.
Todo pasa, muchacho. Todo llega.
Y esa emoción de tantas madrugadas,
soñadas con temores del invierno,
al fin, en el otoño, se han cumplido
con el milagro de la primavera.
Primavera de música, colores,
tal como la inventabais cada tarde,
evocación de tiempos de futuro,
mientras se consumían las estrellas
en la lenta caída del paseo.
Toda la vida es vuestra. Os pertenece
por encima del sol, de las montañas,
y el mar ya no podrá imponer sus leyes
a vuestra voluntad de ser felices.
Cogidos de la mano, compañera,
apoyada en su piel de poesía,
pasaréis las tormentas y los ríos,
adiós diréis a las dificultades
y al calor agobiante de la vida.
Porque juntos formáis una persona,
y ya nada podrá contra vosotros.
pbernal
de Cartas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario