martes, 9 de septiembre de 2008

VUELTA AL TRABAJO


















Un cortejo de golondrinas

levanta con sus trinos

esta mañana de verano.

La ciudad alza sus parpados,

con sus legañas de humo

y su cronómetro de prisas.

El despertador toca diana,

con dardos de zumbidos,

dañando mis orejas.

Me levanto con dejadez,

¡tengo que trabajar!,

¡no hay más remedio!

El mp3 en mis oídos,

me da las vitaminas,

para soportar el trayecto,

como compañero de viaje

¡“El mal de Montano”!.

El trabajo esta próximo,

para llenar puchero...

necesito el salario.

La oficina me apresa,

con sus gritos de jefe

Y sus muros cansados.

Afuera, calidoscopio de luces,

prisas y pájaros sin jaula.



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