Erecto, tieso, serio
en el andén paraba
solo, como señal
en vía postergada
guardando las vacías
horas hasta la marcha…
Sentaba su derecho
de plomo y acechanza
detrás de una columna.
Cubría su mirada
los metros que sus piernas
del tren lo separaban,
-torva, taimada, altiva,
atormentalizada-.
Sin prueba, sin testigos,
sin citaciones vanas
ni mínima defensa
de apoyo y salvaguarda,
lanzaba su saludo:
"— ¡Qué sucia está la máquina!
Las horas que pasaron
hasta que yo llegara,
conjugarlos pudisteis
al trapo y a la grasa."
Y por redondearlo
sin más mediar palabra,
escupe cortesías
con aire de amenaza:
"— ¡Si os cuesta los dineros
no os extrañéis de nada!"
pbernal
ferroviarios
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La paza tiene una torre
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero
-¡ quién sabe por qué pasó !-,
y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama
su dama y su blanca flor.
Para tu ventana
un ramo de rosas me dio la mañana.
Por un laberinto, de calle en calleja,
buscando, he corrido, tu casa y tu reja.
Y en un laberinto me encuentro perdido
en esta mañana de mayo florido.
Antonio Machado
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sábado, 21 de marzo de 2009
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