miércoles, 11 de marzo de 2009

Hierro y humo 5 (16 de 19)

HABANERAS DEL CALDERO


Dicen las lenguas de doble filo,
las que murmuran de los demás,
que no tenemos muy buen estilo
cuando volvemos de maniobrar.

Mucho nos miran al desplazarnos
por los andenes de dos en dos,
por la figura que presentamos
cuando bajamos de ese motor.

La sucia grasa de este Caldero
pesada y negra, y espesa es,
brillo y reflejos le da a mi pelo
y osadas alas le da a mi pie.

Cuando pasamos por el pasillo,
cuando pasamos por el motor,
roza la manga, la gabardina,
los pantalones y el chaquetón.

Si remolcamos un tren de piedra,
o si pasamos el Cambiador,
aceleramos con la cautela
que nos exige la situación.

Rugen los frenos, chillan las ruedas,
feroces braman en el motor
dos mil caballos que se cabrean
cuando le das aceleración.

Silencio guardan en la primera,
si tu trabajo ya terminó,
dormidas quedan las fieras fieras
que lleva dentro de su motor.

pbernal
hierro y humo
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