sábado, 29 de agosto de 2009

ANNA


No sé reprimir la conmiseración hacia mí mismo
porque soy tan vulgar como los cantos de victoria.

Fue su voz y no otra cosa
la que me trajo las trenzas y los ojos como abismos
donde dejarse caer la falda corta
plisada hasta las manos y un rubor como de primer beso.
De aquella voz fueron los primeros bocetos los planos
y los planes de futuro o presentimiento o nada
pero ella era real y misteriosa o quizás
fuera de otro por entonces no estoy seguro
de que el primer café fuera importante aunque su voz
sonase ya en mis labios y a la vez el Frente Sandinista
y algunos colombianos venidos por la fuerza mayor
y los chilenos el cine era el escueto dormitorio
donde el amor también de las batallas
perdidas y aquella independencia vietnamita
Ho Chi Ming cuando besó mis labios
ya nada fue importante y supe de la Historia Natural
de los monzones de la armonía que amansa al Universo
del fracaso como principio y no importó
que el General pisase los recuerdos de mis muertos
con sus botas sudadas ser paria o proletario
quedaba en la caricia o el abrazo pero dejó de comer
y mi utopía fue de bollería pasteles empanadas París
tuvo la culpa de la contradicción
por eso quiero viajar con ella allí o quizás nunca
el amor creció a la par que las camas por hacer
los hijos volver a las banderas
para arder de desencanto fue otra cosa
la práctica diaria el tedio los nombres tachados
y la cruz entre gladiolos amar ahora resulta
soportar las labores de la casa quizás algún abrazo
un beso un verso.


Luis Felipe Comendador
«El gato sólo quería a Harry» (2004)

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Desde lo bajo de la montaña se ve al gilipollas que tiene que descender.


Jesús URCELOY
urcelología
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Vuelvo la vista a ti…


Cuando, de todos olvidado,
me invade la tristeza y, afligido,
vaga mi alma inquieta,
vuelvo la vista atrás, y en el camino
veo tu luz brillar.

Cuando en la noche triste
se cierne la tiniebla,

cuando al rayar el alba
no siento despertar en la alegría,
miro hacia ti, busco en tus ojos
destellos de mi vida,

y recobro valor para el camino.

Y reanudo la marcha a mi destino.

pbernal
2003
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