miércoles, 19 de agosto de 2009

LA MAZA


Si no creyera en la locura
de la garganta del sinsonte
si no creyera que en el monte
se esconde el trino y la pavura

si no creyera en la balanza
en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza

si no creyera en lo que agencio
si no creyera en el camino
si no creyera en el sonido
si no creyera en mi silencio

qué cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores resplandores
qué lucecitas montadas para escena

qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera

un testaferro del traidor de los aplausos
un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
júbilo hervido con trapo y lentejuela

qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera

si no creyera en lo más duro
si no creyera en el deseo
si no creyera en lo que creo
si no creyera en algo puro

si no creyera en cada herida
si no creyera en la que ronde
si no creyera en lo que esconde
hacerse hermano de la vida

si no creyera en quien me escucha
si no creyera en lo que duele
si no creyera en lo que quede
si no creyera en lo que lucha

qué cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores resplandores
qué lucecitas montadas para escena

qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera

un testaferro del traidor de los aplausos
un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
júbilo hervido con trapo y lentejuela

qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera


Silvio Rodríguez
(1979)

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Todo monumento es también un osario.


Jesús URCELOY
urcelología
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El hombre solo


El hombre de la calle se disputa
fortunas y miserias con el hierro,
hermano contra hermano en cada esquina
sin pulsos y sin frenos.

El mundo se despoja de la vida:
la guerra sin cuartel, sin argumento,
destroza con mentiras, y defrauda
la fe de los ingenuos.

Un hombre quiso ver la procedencia
de tanto desamor. Sin entenderlo,
buscó la solución en la bebida.
Y alimentó su miedo.

Y la ebriedad alimentó la grieta.
Ansioso de ganar la mano al tiempo,
sumó fatalidades. Olvidaba
ganar en pensamiento.

Recorrió los caminos. Mendigaba
apoyo, comprensión, conocimiento.
Y se perdió por valles y colinas,
por mares y por puertos.

Desnudo de prejuicios, de bagaje,
de los amigos, sin remordimientos,
bebió del agua mansa de los montes,
de la sucia del yermo…,

se refugió, cansado, en una cueva.
Reposó la fatiga de su cuerpo,
y meditó sobre sus experiencias
en medio del silencio.

Penetró en el dolor de las afrentas.
Intentó descifrar crudos misterios:
el odio que dirigen los humanos
hacia su propio pueblo…

Conoció los reproches a la vida,
masacres; algaradas; indefensos;
leyes pisoteadas; inocentes…
Los niños. Y los muertos.

Todos los testimonios manejados,
-juicios, valores, búsquedas, derechos…,-
nacen de ciudadanos destruidos
de pan y paz sedientos.

Oscuras intenciones establecen
destinos en la ruta de los pueblos.
Enciende las peleas fratricidas
dineros; armamento.

El hombre se incorpora de la cueva.
Con su razón se viste. Pensamientos
vienen con él. Divulgará el mensaje.
Convencerá su aserto.

Ha descubierto el arma decisiva.
Las guerras cesarán en el momento.
El hombre debe armarse desde niño
con tolerancia, comprensión, respeto…


pbernal
2003
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