V El jefe
En contra de sin par oposición
de gente que lo mira todo mal,
he dispuesto en su casa al personal
tras dura y desigual negociación.
También reconocí la petición
de cambio del trabajo semanal:
los días en el gráfico banal
subrogan los de turno a rotación.
Por descansos vendí fidelidad.
Ventajas y talones prodigué
con la mirada puesta en nuestra empresa.
Descarada y audaz fue mi promesa:
a todos bienestar proporcioné.
¡Y he logrado comprar la lealtad!
pbernal
de tren de otoño
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lunes, 20 de octubre de 2008
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