jueves, 9 de octubre de 2008

Locomotora 252

Locomotora 252


1


Insiste. Palpita la luz del pupitre.
Mendiga sanción de los datos… Lo ignoro.
La máquina grita, desidia me imputa.
Parpadea. Avisa con reflejos blancos,
y azules destellos, de hastío y alarma:

“— No toques el regulador no me aceleres
no pases la señal no entres en ruta
no te /me lances por la vía
camino de no sé dónde porque no veo
no me llega el sonido de las olas
no sé de los colores de la hierba
ni del rumor del bosque que se abre
a mi paso, no abras sin datos el regulador
los necesito para la marcha
pasa bajo mis hierros la baliza
sin saludar siquiera
y la estación se aleja
y vienen la montaña y la trinchera
y la cresta cortada de la sierra
y la perdiz y el vencejo
y la liebre y el autillo
y el puente se me cruza sin mirar
y el río pasa lleno de ramas y corolas
adornando la vida de aventura
y yo quiero verlo sentirlo vivirlo…”

— ¡Calla, máquina!
Aprende a saber quién manda.

pbernal
de tren de otoño
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