VII Las bajas
Amigo en la distancia. Compañero.
En la dura labor del día a día
fuiste, tal vez, lo que se te pedía,
aunque no culminaras tu sendero.
Era tu gesto grave y muy severo:
en tu reserva se te conocía.
Algún misterio en ello se veía,
pues luego contestabas con esmero.
Erudición y celo dedicabas
en aureolas con que demostrabas
tus diligencias y preocupaciones.
En el magno Proyecto te pidieron
lo mejor de tu vida, y se perdieron
tu saber, tu ambición y tus razones.
pbernal
de tren de otoño
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Necrológica
A Carmelo
Y cuando ya todos beodos
nos dispusimos a enterrarlo,
solo a él se le ocurre despertarse
a recitar un último poema,
que así sonaba.
¿Y qué es la vida
sino úna cómica función,
donde un payaso a solas
ensaya, con tristeza, una sonrisa?
¿Y qué sentido tiene
tomarse los problemas
sin sal y sin azúcar?
¿Y no es amargo el trago
si no se bebe con amigos?
¿Y la muerte...?
La muerte es solo un chiste
que a todos los presentes os asusta,
y del que yo me descojono.
José Antonio García
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miércoles, 22 de octubre de 2008
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