sábado, 4 de julio de 2009

EL BOTÓN


Me miras con los ojos como platos,
negro azabache, manos encendidas,
curioso, juguetón y confiado,
sentado en mis rodillas.

Mis ojos te contemplan extasiados
buscando tu sonrisa,
y en un momento, sin razón, estallas
en carcajada limpia.

Una ráfaga fría, de congoja,
en mi razón anida,
mientras tú jugueteas
con ese botón gris de mi camisa.

Tus risas, y tus llantos y rabietas;
tus besos y caricias;
tus juegos con mis manos…
se pasarán aprisa.

Y crecerás de pronto una mañana.
Y te irás a la escuela cada día.
Y aprenderás las cosas
que, dicen, necesitas en la vida…

Harás muchos amigos en la calle.
No querrás que te lave ni te vista.
Te reirás leyendo los tebeos.
Te gustarán las chicas…

Quizá…, tal vez advierta
(antes de que lo digas)
la llama de un anhelo diferente
por una buena amiga.

Y un día fundarás en otro sitio
una nueva familia.
Y yo me alegraré con tu ventura,
con tu casa y tu dicha.

Aunque tus ojos ya no sean platos.
Y la barba te cubra la mejilla.
Y tú ya no te acuerdes
cuando jugabas sobre mis rodillas…

No es una lágrima
eso que te ha caído en la manita.
Sigue jugando
con ese botón gris de mi camisa.

pbernal
algo de ti
---

Perversificaciones

58

Estoy pensando en serio que no vuelvo
a subir, porque siempre haces lo mismo
cuando me llevas a tu casa. Pides
que intente ser feliz, mientras desnudas
muy despacio mi cuerpo. Me colocas
en una posición de estatua griega
que distiende voraz su lozanía
pidiendo en ti anidar su prisa tanta.
Y en lugar de incitarme a que te ame,
que es justo a lo venido, a las dos horas
de hacerme mármol para ti, me dices
no alcanzas a saber quién te recuerdo.

Ángel García López
---

No hay comentarios: