miércoles, 22 de julio de 2009

¿LA POESÍA DEBE ESTAR AL SERVICIO DE ALGO O DE
ALGUIEN? ¿DE QUÉ O DE QUIÉN?, ¿POR QUÉ?

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Adu dijo... (diariodeunsavonarola 16 de junio)

Mmmmmmmmmmmmm... de acuerdo, Pancho. El blog anima a mucha gente a escribir (no es mi caso, que ya lo hacía antes) y añade, sobre todo, un factor nuevo que es el intercambio, el "feedback" que llaman los americans del mundo empresarial: la posibilidad del diálogo y del enriquecimiento de unos (los que escriben) y otros (los que leen y opinan). Sobre este aspecto tengo una anécdota preciosa con Manolo en mi entrada del día 29 de mayo ("La jaqueca del cazador") y es que me hizo mirar lo que yo había escrito de otro modo por la interpretación que el le dió.
Por otra parte, por supuesto que la práctica nos hace mejorar.
Y por último (por ahora, solo por ahora): lo fabuloso de Internet es la libertad absoluta de escribir, de leer, de escoger las fuentes... la parte oscura de ésto es la dificultad para saber discernir entre la verdad y la mentira...
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Manifiesto



Yo siempre fui un chiquillo de adulto disfrazado
con miedos ancestrales clavados como espinas.
Quise que me mimaran: sentirme acariciado;
pero pasé la vida sumido en mis rutinas.

Envidié la palabra que fluye libremente
e inunda de colores fantásticos espacios.
Y conecta los pueblos; las personas; la gente,
tanto entre los humildes como en nobles palacios.

Disfruté la sonrisa de un niño, cuando nace
de la mirada franca, de la llana alegría,
y derrama inocencia sin saber que lo hace;
y mueve con su infancia, y con su algarabía.

Admiré los colores tatuados en el plano,
desdibujado y vivo, de nuestra geografía,
cuando subí a los trenes, o anduve por el llano,
confundido con ellos en muda sintonía.

Lamenté las cruzadas que rompían fronteras
de seres indefensos, desnudos de mañanas,
y nutrieron negocios entre las dos riberas,
cimentados en tumbas de sueños y de nanas.

El alma me angustió presa de sensaciones
cuando finalizaron las horas de aquel día:
poblaron las tinieblas mil manifestaciones,
y al pueblo las hurtaron, por cruda hipocresía.

Sacudió mi conciencia escuchar los tambores
de pueblos contra pueblos en lucha fratricida,
mientras en sus poltronas reían los señores
de la guerra, sumando a su bolsa y su vida.

Disfruté del instante brevísimo y eterno:
ese sublime tempo donde desbordan fresas
en cáliz compartido; en donde lo fraterno
no tiene propietario; ni paga con promesas.

Respeto procuré, honestidad, paciencia.
Cuidé de mis asuntos. Legué mis ideales.
Deslices cometí, errores de inconsciencia,
y allí donde moré dejé mis madrigales.

Decliné la vereda del otoño galano
con un porte tan digno como fue mi coraje;
degusté las delicias cercanas a mi mano;
admiré los perfumes de juvenil linaje:

observé a las muchachas que mi paso cruzaban,
y un temblor de guitarra anunció recaídas
hacia la pesadumbre de las cosas que acaban,
de los velados miedos, de primaveras idas.

No fui bueno ni malo. Nada gané o perdí.
Cumplí mis compromisos. Sufrí con tanta guerra.
Gocé con los amores. A todos me ofrecí.
Fui nada. Nada soy, pienso, bajo la tierra.


pbernal
2002
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Tras los desaires del amor queda siempre un airecillo que da asco.


Jesús Urceloy
urcelología
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6 ODA A UNA LIMA MULTIUSOS

(Para Legamar, tan presente).


Es tiempo de coger del fondo un objeto
por ejemplo una lima que sirva para todo
tocarle su contorno lentamente
y hacer mía su forma alargada
y hacer mía su forma su grosor
su textura su manera fácil de raspar.

Es el tiempo de contar esta historia sencilla
de las huellas que tiene marcadas
de las huellas que no se borran
de cómo pasó al fondo del cajón
como si la piel de esa casa estuviera muerta.

Hasta que un día la encuentra una mano.

Es tiempo de tomarla entre mis dedos
y limar mi cansancio
limar las asperezas
limar todas las capas desgastadas
de mi epidermis de mi espera lenta
de mis manos y pies que se excitan.

Es tiempo de raspar lazos y ataduras
que sujetan aunque sea poco
es el tiempo de los cerrojos nuevos
es el tiempo de los cerrojos de plástico
que se cierran se abren al gesto al temblor
de quien venga a limarse cualquier pellejo roto.

Es el tiempo de pintarme las uñas
y darles un color rojo pasión
que puede ser mentiroso o quizá no lo sea
como no lo son las manos que las acarician
como no lo son los labios lentos que las besan.

Marisol Huerta
puedo empezar así
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